La profesión mayoritaria de los diputados que han pasado por el Congreso desde junio de 1977 es la de abogado (35,78%), seguida de maestro o profesor, incluyendo a los profesores universitarios (20,31% en total) y catedráticos, así como funcionarios públicos (9,54%). Obreros manuales, tales como metalúrgicos, por ejemplo, sólo ha habido 15 (el 0,69% del total), un porcentaje tan bajo como el de notarios, de los que sólo 10 han ocupado un escaño (el 0,46%).
¿Qué son sus señorías en la vida civil? ¿Qué saben hacer, qué han estudiado, dónde han trabajado, tendrán alguna salida profesional después, cuando tengan que abandonar el escaño? Un estudio realizado íntegramente por Vozpópuli sobre la vida, obra y milagros de los 2.192 diputados que hasta hoy son o han sido arroja unos datos verdaderamente reveladores: se imponen, con muchísima diferencia, los doctos en leyes, ejercientes o sin ejercer. Ha habido pocos economistas (sólo 199, el 9,13% del total), y aún menos matemáticos (exactamente 14, el 0,54% del total). Pero vayamos por partes.
Una renovación incompleta: se aferran a sus escaños
El primer resultado a tener en cuenta de este estudio de Vozpópuli es que los que alcanzan el rango superior de diputado se resisten luego a ceder el escaño. La prueba es evidente: si en estos 38 años transcurridos desde las primeras elecciones en junio de 1977 la renovación de diputados hubiera sido total en las X legislaturas que llevamos (más la constituyente), por el Congreso tendrían que haber pasado al menos 3.850 personas. Pero sólo han pasado 2.192, lo que significa que el porcentaje medio de renovación ha sido tan sólo del 56,62%. De aquí surge una primera conclusión: el escaño es como un vicio: crea adicción y es difícil de dejar.
Ha habido 510 diputadas, lo que significa que sólo han representado el 23,39% del total
En segundo lugar, el número de mujeres en todas las legislaturas en el Congreso ha sido de 510, lo que significa que sólo han representado el 23,39% del total de diputados. Segunda conclusión: pareciera como si el ser señoría fuera cosa de hombres.
Y en tercer lugar, el número de diputados o exdiputados fallecidos hasta hoy es de exactamente 143, el 6,56% del total. Lo que nos lleva a otra conclusión: que no es que los diputados sean más longevos que el resto de los mortales, sino que, como es una democracia joven, la inmensa mayoría de sus señorías ocuparon también relativamente jóvenes el escaño, por lo que aún les queda mucha cuerda.
Estudios y profesiones: leguleyos, abogados del Estado, funcionarios
El grueso del análisis de Vozpópuli sobre sus señorías es el relativo a los estudios y profesiones que ocupaban en la vida civil. En este estudio se revela que la inmensa mayoría de los que han sido diputados son licenciados en Derecho y que gran parte de ellos ejercen la abogacía como profesión. Licenciados en Derecho son un total de 781 personas, el 35,78% del total. A partir de esa licenciatura, muchos han abierto bufetes y otros se han orientado hacia otras salidas profesionales del Derecho, como jueces o magistrado, fiscales, notarios, letrados de las Cortes o abogados del Estado.
Así, letrados de las Cortes ha habido dos diputados (el 0,09 % del total): Juan José Pérez Dobón, que sólo estuvo una legislatura, e Ignacio Astarloa, del PP, que ha permanecido en tres. Fiscales ha habido seis (el 0,27%), como Antonio Camacho, Mariano Fernández Bermejo, Javier Moscoso del Prado, Alberto Ruiz-Gallardón o Federico Trillo-Figueroa (estos dos últimos, además, han sido ministros). Jueces ha habido 15 (el 0,69%); notarios, 10 (el 0,46 %), como José Luis Álvarez, por ejemplo, y abogados del Estado son o han sido 24 (el 1,10%), como Manuel Pizarro, Soraya Sáenz de Santamaría, Miguel Arias Cañete, Juan Ramón Calero, José Manuel Otero Novas, Licinio de la Fuente o Arturo García-Tizón.
Ha habido seis registradores de la propiedad, como el propio Mariano Rajoy
Finalmente, podríamos relacionar también en este bloque a los registradores de la propiedad, como el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, o Emilio García-Pumarino, Emilio Durán o José Luis Figuerola... en total ha habido seis (0,27% de la estadística global).
Maestros, profesores, catedráticos: el refugio de la enseñanza
Un sector también en auge entre sus señorías es el de la enseñanza en general, desde la básica a la universitaria. Si sumamos maestros, profesores, catedráticos, la cifra se dispara: 580 en total (el 26,45%), de los que 137 (6,28%) son catedráticos; 224 (10,27%) son profesores de instituto o maestros y 219 (10,04%) son o han sido profesores universitarios.
Muy relacionado con ese sector es el funcionarial, aunque no hemos incluido a los anteriores entre los funcionarios para conseguir así unas estadísticas diferenciadas. Como funcionarios no militares ni en el sector de la educación o el sanitario, sino personal generalmente de Ministerios se contabilizan 209 diputados (el 9,54% de todas las legislaturas). La de funcionario, en términos generales, es una profesión muy socorrida: en principio, deberían poder volver a ocupar su puesto cuando dejaran el escaño.
