El Tesoro Público ha colocado hoy 3.750 millones de euros en bonos a tres, cuatro y cinco años con un interés marginal superior al 5 %, como ya ha ocurrido en las dos subastas anteriores. El importe adjudicado cubre la totalidad del objetivo de la emisión, que oscilaba entre 2.750 y 3.750 millones de euros, en tanto que la demanda ha superado los 10.200 millones de euros, con lo que el ratio de cobertura o proporción entre demanda e importe adjudicado ha sido muy elevado, de 2,72 veces.
Los bonos a tres años se han colocado al 5,203%, el interés más alto para esta denominación desde el año 2000, en tanto que los de cinco años han salido al 5,56%, el mayor interés marginal desde 1997; los bonos a cuatro años han tenido una rentabilidad del 5,28%.
Pese a que se trata de la tercera subasta en la que el Tesoro español ha tenido que subir al 5 % el interés que paga por su deuda, el incremento ha sido más moderado de lo previsto por algunos analistas, que calculaban que podría pasar del 5,6%.
Entre otros factores, en el ánimo de los inversores ha influido la acción conjunta acordada ayer por seis de los principales bancos centrales del mundo, entre los que figuran el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) para proporcionar liquidez que contribuía a reactivar la compra de deuda española.
La firmeza de estos bancos centrales repercutía también en la prima de riesgo país de España, que mide el diferencial entre el bono nacional a diez años y el alemán del mismo plazo. Hoy, los mercados continuaban insuflando algo de ánimo. El 10 años español se situaba en el 6,08%, lo que colocaba la prima de riesgo en 387 puntos. Hace menos de dos semanas, se situaba en el 6,73%, con cerca de 500 puntos.
Conviene recordar que en la anterior colocación de Letras a seis meses se alcanzó un tipo del 5,2%, lo que ahora mismo configura una curva de tipos muy plana, con todos los plazos en el entorno del 5%-5,50%, excepto el 10 años, que se colocó al 7,2%.
Son tipos muy altos, las cotas más altas desde 1997, aunque este aplanamiento aligera las cargas financieras del Tesoro, que se estaban situando en posiciones insostenibles.