El 'expresident' Pujol cayó en desgracia en 2014 tras confesar que había mantenido una fortuna oculta en Andorra durante tres décadas. El hecho supuso un varapalo moral para el secesionismo, que encajó mal que la conducta fiscal de uno de sus 'padres fundadores' pusiera en tela de juicio uno de sus principales lemas: 'España nos roba'. Y Pujol se convirtió en una figura tóxica —estigma del que hasta entonces se había librado pese a sus exabruptos hispanófobos, como cuando definió al hombre andaluz como la "muestra de menor valor social de España"—. Sin embargo, de un tiempo a este parte, Pujol ha sido paulatinamente rehabilitado por el nacionalismo y la izquierda catalanista.
Es cierto que el separatismo más dogmático lo disculpó —e incluso ensalzó— en el mismo momento de su confesión. Es el caso, por ejemplo, del columnista Efrem Gordillo, que solo unos días más tarde publicó un articulo en 'El Punt Avui' bajo el elocuente título de 'Gracias, 'president'. En él, juzgaba 'peccata minuta' haber estafado a un "Estado que ha intentado destruir Cataluña" y absolvía a Pujol por los servicios prestados a un país que "quiere con locura". Pero, salvo excepciones, la veda la abrió TV3 con la emisión de un especial informativo en abril de 2021 en el que se alababa su legado político, se insistía en su escaso afán por el dinero y se alimentaba la tesis de que su caso había sido orquestado por las "cloacas del Estado".
Un par de años más tarde, en 2023, la contertulia Pilar Rahola celebró en febrero una 'calçotada' independentista en la que el 'expresident' fue uno de los invitados estelares junto al que fuera su delfín político, Artur Mas. Éste, por su parte, se refirió por aquellas fechas en una entrevista a la corrupción de su mentor como una "confusión". Dos meses después, Pujol reapareció como convidado en un acto organizado por Òmnium Cultural —cuya presencia fue difundida en redes por el secretario general de Junts, Jordi Turull, validando así su figura—. Y en abril de ese mismo año se le pudo ver en una fiesta organizada por Equinox, una emisora francesa con sede en Barcelona. Allí, coincidió de nuevo con Mas, pero también con políticos no independentistas como Salvador Illa.
La reunión con Illa como punto de inflexion
Desde entonces, el 'expresident' ha ido apareciendo en distintos actos con total normalidad. Sin ir más lejos, el pasado martes acudió a la presentación de un libro sobre Prat de la Riba acompañado del exdirector de La Caixa y diputado de Junts Jaume Giró. Sin olvidar que hace dos semanas 'La Vanguardia' lo citó junto a Mas y al exalcalde de Barcelona Xavier Trias para mantener una dilatada conversación sobre los orígenes de Convergència, de los que se cumplen 50 años. Aunque, sin duda, la reunión que ha supuesto un punto de inflexión por su calado simbólico fue la mantuvo con Salvador Illa en el Palau de la Generalitat hace un mes. Tras el encuentro, que formaba parte de una ronda de contactos de Illa con sus antecesores, éste sentenció que Pujol era "una de las figuras más importantes de la historia de Cataluña".
Y, este mes, el nacionalismo culminará su blanqueamiento convocando un homenaje al exmandatario próximo día 29 en Castellcerçol. Allí, la asociación Amics d'en Prat de la Riba celebrará un acto que, bajo el nombre de 'Hay país' y previo pago de un mínimo de 6,20 euros, reunirá a pesos pesados de la historia de Convergència para que reivindiquen la "acción de gobierno" de Pujol. Entre ellos, su antigua mano derecha Lluis Prenafeta; la expresidenta del Parlament Núria de Gispert, el 'exconseller Felip Puig, o los antes citados Mas y Trias. El broche de oro de la velada correrá a cargo del propio Pujol, que pronunciará una "reflexión final" sobre su obra política.
Llamativamente, el anuncio del evento tiene lugar tan solo dos semanas después de que la Audiencia Nacional anunciase que juzgará a la familia Pujol por delitos de falsedad documental y blanqueo de capitales en noviembre de 2025. En esa fecha, el patriarca nacionalista contará con 95 años de edad.