El Banco de Alimentos de Huelva da la voz de alarma. Nunca antes sus estantes se habían quedado vacíos en los 25 años que lleva activo. Un Banco de Alimentos sin posibilidad de abastecer a los más necesitados es una urgencia para cientos de familias onubenses. La situación es similar en los almacenes de los otros 54 Bancos que hay repartidos por todo el país.
En Huelva, este año, los alimentos no perecederos han desaparecido del Banco de Alimentos, en 2023 este apartado de la ayuda humanitaria supuso un total de 400.000 kilos de alimentos que este año quedan en nada, de ahí, el insólito escenario de los estantes vacíos en Huelva, “llevo 12 años como presidente de este Banco de Alimentos y nunca vi algo así”, dice Juan Manuel Díaz Cabrera.
El palpable vacío de los almacenes de los Bancos tiene varios motivos, empezando por la bajada de donaciones. Pero el principal motivo, detallan, señala al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. El Gobierno ha cambiado las normas de distribución de la ayuda que recibían de Europa. Como resultado, este emisor de alimentos para los más necesitados ha dejado de contar con una media de más de 25 millones de kilos de alimentos al año.
“Ahora, por decisión del Gobierno, esos alimentos se destinan a determinadas familias”, cuenta a Voz Pópuli Pedro Castaños, subdirector del gabinete técnico de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) que confirma que, con esta medida, se está dejando de asistir por el recurso de los Bancos a un millón de personas en toda España.
“Se debería haber desviado ayuda de otros fondos, no restringir a parte de los beneficiarios de una ayuda", valora Castaño. Desde Huelva, el responsable provincial coincide, “no entiendo esta medida que solo en Huelva deja fuera del sistema de ayuda a la mayoría de personas que dependían de nosotros”, en concreto, de los 14.000 beneficiarios que tenía el Bando de Alimentos onubense, el 70% deja este año de tener cobertura alimentaria por esta vía, unas 9.800 personas de zonas como la barriada de El Carmen, San Sebastián o Pérez Cubilla no cuentan con los alimentos no perecederos que se cubrían con los fondos europeos.
El cambio en la asignación de fondos para los Bancos del Ministerio afecta al Fondo de Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas (FEAD) que, solo en el segundo semestre de 20023 supuso 25 millones de kilos de alimentos. Sin embargo, ante el récord histórico de la pobreza infantil en España en 2023 que afecta a casi al 11% de menores, 4,8 puntos porcentuales más que antes de la pandemia, según el último Análisis de la Encuesta de Condiciones de Vida, el Ministerio ha reorganizado la ayuda.
“Es una intención bienintencionada, pero que deja fuera a mucha gente”
Desde FESBAL entienden que el Ministerio haya tomado medidas urgentes para responder a la pobreza infantil. Esa medida pasa por redirigir las ayudas europeas de la FEAD a exclusivamente Cruz Roja, excluyendo a la red de Bancos que asumía al 50% de esta ayuda que se traducía en alimentos no perecederos.
Según FESBAL, el ministerio solo prioriza ahora en la distribución de la FEAD a las familias o personas con hijos menores a su cargo, “pero están dejando a muchas personas fuera, ¿qué pasa con los que tienen hijos mayores de 16 años, con los desempleados, vulnerables o con las personas mayores?”, plantea Castaño.
Los cálculos de FESBAL son elocuentes, según los Bancos de Alimentos esta reorganización de la asistencia social ha sacado a un millón de personas en España de la red alimentaria que desde hace más de 20 años vienen gestionando los Bancos de Alimentos.
La urgencia del Ministerio de Pablo Bustinduy por resolver la pobreza infantil ha terminado por sacar millones de kilos de alimentos de comedores sociales, residencias o la asistencia que llega a las zonas más desfavorecidas a través de las asociaciones de vecinos, como sucede en el caso de Huelva.
La gestión de este desbarajuste en los almacenes se traduce en una obligada rebaja, “procuramos que nadie se vaya con las manos vacías”, explica Castaño. Los Bancos de Alimentos en Europa no dan la ayuda a particulares. El sistema está coordinado con entidades sociales, ONGs humanitarias cuya demanda es aprobada por los servicios sociales municipales. “En Huelva, antes asistíamos a 14.000 personas que recibían más de 150 kilos de alimentos de media al año, este curso no creo que lleguemos a entregar más de 100 kilos por persona”, revela Díaz Cabrera, que se afana por hacer malabarismo con las pocas existencias que tiene.
¿Qué pasa con los vecinos que ya no forman parte del destino de estas ayudas, con todos aquellos que no tienen menores de 16 años a su cargo? “Que yo sepa, no hay alternativa para ellos, por eso estamos redistribuyendo los alimentos”, cuenta el presidente onubense. Desde Madrid, Castaños aclara que “nadie se queda sin asistencia, pero sí es cierto que este recurso –que era el principal para alimentar en España a 1,2 millones de personas vulnerables- ya no está disponible”.
Mientras se escriben estas líneas no ha habida aclaración desde el Ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 sobre qué tipo de asistencia se ha habilitado para las personas que ya no son beneficiarias de las ayudas de los Bancos de Alimentos, un millón de personas pobres que están en vilo y que dependen de la solidaridad y del éxito que este fin de semana tendrá la Gran Recogida que recaba alimentos y donaciones económicas.