Este sábado se celebra al congreso de ERC en el que se dirimirá quién ocupará la presidencia del partido. Un cónclave para el que parte como indiscutible favorita la candidatura liderada por Oriol Junqueras, que dos semanas atrás exhibió musculatura haciéndose con el apoyo de un tercio de la militancia (2.577 votos, seis veces más de los avales necesarios para presentarse a las primarias). Confiado de su victoria, Junqueras ha querido calmar las aguas de una formación en crisis tras la polémica a cuenta de la estructura secreta dedicada a la guerra sucia —cuyo caso más conocido ha sido el de los carteles 'fake' contra Ernest Maragall, que sugerían que padecía Alzheimer como su hermano Pasqual—.
Así, el 'exvicepresident' catalán anunció el pasado sábado su voluntad de convocar a las otras candidaturas en disputa —la 'rovirista' Nova Esquerra Nacional' y la crítica Foc Nou— en aras de convertir a Esquerra en un partido "fuerte y grande" que "no excluya a nadie". Sin embargo, su tentativa de conciliación —que alternó con duras criticas a sus competidores— no ha logrado rebajar la crispación que reina en la formación republicana.
Por una parte, el líder Nova Esquerra Nacional, Xavier Godàs, ha tildado en una entrevista en ACN de "monarquía absoluta" la plataforma 'junquerista' —previamente, ésta se había reivindicado como representante del "pueblo" frente a la "aristocracia" de los 'roviristas'—. Además, ha acicateado a Militància Decidim a expulsar a uno de sus miembros, Saül Garreta por un tuit sobre Maragall y el Alzheimer: "Es un incompetente".
Por otra parte, en el debate celebrado ayer entre los aspirantes a ocupar la secretaria general del partido, fue la 'junquerista' Elisenda Alamany la que cargó con más virulencia contra sus contricantes. Así, no dudo en comparar los candidatos de NEN y Foc Nou con los tribunales españoles —punta de lanza de la "represión española", según el secesionismo— y con la extrema derecha porque "quieren inhabilitar a Junqueras para presidir ERC". Una decisión que, a su juicio, "haría feliz a Junts y al PSC" y que cuestionó con un símil futbolístico: "¿Os imagináis que el Barça echara a Messi".