ERC y la CUP se han comprometido este martes a elaborar un "plan de choque" destinado a realizar un "cambio profundo" y a dar "un giro de 180 grados" al modelo de seguridad y orden público de Cataluña.
ERC y la CUP han mantenido este martes la segunda reunión de negociación con vistas a la formación del nuevo Govern y han profundizado en la puesta en común de las políticas sociales y de avance hacia la independencia que desean impulsar durante la próxima legislatura.
Ambos partidos de la izquierda independentista han empezado a hablar, en esta segunda reunión, de medidas concretas que el nuevo Govern tendría que tomar de forma rápida para paliar los efectos de la crisis.
Según indica ERC en un comunicado, ambos partidos han puesto encima de la mesa también "un plan de choque que tiene que permitir hacer un cambio profundo en el modelo de seguridad y orden público de Cataluña".
"Compromiso antifascista"
Los dos partidos, además, han trabajado conjuntamente en la concreción de "un compromiso antifascista" que se quiere hacer extensivo al resto de grupos del Parlament "para afrontar la entrada de Vox en la cámara".
La CUP, por su parte, precisa en su propio comunicado que este compromiso puede traducirse en un Pacto Nacional Antifascista (PNA) y que conlleve también "un código deontológico para los representantes políticos que suscriban el pacto".
Con la vista puesta en los incidentes ocurridos durante las protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel, la CUP ha insistido en la necesidad de "un plan de choque que permita virar en 180 grados la estrategia antirrepresiva del país".
Ambas formaciones han acordado seguir trabajando en las cuestiones que ya han abordado hoy y también se han emplazado a volver a reunirse durante los próximos días.