Lo dijo este miércoles Pilar Alegría, ministra de Educación y portavoz del Gobierno, para atacar a la presidenta de la Comunidad de Madrid por rechazar la invitación de Pedro Sánchez para acudir al Palacio de la Moncloa. "Cuando la señora Ayuso decide no asistir a esta reunión, yo me atrevería a decir que es un claro ejemplo de absentismo laboral, que es faltar a tu trabajo, no cumplir con tu responsabilidad", dedujo Alegría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ahondando en la guerra abierta entre Moncloa y Sol, entre Sánchez y Ayuso, en torno a la que pivota la vida política española.
Sin embargo, esa acusación de "absentismo laboral" –tildada por Miguel Tellado como "una broma de mal gusto" de un "equipo de guionistas de La Moncloa noqueado"– es usada con efecto bumerán por los cuadros del PP en el Senado, soliviantados por la ausencia del presidente del Gobierno en la Cámara Alta desde el pasado 12 de marzo. Es decir, más de siete meses, 229 días desde la, además, única Sesión de Control al Ejecutivo a la que ha acudido Sánchez en el Senado esta legislatura. "Eso sí que es absentismo laboral", replican a Vozpópuli fuentes populares.
"No hay ningún precedente de un presidente del Gobierno que haya estado tanto tiempo sin venir al control del Senado", lamentan en conversación con este periódico otras fuentes del PP en la Cámara Alta. "En la época de Zapatero comenzó la tradición de venir una vez al mes. Rajoy la mantuvo. Y Sánchez, en legislaturas pasadas, también asistió al control, pero en esta legislatura sólo lo ha hecho en una ocasión", la del pasado 12 de marzo.
"Lo de Sánchez en el Senado es un claro ejemplo de absentismo laboral y de falta de institucionalidad. Tanta institucionalidad que reclama pero él falta al respeto a una de las cámaras que componen la bicameralidad del Estado. Someterse al control del Senado es parte de su trabajo y las ausencias reiteradas son muestras de absentismo laboral", continúa en conversación con este periódico Alicia García, portavoz del PP en la Plaza de la Marina.
El presidente del Gobierno tuvo que encajar el pasado 12 de marzo las comprometedoras preguntas del PP sobre el caso Koldo y sobre la comisión de investigación en el Senado que amenazaba con citar a su esposa, Begoña Gómez, un extremo descartado posteriormente por el principal partido de la oposición. No obstante, como adelantó este periódico el 23 de julio y confirmó el PP de Madrid el 7 de octubre, Begoña Gómez (y también Sánchez) sí serán citados por la comision que investiga la presunta relación de favor entre Gómez y la Universidad Complutense de Madrid en la Asamblea madrileña.
"Desprecia lo que no puede controlar"
La situación, mientras, no tiene visos de cambiar. No entra en los planes de Sánchez volver a la cita aproximadamente mensual con el Senado que tenía hasta antes del 23-J, cuando el PP de Alberto Núñez Feijóo consiguió la mayoría absoluta en la Cámara Alta. Tal y como indicaban fuentes gubernamentales a Europa Press hace escasos días, Sánchez "no se siente bien tratado por la Cámara Alta" y eludirá un compromiso no escrito, no reglado, todo lo que pueda. El PP, eso sí, se lo seguirá echando en cara. Por eso, los populares han reprobado en el Senado esa actitud este mismo mes de octubre.
¿Su intención? Que el Ejecutivo –no sólo Sánchez– reduzca su "absentismo" en las sesiones plenarias y también en la Comisión General de las Comunidades Autónomas. "Sánchez desprecia lo que no puede controlar, y por eso el Gobierno ataca al Senado siempre que puede", sigue Alicia García. "Las ausencias reiteradas de Sánchez en el control del Senado es una muestra más de la anomalía democrática a la que nos ha llevado el presidente del Gobierno. Pero este desprecio no es al PP o a la Cámara Alta, es a todos los españoles, ya que en el Senado también está representada la soberanía nacional".