No es la primera vez que sucede. Desde el terreno, los uniformados de la Guardia Civil denuncian la precariedad con la que combaten el crimen. Ante la prensa, los responsables políticos les desmienten. Ha vuelto a suceder en Andalucía a cuenta de la situación de los efectivos marítimos de la Guardia Civil que hacen frente al narcotráfico.
El delegado de Gobierno en Andalucía, consultado por la prensa, desmintió las denuncias de la asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL). "En estos momentos, la actividad de la Guardia Civil vinculada al servicio marítimo no tiene ningún tipo de déficit que le impida llevar a cabo su labor”, ha dicho Pedro Fernández.
“Han vuelto a mentir”, dice a Voz Pópuli el secretario de comunicación de JUCIL, Agustín Leal. La entidad denuncia la maltrecha situación de los efectivos humanos y materiales. “Desde que hemos hecho la denuncia, lo que han hecho ha sido desmentir y tirar de todos lados para tratar de llevar embarcaciones a Cádiz”, afirma Leal, que denuncia que en las últimas horas se ha trasladado de Málaga a Cádiz una embarcación y se ha arreglado por urgencia otra de las lanchas náuticas averiadas.
La entidad asociativa de la guardia civil denuncia que el Servicio Marítimo andaluz se encuentra al borde del colapso, ya que de las 19 naves asignadas solamente el 36% está en situación de navegar, “solo contamos con 7 embarcaciones para mil kilómetros de litoral”, denuncian.
Incapaces ante el narcotráfico
Bien por averías mecánicas o provocadas por ataques, o bien porque no hay tripulación, la dotación es insuficiente para hacer frente a la seguridad del Campo de Gibraltar, Huelva y el interior del Guadalquivir. “Nuestro día a día es ver la descomposición del estado de derecho y del principio de autoridad, nos sentimos indefensos”, admite Leal.
En el momento de la denuncia, según la entidad, no había embarcaciones disponibles para los 285 kilómetros de costa en Cádiz y solo una semirrígida en Huelva. Desde el departamento provincial de Cádiz, consultados por este medio, desmienten la situación que denuncia JUCIL, pero apuntan a soluciones recientesn para recuperar lanchas, tras los incidentes de la semana pasada en los que una embarcación resultó dañada.
Desde JUCIL recalcan no solo la falta de lanchas y equipamiento material, sino también la ausencia de una renovación de los efectivos humanos. “Nadie quiere trabajar en estas condiciones y en esta indefensión”, detallan que no hay tripulación disponible porque nadie quiere realizar los servicios de vigilancia marítima.
Andalucía es una de las principales entradas de drogas en Europa. En la región se concentra cerca del 80% de la droga, entre cocaína y hachís, que se incauta anualmente en España. Las mafias, cada vez más organizadas y mejor armadas, aprovechan la falta de medios para operar con impunidad.
“Es una escalada de violencia y de poder, antes un narco huía y se escabullía, ahora te planta cara y te enviste”, explica Leal. Para los uniformados consultados, el punto de inflexión llegó con el desmantelamiento de OCOS Sur, el operativo especial que el Ministerio de Interior desmanteló, sacando del Campo de Gibraltar a cerca de 150 agentes especializados. “Estaban arrasando al narcotráfico, desde entonces, la escalada criminal no cesa”, valora Leal.
Cuando en febrero dos agentes fueron asesinados por una lancha pilotada por narcos mientras eran jaleados y filmados desde el puerto de Barbate, todo indicaba que habría un cambio. Pero, diez meses después, ese punto de inflexión no es fácilmente detectable. “De hecho, no es que la seguridad haya mejorado, es que la situación ha empeorado. No es solo un problema logístico; es un trato indignante hacia quienes arriesgan su vida cada día”, explica Leal, que pide un plan urgente para dotar al Servicio Marítimo de medios materiales y humanos.