España

La compra de una bicicleta conduce al laboratorio de falsificación de dinero más grande de Europa

La Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra han desarticulado el laboratorio de falsificación de billetes de 500 euros más activo de Europa

  • El principal cabecilla de la organización que controlaba el mayor laboratorio de falsificación de billetes de España

La compra de una bicicleta eléctrica con dos billetes falsos de 500 euros en Cervelló (Barcelona) ha permidio desarticular el laboratorio de falsificación más importante y activo de Europa en la última década. Tomás, el cabecilla de la organización, contaba con el patrocinio de narcotraficantes albaneses para desarrollar un dinero casi imperceptible que tenía una calidad de 9,7 sobre 10, según han informado a Vozpópuli fuentes policiales.

Tomás M.J., un hombre español de unos 50 años, ya fue detenido por falsificación de dinero en 2009. Su actividad profesional siempre había estado centrada en el narcotráfico y acabó cumpliendo condena en la prisión de Picassent (Valencia). En ese recinto conoció a otros cinco delincuentes que en el futuro iban a ser sus lugartenientes.

Este experto 'impresor' abandonó la cárcel en 2017 y tan solo dos años después ya volvió manos a la obra con sus acciones delictivas. Para elló contó con la financiación de un grupo de narcotraficantes que le pagó las máquinas y el material para poder generar billetes falsos de 500 euros.

El objetivo de estos traficantes era quedarse parte del dinero para poder hacer transacciones de droga con narcos de otros países que no percibían la diferencia. Consiguió tal calidad en sus billetes que, según las autoridades, eran casi imperceptibles y tenían una calidad de 9,7 sobre 10.

El error de la banda

Fue tal la cantidad de dinero que producía que se quedaron sin las bandas holográficas. Tuvieron que parar las máquinas porque no recibían el material de china aunque ya había sido capaces de generar más de ocho millones de euros falsos, según los investigadores de la Policía Nacional, Mossos d’Esquadra y EUROPOL.

Los agentes centraron sus pesquisas en este grupo a mediados del año pasado cuando detectaron en la circulación los billetes falsos y su incidencia afectaba a gran parte del territorio nacional. Además, la Brigada de Investigación del Banco de España, como Oficina Central Nacional para la falsificación de moneda, tuvo conocimiento de numerosos hechos delictivos por toda la península con billetes falsificados de este indicativo.

De forma paralela, el pasado 12 de agosto los Mossos d’Esquadra de la Unidad Central de Falsificación de Moneda detuvieron a dos individuos que intentaron comprar una bicicleta eléctrica con dos billetes falsos de 500 euros. Ese arresto puso nervioso a los otros miembros de la organización que escondieron en las proximidades de su casa una mochilla con más de cuatro millones de euros en billetes falsos de 500.

Amigos de la cárcel

Esa mochila fue encontrada por un vecino que avisó a las autoridades. Previamente había acudido a una sucursal bancaria para comprobar que los billetes eran falsos. Esa bolsa permitió identificar a todos los miembros de la banda ya que tenía las huellas de los seis integrantes del grupo.

Los miembros del grupo criminal se conocieron en la cárcel de Picassent cumpliendo condena por diferentes delitos, continuando con su amistad a la salida de la cárcel. El impresor los volvió a reunir en una nave de la provincia de Valencia, donde habría vuelto a montar un nuevo laboratorio gráfico.

Una parte de las impresoras con las que falsificaban el dinero de 500 euros

Durante el tiempo que duró la producción (alrededor de 3 meses), cada uno de ellos realizó diferentes funciones, como limpieza de máquinas, compras de diferentes materiales, etc., llegando a imprimir una cantidad de billetes falsos estimada en unos 8.000.000 de euros. Ese dinero era destinado presuntamente a la comisión de diferentes actividades delictivas, como la compra de droga.

Vivía en una casa de lujo en Altea

El principal investigado vivía cómodamente en Altea con su mujer y la hija pequeña de ésta, llevando una vida ociosa desde que salió de la cárcel. Durante este tiempo hizo acopio de material y, cuando tuvo el laboratorio ya instalado, reunió de nuevo a este grupo criminal para iniciar otro proceso de producción de billetes falsos. Los billetes siguieron entrando en diferentes ciudades, pero en pequeñas cantidades.

Con la llegada de la pandemia a inicios de 2020, al no poder realizar nuevos pedidos de material a China, ya que se encontraba cerrada comercialmente, la producción siguió paralizada. En este punto, decidieron trasladar el laboratorio hasta una nave próxima al domicilio del impresor, cercana a Alfa el Pi (Alicante).

Se trataba de una nave bastante discreta y que era utilizada únicamente para almacenar el laboratorio, a la espera de encontrar una nueva nave para la producción. Allí el impresor se sentía bastante seguro, y aparecía con cierta asiduidad, principalmente para reparar vehículos que posteriormente vendía en portales de Internet.

Pensaban trasladarse a Francia

Este grupo criminal buscaba de nuevo financiación con la idea de trasladar el laboratorio a otro lugar e iniciar el proceso de producción de billetes de 500 euros falsos. Inicialmente pensaron en Brasil, pero finalmente se decantaron por Francia.

Con toda la información recopilada y con la nave del material de impresión centrada, se decidió la explotación operativa de la investigación llevando a cabo las seis detenciones de manera simultánea en las provincias de Valencia, Alicante, Barcelona y Málaga, donde se registraron seis domicilios, dos naves industriales además de una caravana en Teruel.

La investigación ha sido tutelada por el Juzgado de Instrucción número 4 de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) y se han practicado entradas y registros en Xirivella, Sagunto, Altea, La Nucía, Terriente, Sant Cugat del Valles y Cervelló. Se calcula que este grupo criminal ha producido en nuestro país 8.000.000 en billetes de 500 euros falsos.

Los detenidos pasaron a disposición judicial imputados por los delitos de la falsificación de moneda y pertenencia a grupo criminal, ingresando en prisión los principales investigados, incluido el impresor y el líder del grupo. Todos ya se encuentran en prisión provisional por estos hechos.

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