España

Sinde ingresa 150.000 euros como finalista del Planeta además de cobrar pensión como exministra

La ex titular de Cultura escribió la obra galardonada, 'El buen hijo', mientras percibía el 80% del sueldo que tenía como integrante del Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero. La guionista alegó en su día que no renunciaba a la indemnización por falta de ingresos. Desde enero de 2012 ha recibido del Estado algo más de 100.000 euros.

  • Ángeles González Sinde (i), junto a la escritora Clara Sánchez, ganadora de la 66 edición del Premio Planeta.

La exministra de Cultura Ángeles González Sinde, flamante finalista del 62 Premio Planeta de Novela por su obra El buen hijo, aún percibe indemnización como integrante del último Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Este segundo puesto por el libro que presentó bajo el título Volver a los diecisiete y el pseudónimo Salvador Durán le permitirá embolsarse 150.250 euros (la ganadora Clara Sánchez, por su parte, obtendrá 601.000 euros por la novela El cielo ha vuelto). Si bien la ley no impide alternar la percepción de la cesantía con ingresos por creaciones literarias, artísticas o científicas, lo que está claro es que González Sinde ha disfrutado de esta pensión, con cargo al dinero de todos los contribuyentes, mientras gestaba la obra que le ha reportado ahora un pingüe beneficio, a la espera de los royalties. Después de cobrar un sueldo de 4.598,79 al mes como ministra, ha recibido del Estado algo más de 100.000 euros desde enero de 2012.

Según ha podido saber Vozpópuli de fuentes solventes, la guionista todavía cobra hoy la cesantía, junto a otros dos ex altos cargos del Ejecutivo de Zapatero (de un universo de 57), y todo apunta a que agotará el plazo de su percepción, 24 meses tras abandonar el puesto. Sinde, que no llegó a militar en el PSOE, fue la única integrante del Consejo de Ministros, reunido en funciones por última vez el 16 de diciembre de 2011, que no renunció a esta indemnización tras el cambio normativo introducido por el Gobierno del PP. El departamento de Hacienda, con Cristóbal Montoro al frente, eliminó "para siempre" en julio de 2012 la posibilidad de que los altos cargos compatibilizaran durante un máximo de dos años el cobro de la cesantía con cualquier otra remuneración pública o privada, estableciendo por ley que los afectados eligieran entre una y otra.

Si bien la ley no impide alternar la percepción de la cesantía con ingresos por creaciones literarias, artísticas o científicas, lo que está claro es que Sinde ha disfrutado de esta pensión mientras gestaba la obra que le ha reportado ahora un pingüe beneficio

El Gobierno de Rajoy reguló así por primera vez esta normativa de privilegios que se remonta a la época de Adolfo Suárez (UCD). En concreto, el artículo 10 de la ley 74/1980, de 29 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 1981 establecía que aquellos "que cesen en el ejercicio de dichos cargos a partir del 1 de enero de 1981 tendrán derecho a percibir, a partir del mes siguiente en que se produzca el cese, y durante un plazo igual al que hubieran desempeñado el cargo, sin que puedan percibirse más de 24 mensualidades, una pensión indemnizatoria mensual igual a la dozava parte del 80% del total de retribuciones asignadas al cargo respectivo en el Presupuesto en vigor durante el plazo indicado".

Tras la adopción de esta medida por el Ejecutivo del PP, una veintena de exministros y exsecretarios de Estado que alternaban la pensión con su sueldo de diputados siguió las instrucciones dadas por el Grupo Parlamentario Socialista y renunció a ella. Entre ellos se encontraban Manuel Chaves, José Blanco, Francisco Caamaño, Carme Chacón, Trinidad Jiménez, Leire Pajín, Antonio Camacho o Soraya Rodríguez. Tanto Alfredo Pérez Rubalcaba como Laura Seara, ex secretaria de Estado de Igualdad, siendo diputados por Madrid y Orense respectivamente, rechazaron cobrarla desde principios de la legislatura.

Retomó la historia tras salir del Ejecutivo

Sinde, expresidenta de la Academia de Cine, esgrimió para seguir reclamando esta pensión que no disponía de otra fuente de ingresos. Un argumento que ofrecía a la vez que ya dedicaba su tiempo a la escritura, con altas probabilidades de que le reportara beneficios económicos en un futuro, como así ha sido finalmente. La exministra ha reconocido que la mayor parte de la novela la elaboró después del traspaso de cartera en el Ministerio de Cultura. No obstante, había empezado a redactar algunos apuntes cuando todavía no había sido llamada por Zapatero para formar parte del Ejecutivo.  

"Comencé la escritura de esta novela hace ya varios años. Pero la tuve que guardar en el cajón cuando acepté ser ministra. Durante algún tiempo sentí que la historia se me iba escapando, hasta que la retomé tras salir del Gobierno", afirmó la finalista del Premio Planeta en declaraciones a Efe. Según ella, sintió "la necesidad" de retomar la historia una vez acabó "un tiempo de gran exposición", refiriéndose así a su etapa en Moncloa. "Lo hice cuando tuve la certeza de que iba a tener tiempo, recogimiento y la soledad necesaria para sentarme a escribir", señaló con el galardón en la mano.

Preguntada por el hecho de recibir este premio cuando hace dos años dirigió el Ministerio de Cultura, desde donde concedió ayudas a editores, como las del fomento a la lectura con la compra de títulos, Sinde no vio problema "ético ni estético" al respecto. "No veo incompatibilidad. La ley lo prevé. Se puede escribir. Ha habido otros dirigentes políticos que han publicado memorias", zanjó.

Hija del fundador y primer presidente de la Academia, José María González-Sinde, la exministra estudió Filosofía y Letras (en la rama de Filología Clásica) y ha sido guionista de películas como Lágrimas negras (1998), Los aires difíciles y Manolito gafotas, además de Una palabra tuya, nominada a los Goya. Ganó este premio al Mejor Guión por La buena estrella (1997), y el de dirección novel por La suerte dormida (2003). Su segunda película como directora Una palabra tuya también estuvo nominada a los Goya en 2008. Durante su paso por la cartera de Cultura (2009-2011) dio nombre a la Ley Sinde, intento con el que Gobierno de Zapatero quiso atajar la piratería cultural. 

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