Los ayuntamientos de Coria del Río y La Puebla del Río han pedido ayuda a la Junta de Andalucía para las labores de fumigación contra los mosquitos que causan el virus del Nilo, porque afecta a doce localidades sevillanas y supera el ámbito local y sus posibilidades económicas.
El brote ha causado la muerte de dos personas y afecta a 34 personas, 16 de ellas ingresadas y seis en la UCI, y a 32 caballos, lo que supone el más extenso de los registrados en el Centro Europeo de Control Enfermedades, según ha afirmado este miércoles Rubén Bueno, doctor en Ciencias Biológicas y contratado para ayudar a controlar los mosquitos, una labor que hace en varias ciudades españolas.
Tras la petición de la Junta de que ambos pueblos asuman los costes de la fumigación, los alcaldes de Coria, Modesto González, y de La Puebla, Manuel Bejarano, han explicado en rueda de prensa que están promoviendo una recogida de firmas entre los municipios del Bajo Guadalquivir para que el consejero de Salud, Jesús Aguirre, comparezca en el Parlamento para informar de este brote.
"La Junta debe tirar del carro"
Hasta ahora, hay casos de personas o animales afectados en La Puebla, Coria, Almensilla, Mairena del Aljarafe, Gelves, Bormujos, Camas, Dos Hermanas, Los Palacios, Sevilla, Las Cabezas y Lebrija, según la información remitida por Salud a los alcaldes.
Ambos regidores han criticado que desde la Junta de Andalucía les atribuyan a ellos las competencias para luchar contra los mosquitos alegando un decreto de 1995, que ellos consideran superado por una ley de 1997, y han subrayado que en caso de alerta sanitaria como la decretada por virus del Nilo es la administración autonómica la que debe actuar.
"La Junta debe tirar del carro" y los ayuntamientos colaborarán, como han hecho hasta ahora, ha subrayado el alcalde de La Puebla.
Ha añadido que para una correcta fumigación, la Junta es "más ágil" porque desde los ayuntamientos no pueden actuar en el Guadalquivir, lo que requiere permisos de la Confederación; en los pinares, que exige autorización de Medio Ambiente por la posible afección a las aves; y en las marismas, que necesita el beneplácito de los arroceros.