Claro, que en ese sentido habría que contabilizar también en este grupo a los diplomáticos: ha habido 16 en total, el 0,73%. En ese grupo se encuentran, por ejemplo, Rafael Arias-Salgado, Gustavo de Arístegui, Ignacio Camuñas, Guillermo Kirkpátric, Miguel Ángel Moratinos, Fernando Morán o Jorge Moragas, el actual jefe de gabinete del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Y, naturalmente, hay que contar a los militares. Cuatro han pasado por el Congreso (el 0,18% del total): los ya fallecidos Busquets y Llorens y Carlos Sanjuán y el fiscal militar Federico Trillo-Figueroa.
Economistas, matemáticos, científicos...
Una rama importante sigue siendo, naturalmente, la de ciencias. Por ejemplo, de los 2.192 diputados que han pasado por el Congreso, 199 eran licenciados en Económicas (el 9,13% del total), y algunos de ellos han sido ministros, como Josep Borrell, Miguel Boyer, Luis Carlos Croissier o Juan Manuel Eguiagaray; otros han ocupado altísimos cargos en la Administración, como Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que presidió el Banco de España, o los hermanos Francisco y Carlota Bustelo García del Real.
Ha habido hasta 40 inspectores del Estado, 14 matemáticos, 17 peritos industriales o mercantiles y hasta 28 administrativos
En este campo podríamos relacionar a los que han sido inspectores de Finanzas del Estado (9, el 0,41% del total); inspectores de Hacienda (4, el 0,18%); inspectores de Trabajo (10, el 0,46%), y hasta, si nos permite, peritos industriales (9, el 0,41%) y mercantiles (8, el 0,36%).
Y, en fin, también ha habido 14 matemáticos (el 0,64%), como María Soledad Arahuetes, Andrés Pedro Calero, Manuel Díaz-Pines o Francisca Pleguezuelos. Pero si nos decantamos por las cuentas, ha habido igualmente 4 asesores fiscales profesionales (el 0,18%), a saber: Juan Bertomeu, Antoni Fernández Teixidó, Inés María Rodríguez y Ramón Moreno. Como administrativos, sin más, hemos hallado 28 diputados (el 1,28%), como Juan Barranco (empleado de banca, en realidad), Pepe Blanco (que fue ministro de Fomento), Enric Ribas o Presentación Urán.
Desde el terruño y la metalurgia
El listado es muy amplio, y lo resumimos en la tabla del final, pero queremos reseñar que entre 2.192 diputados también ha habido algunos obreros manuales o agricultores. Como trabajadores del campo -aunque a veces con explotaciones agrarias, lo que les convierte en pequeños empresarios- está el ejemplo por excelencia: el coordinador de IU, Cayo Lara. Pero, en realidad, han sido 28 (el 1,28%) los que decían vivir del terruño, en buen número proveniente de la izquierda, como Antonio Romero. Otros nombres son el empresario Isidoro Hernández-Sito, o Manuel Ferrer, o el castellano Juan Castaño.
De los 2.192 diputados que han pasado por el Congreso, 80 han sido obreros en general
En definitiva, que obreros o trabajadores básicos en general han aparecido 65 diputados (el 2,98%), y como obreros del metal, 15 (el 0,69% del total). Paralelamente, habían estudiado Formación Profesional en diferentes ramas un total de 10 diputados (el 0,46%), como María Virtudes Cediel o María Dolores Compte.
De arquitectos a artistas, pasando por los curas
Por el Congreso ha pasado de todo. Por ejemplo, ha habido dos artistas declarados como tales (el 0,09%): Antonio Cantó García del Moral y el ya fallecido Roberto Soravilla. Y han pasado tres sacerdotes (el 0,14%), aunque luego dejaron de serlo: Manuel García Fonseca, Pedro Solabarría y Gabriel Urralburu, mientras que otros 6 (el 0,32%) estudiaron Teología, como Xabier Arzálluz, Joxe Joan González de Txabarri o Martiniano Martín Sánchez.
Por su parte, Ciencias Sociales han estudiado 4 (el 0,18%), como Iñaki Anasagasti o Carmelo Artiles; tres (el 0,14%) han sido escritores (Joaquín Fúster y los ya fallecidos Rafael Alberti y José Antonio Labordeta); ha habido hasta 6 deportistas (el 0,27%), como Mikel Errekondo, y, en fin, dedicados a la Educación Física ha habido 7 (el 0,32%), como Albert Soler, Sotero Fernández-Pinilla o José Ignacio Marín.
Finalmente, como empresarios declarados han pasado por el Congreso un total de 91 (el 4,17%), como Miguel Ángel Planas, Ángel Sanchís, José Melia, Abel Matutes, Santiago López Valdivielso, Neftalí Isasi o Joaquín Galant.
Aunque listado podría resultar enorme, por hacer una última relación, citar que ha habido hasta cuatro policías (el 0,23% del total), como el comisario Federico Cabello de Alba o Felipe Jesús Sicilia.