España

Casi medio millón de madrileños ya no pueden pisar la M-30: "Ahora voy al trabajo en metro"

El Ayuntamiento de la capital, respondiendo a su calendario de emisiones, ha prohibido la circulación por la 'Calle 30' a los vehículos sin etiqueta medioambiental

  • Carretera M-30 a su paso por Ventas, en Madrid (España) -

La M-30 madrileña, desde el pasado 1 de enero, es coto privado de los vehículos con etiqueta: desde que comenzó 2023, el Ayuntamiento de Madrid no permite que los vehículos antiguos transiten por la carretera de circunvalación. Según datos del consistorio, de los 800.000 vehículos que entran en la capital a diario, un 14,25% (114.000) no tienen distintivo ambiental, por lo que si quieren atravesar la ciudad, deberán hacerlo por la M-40 o cualquiera de los otros anillos que posee Madrid.

Según cifra la Asociación Vehículos Afectados por Restricciones Medioambientales (AVARM), en la Comunidad de Madrid hay 455.000 turismos sin poder entrar al interior de la M-30 y ahora tampoco circular por ella. A ellos se suman 114.000 vehículos que, al estar empadronados en la ciudad antes del 1 de enero de 2023, mantienen su derecho a circular por el interior de la M-30 hasta el 1 de enero de 2025.

Esta situación, según denuncia AVARM, hará que Madrid sea más caótica si cabe, ya que los numerosos vehículos que ya no pueden atravesar la M-30 tendrán que utilizar vías alternativas, por lo que la densidad del tráfico en la M-40 o la M-50 se verá incrementado. Afirman que esto no solo embotellará vías que ya sufren grandes atascos a diario, sino que además provocará más contaminación y gasto en combustible, ya que evitar la M-30 exige realizar más kilómetros.

Uno de los portavoces de AVARM, Miguel Álvarez, es además afectado por la medida. Ha pasado de tardar 30-40 minutos en coche a necesitar más de una hora para realizar el mismo trayecto. Su coche, un diésel de 2005, no puede acceder a la M-30 y tampoco a su interior, por lo que ahora debe aparcar fuera y entrar en transporte público. "Además, debo dejar a mi hijo en el colegio, lo que me complica aún más las cosas", cuenta a este diario.

Debido al estado de su economía, afirma no poder comprarse un vehículo nuevo y que tampoco puede adquirir un eléctrico, ya que no tiene donde cargarlo, puesto que aparca en la calle, por lo que se siente "discriminado" por las instituciones. Además, dice que ahora no contamina menos: al tener que ir por la M-40, hace 72 kilómetros más por semana y pierde una hora y veinte que antes sí podía disfrutar.

Álvarez cree que la medida de Madrid 360 es absurda, ya que provoca "más circulación, más contaminación y más atascos en otras zonas de Madrid" y que dificulta también la vida a los conductores que vienen a trabajar a Madrid desde provincias limítrofes. Desde AVARM señalan que representan un 14% de los coches que circulan a diario por la capital.

Además, esto trae otros problemas derivados, como el que tiene Alessa, una joven propietaria de un vehículo sin etiqueta que, aunque lleva varios años en Madrid, todavía necesita el GPS para moverse con fluidez. Cada vez que necesita ir a algún punto de la ciudad, el navegador le indica que conduzca por la M-30, lo que le obliga, según cuenta a este diario, a poner "puntos intermedios" en el mapa para que le indique adecuadamente y así esquivar esta carretera de circunvalación.

En su caso, el hecho de no pasar por la M-30 no le afecta, ya que utilizando la M-40 tan solo tarda "uno o dos minutos más". Este no es el caso de Miguel, otro conductor de un vehículo sin etiqueta, ha decidido dejar el coche en casa para moverse en transporte público. "Vivo con mis padres, en un municipio de la sierra de Madrid. Tenemos tres vehículos y sólo uno de ellos, el de mi padre, pueda entrar dentro de la almendra de la capital", cuenta a Vozpópuli. La situación ha cambiado mucho para él, ya que "antes, podía circular por la M-30 para, al menos, conectar con zonas de Madrid donde el coche podía circular. Ahora ya no". Cuenta que desde que ha empezado 2023, ha ido a la oficina "en transporte público para evitar dar más vueltas de la cuenta, gastar más combustible y jugármela a ser multado".

De momento, sin multas

El Ayuntamiento de Madrid todavía no ha colocado las cámaras de vigilancia que comprueben si un coche sin etiqueta está circulando por la M-30, aunque según ha podido saber Vozpópuli, la Policía Municipal de Madrid sí tiene potestad para sancionar a los infractores. Ellos son los encargados de vigilar el cinturón de Madrid a la espera de que el consistorio coloque las cámaras, un hecho para lo que todavía no hay fecha.

Al igual que hubo dos meses de moratoria cuando se 'cerró' el centro de Madrid a los coches sin etiqueta, en esta ocasión el Ayuntamiento no ha anunciado la instauración de un periodo informativo sin multas que sirva de adaptación a la norma. Cuando 'murió' Madrid Central para dar inicio a Madrid 360, el Ayuntamiento, en lugar de multar a los conductores, les envió cartas informativas.

Pese a ello, según ha podido saber este diario, los agentes de la Policía Municipal de Madrid no están multando a los conductores sin distintivo ambiental.

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