El "Ejército catalán" ideado por entidades afines al independentismo, entre ellas la Asamblea Nacional Catalana (ANC) o el Centro de Estudios Estratégicos de Cataluña (CEEC), ya no se ve tan viable al corto-medio plazo como hace unos meses atrás. Ahora, la propuesta que barajan los soberanistas es la creación rápida de dos unidades concretas: una especie de CSI y una brigada de montaña. Así lo recoge un analista y asesor del CEEC en un pronóstico que lleva por título Seguridad y Defensa en una Cataluña Independiente y que ha sido difundido por el CEEC.
El escrito, consultado por Vozpópuli, considera que "reconstruir un Ejército requiere tiempo" y apuesta por conformar rápidamente tales unidades para conseguir pronto algo "esencial": ganar "prestigio internacional" y mostrarse como un "país serio" a ojos de "socios y aliados" extranjeros. El autor de estas recomendaciones, Àlex Calvo, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Europea de Barcelona, señala en primer lugar la necesidad de constituir una "policía especializada en investigaciones criminales dentro de escenarios post-conflicto". Añade el analista que tal unidad ha sido requerida por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y el Pentágono en operaciones recientes. Este CSI se encargaría también, continúa Calvo, de la formación y el seguimiento de fuerzas policiales locales.
Despliegue de cuatro batallones
Como segunda actuación, el experto del citado think tank plantea el despliegue de una brigada de montaña, con carácter militar. Estaría inspirada, apunta, en el "Regimiento de los Pirineos número 1, una unidad de élite que luchó en la Guerra Civil española". La formarían dos batallones de regulares y otros dos de reservistas, que incorporarían a "algunos de los muchos excursionistas, montañeros, esquiadores y otros deportistas de montaña que hay en activo en nuestro país", afirma Calvo. En la actualidad, el Batallón de Cazadores de Montaña 'Pirineos' I/64, perteneciente al Ejército de Tierra, opera como una "unidad táctica fundamental para el combate" en este tipo de zonas escarpadas, según indica el Ministerio de Defensa.
Este CSI se encargaría de la formación y el seguimiento de fuerzas policiales locales
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, declaró el pasado 9 de septiembre en una entrevista con la edición digital del Financial Times que de alcanzar la independencia apostaría dentro de las "estructuras de Estado" por la constitución de un "ejército pequeño", en el espacio OTAN.
Ya con una perspectiva de futuro, al largo plazo, el asesor del CEEC describe cuáles serían las "principales funciones de las Fuerzas Armadas catalanas". Alude, por este orden, a la tarea de "garantizar la seguridad nacional y la independencia del país"; "contribuir a la seguridad colectiva en el marco de la OTAN, la UE, la ONU y las alianzas ad-hoc"; "cooperar con las fuerzas policiales en las zonas comunes de responsabilidad como la seguridad cibernética, y proporcionar apoyo logístico (bajo mando civil) en caso de desastres naturales de gran escala".
A esta lista de supuestas obligaciones de un "Ejército catalán", el analista cree que se podrían sumar otras, pero considera que "dependerá de la actitud que tenga España hacia la Cataluña independiente". Agrega aquí que "voces muy cualificadas esperan que las relaciones mejoren una vez que podamos hablar de un Estado a otro", pero matiza que "la experiencia de Gibraltar parece contradecir tales esperanzas".
Alrededor de 20.000 efectivos y 10.000 reservistas
Además, Calvo entiende que la estructura del hipotético "Ejército catalán" debería ser "flexible", con una "combinación de profesionales a tiempo completo y reservistas". Comenta que si bien la OTAN recomienda invertir en Defensa el 2% del PIB, las primeras estimaciones hablan de 20.000 efectivos y 10.000 reservistas. Estas cifras son las que difundió TV3 el pasado mayo en un polémico reportaje donde recogió la opinión del propio Artur Mas; el exdirector de la escuela de los Mossos d'Esquadra Amadeu Recasens; el investigador del Centro de Información y Documentación Internacional en Barcelona (CIDOB) Marc Gafarot; y el profesor de Derecho de la UB y experto en temas de Defensa Rafael Martínez Martínez.
Además del "Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea", Calvo dice que se necesitará una agencia de inteligencia militar (en coordinación con su contraparte civil bajo un solo director, responsable político de esta zona), un servicio de guardacostas, un centro de seguridad cibernética, y un Consejo de protección de infraestructuras críticas (para asegurar la coordinación con el sector privado). "La guardia costera es esencial para proteger el medio ambiente y los recursos naturales en nuestra Zona Económica Exclusiva (ZEE)", precisa. Algunas de estas estructuras ya fueron esbozadas por el CEEC en un informe de 2013.
El analista cree que los "gobiernos españoles han excluido a las empresas catalanas del sector"
Respecto al sector armamentístico, el analista sostiene que "los sucesivos gobiernos españoles han excluido a las empresas catalanas del sector de Defensa", en lo que considera como un "apartheid industrial que ha dañado nuestra economía". A su juicio, "sin una industria de Defensa de un tamaño similar al de otros países avanzados de tamaño comparable, además de la participación en programas internacionales como el consorcio F-35, resulta imposible avanzar para las empresas de alta tecnología en Cataluña". Concluye aquí haciendo un llamamiento a los sindicatos, las organizaciones empresariales, las asociaciones profesionales y las universidades e instituciones de investigación para que "participen plenamente en el debate industria de defensa".
El actual director del Centro de Estudios Estratégicos de Cataluña (CEEC), entidad que ha divulgado esta proyección, es Miquel Sellarès, cofundador de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC (CDC), exdirector de Seguridad Ciudadana de la Generalitat (1983-1984), siendo el primer jefe de los Mossos d'Esquadra, y exsecretario de Comunicación del Gobierno catalán (2003-2004).