El Instituto de Macroeconomía y Finanzas (IMF), dirigido por David Taguas, ha advertido de que una hipotética independencia de Cataluña tendría unos "efectos muy adversos" para su sistema financiero, que irían desde la fuga de depósitos de las entidades catalanas hasta la imposibilidad de financiarse en los mercados de capitales y la suspensión de pagos o la quiebra.
En un artículo realizado por el subdirector del IMF, Carmelo Tajadura, titulado 'La intermediación financiera ante la hipótesis de independencia de Cataluña', se afirma que en el caso más favorable, las entidades catalanas se verían sometidas a un "intenso debilitamiento" y a la división de su negocio, que mayoritariamente se encuentra fuera de Cataluña. En el peor de los escenarios, las entidades sufrirían una "ausencia absoluta de crédito, sin poder descartarse la suspensión de pagos o la quiebra".
El estudio del IMF, de la Universidad Camilo José Cela, recuerda que en Cataluña existen actualmente tres entidades financieras en las que el poder de decisión se conserva dentro de esa región: Caixabank, Sabadell y Catalunya Banc. Estas tres entidades, sobre todo las dos primeras, tienen una fuerte presencia fuera de Cataluña. En concreto, señala el informe, Caixabank cuenta con más del 60% de su negocio fuera de Cataluña (en el resto de España) y el Sabadell, sobre todo tras la compra de CAM, "está en una situación similar"
Según el IMF, Cataluña supone el 19,06% del total de crédito de España, casi tres puntos más que el 16,21% de los depósitos, mientras que los depósitos de Cataluña sólo suponen el 55% de los créditos. Además, resalta que "la brecha entre créditos y depósitos de Cataluña es la más elevada entre todas las comunidades autónomas: más de 150.000 millones, es decir el 76% del PIB de Cataluña".
En esta situación, el instituto dirigido por David Taguas advierte que la hipótesis de independencia de Cataluña supondría "efectos muy adversos" para su sistema financiero. En primer lugar, indica que las entidades financieras catalanas podrían enfrentarse a una fuga de depósitos en el resto de España que "no podrían ser contrarrestados por el flujo contrario que podría también producirse, en Cataluña, desde el resto de entidades financieras a las entidades catalanas, como consecuencia fundamentalmente de la confianza en las grandes entidades Santander o BBVA".
El IMF considera que "la sustitución a corto de esos fondos recurriendo a los mercados no sería nada fácil para Caixabank y Sabadell, que encontrarían serias reticencias para obtener financiación inmediata sustitutoria de esas fugas de depósitos, en un ambiente dominado por la incertidumbre". En tercer lugar, pronostica que la transferencia de fondos hacia Cataluña a partir de los depósitos del resto de España dejaría de ser una fuente estable de financiación. Por ello, "las entidades financieras catalanas tendrían que reordenar su negocio y separar el negocio "catalán" del "español" sin transferirse fondos entre ambos".De la misma forma, según el análisis del IMF, el resto de entidades financieras españolas también debería ajustar sus transferencias de recursos entre el resto de regiones y Cataluña. "Si no lo hicieran, es seguro que serían forzadas a ello por la regulación y por la propia actitud de la clientela".
El subdirector del IMF cree que la financiación para las entidades bancarias catalanas en los mercados "sólo podría resultar más difícil" e incluso en el caso de una independencia pactada, la reticencia de los mercados, ante el incremento de la incertidumbre, les haría retraerse, al menos a corto plazo. "En el caso de independencia unilateral, financiarse en los mercados se convertiría en absolutamente imposible para las entidades financieras catalanas a corto plazo", indica. Además advierte que "la financiación vía BCE (que, a 30 de junio de 2012, supone la considerable cifra de 65.500 millones de euros entre las tres entidades catalanas) se acabaría al salir Cataluña de la Unión Europea".