La Generalitat Valenciana vive en el alambre en lo que respecta a sus recursos económicos. La situación de la tesorería de la Administración autonómica empieza a ser insostenible, tal y como adelantó Vozpópuli. El balance de la recaudación tributaria de 2024 no ha podido ser mejor y ha supuesto una inyección de oxígeno pero es claramente insuficiente para que el Consell que encabeza Carlos Mazón pueda atender sus obligaciones sin retrasos durante mucho más tiempo.
El propio Mazón informaba ayer durante la presentación de ese balance que la Generalitat Valenciana “ha ingresado 2.541 millones de euros en 2024", lo que supone un 7,8% más que en 2023. Y todo ello se ha logrado pese a que se ha reducido la presión impositiva sobre los ciudadanos y cumple con la máxima del presidente valenciano que siempre ha defendido que "bajar impuestos funciona".
Transmisiones Patrimoniales
La eliminación del impuesto de Donaciones y Sucesiones y la rebaja de tipos en Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados han supuesto un ahorro de 127,5 millones de euros a los valencianos y, pese a ello, en el segundo de los casos ha sido la locomotora de ingresos para la Generalitat en el apartado impositivo.
Por provincias, todas suben: Alicante experimentó un incremento del 10,9% en ingresos tributarios (1.117 millones de euros); Castellón registró un aumento del 13,7% (212 millones de euros); mientras que en la provincia de Valencia los ingresos aumentaron un 4,1% (1.211 millones de euros).
Estas buenas noticias de la gestión económica de la Generalitat, junto al alto nivel de ejecución (98%) de los ingresos realizados sobre los derechos reconocidos no son suficientes para evitar apuros a una Administración que vive cerca del colapso.
La DANA que lo cambió todo
El enorme esfuerzo que están suponiendo para las arcas de la Generalitat Valenciana las inversiones para recuperar las zonas dañadas por la DANA del pasado 29 de octubre es enorme.
La actitud del Gobierno de Pedro Sánchez es lo que más preocupa al Ejecutivo de Mazón, quien reflexiona sobre si el jefe del Ejecutivo realmente "está buscando la asfixia, que vivamos arrodillados, para que cuando nos den dos migajas digamos ¡gracias señor mío! porque me estaba ahogando. Es una irresponsabilidad extraordinaria".
El mensaje de ayuda de Mazón es claro y alto. Es un SOS económico en toda regla porque reconoce que la Administración autonómica valenciana –la más endeudada de España en términos relativos– "vive una situación especialmente difícil y complicada desde el punto de vista de la liquidez".
La tormenta perfecta
La Generalitat Valenciana vive una tormenta perfecta. Al sobreesfuerzo que exige la destrucción causada por la DANA tiene que sumar que el Gobierno no ha actualizado las entregas a cuenta que suponen una merma mensual de casi 200 millones de euros.
También es muy dañina la ausencia de un Fondo de Liquidez Autonómico extraordinario que se traduce en que la "falta de capacidad de tesorería", que esgrimía ayer Mazón, acumule otra merma de 3.000 millones de euros, en este caso, anuales.
Sin una reforma del modelo de financiación autonómica que mejore las actuales condiciones para la Comunidad Valenciana (a la espera del Consejo de Política Fiscal y Financiera del próximo día 26 de febrero), el Gobierno de Mazón está condenado económicamente.
Pendientes de los créditos y del CPFF
Esta cuestión se llevará a esa reunión con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien tiene intención de abordar igualmente la condonación de la deuda de las diferentes autonomías.
Las ayudas que le va a dar el Gobierno de Pedro Sánchez destinadas a paliar los daños de la triple riada del 29 de octubre están condicionadas a que la Generalitat se endeude más (ya es la peor en ese apartado a nivel nacional). Es decir, Sánchez ha ofrecido créditos a devolver.
Por ello, Mazón, sin esperar nada de Sánchez a estas alturas, se ha lanzado a buscar ayuda entre las entidades financieras para que mejoren los recursos de la Generalitat Valenciana a corto plazo (con bajada de intereses del FLA y préstamos). Es el caso del BBVA, Caixabank, Sabadell o Santander, así como en empresas del sector energético que pueden contribuir a aligerar las cargas de reconstrucción de la provincia de Valencia.
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fede_merino
31/01/2025 10:16
Primero Mazón y después Sánchez, o al revés, a la calle; o mejor, al banquillo. Y porque ya no se estila la guillotina.