Las dos principales organizaciones de la CUP, Endavant y Poble Lliure, han fijado posición sobre si los anticapitalistas deberían entrar en el Govern: los primeros rechazan formar un "gobierno unitario independentista", mientras los segundos abogan por "contribuir a la formación" de un nuevo ejecutivo.
Pese a otros matices que puedan existir, la principal diferencia entre estas dos 'almas' de la CUP es que Endavant pone mayor acento en el anticapitalismo, al tiempo que Poble Lliure suele abogar por cerrar filas con el resto del independentismo, unos enfoques que ya contrastaron tras las elecciones de 2015, cuando debatieron si había que investir o no a Artur Mas como president.
Así, Endavant señala en su comunicado que "sería un error confiar en la conformación de un gobierno unitario independentista como elemento que pueda generar por sí solo un nuevo embate independentista con capacidad de desestabilizar al Estado y materializar la autodeterminación".
"No podemos permitirnos participar en un gobierno autonómico bajo la tutela de ERC y/o JxCat, que sostienen acusaciones particulares contra independentistas y activistas de luchas sociales, permiten la actuación de los Mossos d'Esquadra en los desahucios y basan la acción política en un proceso de negociación con el Estado que no busca avanzar en la ruptura, sino mantenerlos liderando el soberanismo", prosigue el texto.
'Pressing' CUP
Endavant alerta ante el inminente "pressing CUP" de que "para avanzar hacia la ruptura con el Estado la CUP no puede formar parte de ningún gobierno autonomista, ni tampoco ser la muleta para los recortes y privatizaciones que vendrán impuestos por la Unión Europea y España".
"Y, mucho menos, avalar la idea de que la autodeterminación la conseguiremos a través de un proceso de negociación con el Estado español", añade.
Por su parte, en un comunicado más breve, Poble Lliure considera que la CUP tiene "cuatro retos" tras las elecciones del 14F.
Entre ellos, se cuenta "contribuir a la formación de un nuevo Govern que presente un programa de mínimos" basado en: un plan de choque social, un "plan de desconexión con el Estado que culmine con un referéndum de autodeterminación con reconocimiento internacional en 2025", la "lucha por la amnistía y el fin de la represión" y "el retorno de los exiliados y la reconstrucción nacional de los Països Catalans".
Poble Lliure también urge a la CUP a "contribuir a la consolidación de estructuras de institucionalidad republicana", a "diseñar un cordón sanitario contra la extrema derecha" y a "consolidar el crecimiento de la unidad popular"