La secretaria general de ERC, Marta Rovira, sigue defendiendo a capa y espada su pacto de máximos con el PSC a pesar de a profunda división en las bases. Este miércoles, Rovira ha seguido animando a validar el acuerdo y ha expresado que han cumplido con lo que pidieron las bases después del varapalo electoral, donde los republicanos perdieron hasta 13 escaños quedándose en un total de 20. Ha expresado que avanzar hacia la financiación singular con la recaudación de los impuestos catalanes además de las otras carpetas soberanistas, ha sido hacer valer los escaños, que era lo que se les requería.
Sin embargo, la cúpula de ERC pasará su 'prueba de algodón' este viernes, cuando las bases voten si aprueban o no investir a Salvador Illa con el acuerdo alcanzado, de ellas depende también fijar el calendario de la investidura y, en consecuencia, acelerar o no el retorno de Carles Puigdemont, que ha dicho que estará presente cueste lo que cueste. Sin embargo, dentro de las mismas filas de ERC ya hay cargos de peso que se han posicionado en contra en medio del lanzamiento de puñales interno que lleva prolongándose desde el escrutinio electoral. Y es que la diputada republicana en el Congreso, Pilar Vallugera, ya ha hecho público su recelo, así como portavoces regionales y alcaldes republicanos.
A esta tensión se le une el escepticismo de Oriol Junqueras, que ha dejado sola a la secretaria general en el pacto con el PSC y se ha mantenido estratégicamente al margen. Junqueras ha abanderado el frente de la sospecha, abriendo aún más la ruptura del tándem con Rovira dentro del partido, en claro interés por revalidar el mandato al frente de la presidencia de ERC, que es su principal objetivo. Tras el paso atrás de Pere Aragonés después de las elecciones, ha sido paulatina la pérdida de confianza en Oriol Junqueras en el partido en medio de las intensas voces republicanas que piden una renovación total de la cúpula.
Es en este contexto cuando Junqueras ha visto la ocasión para sacar rédito y validar las dudas sobre un pacto con el PSC qué gran parte de la militancia tilda de "españolista". En su papel para volver a optar por la presidencia y en plenas dudas sobre si podrá ser candidato a la Generalitat en un futuro por la aplicación de la amnistía, Junqueras se ha erigido estos días como el líder crítico que pasará factura al PSC si incumple los acuerdos alcanzados con ERC. En medio de su gira en asambleas territoriales para conseguir avales de cara al congreso de noviembre, ha visto una preciosa ocasión para desempeñar un papel de 'guardián' de los intereses republicanos frente al Illa.