El aspecto que ofrecía Su Majestad el Rey durante el acto de apertura del Año Judicial ha hecho sonar las alarmas. Don Juan Carlos exhibió a lo largo de la ceremonia una imagen algo desmejorada, de rostro cerúleo, escasa movilidad y como retraído. Incurrió incluso en un leve despiste a la hora de darle la palabra al Fiscal General, que acaba de intervenir, y fue auxiliado por el titular de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, que se encontraba sentado junto a él.
En medios próximos a la Zarzuela han señalado estos últimos días que el equipo médico que trabaja con el Rey se muestra algo inquieto por la lentitud con que está evolucionando la rehabilitación del Monarca. La recuperación, que en los primeros compases marchaba al ritmo adecuado, se ha ralentizado, hasta casi haberse estancado. Pese a las cuatro intensas horas de ejercicios que dedica prácticamente cada día Don Juan Carlos con objeto de reactivar sus extremidades inferiores, no se advierten los progresos deseados.
Viaje a Marruecos
El viaje efectuado por Su Majestad este mes de julio a Marruecos, cinco días de intensa actividad acompañado de media docena de ministros y casi una veintena de empresarios, se desarrolló con normalidad. Aunque todo esfuerzo pasa factura, según estas fuentes. El propio Don Juan Carlos comentó entonces que "la otra vez, corrí y así me fue..." y que esta vez "la recuperación la llevaré a mi ritmo, ahora sólo pienso en mí".
El mes de agosto del Rey ha sido particularmente atípico. Muy pocos días en Mallorca, ni un paseo en el Fortuna, mínima actividad oficial salvo el encuentro tradicional con el presidente del Gobierno, y retorno a Madrid para seguir con la recuperación.
Días atrás, durante la audiencia concedida a la nueva presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, don Juan Carlos posó para las fotografías apoyado tan sólo en una muleta. Tenía el semblante serio y la espalda y las piernas algo más rígidas de lo habitual.
El lunes, sin embargo, los asistentes a la ceremonia de apertura del Año Judicial comentaban con cierta inquietud el aspecto que mostraba el Rey. Se le observó lento de movimientos, gesto sombrío, muy poco comunicativo, apenas algunas sonrisas de cortesía y una mirada como abstraída y distante. Alguno de los invitados comentaron esta circunstancia con cierta sorpresa puesto que se daba por hecho que la recuperación de Don Juan Carlos marcha sin contratiempos.
Corrupción y Urdangarin
El Monarca tuvo que escuchar, en ese acto, referencias directas por parte del fiscal general del Estado contra la corrupción, en términos muy duros y sin circunloquios, momento en el que el Rey mantuvo la expresión muy severa y algo contrariada. Era un pasaje inevitable, esperado, pero todas las miradas en ese momento se dirigieron hacia la presidencia de la Mesa. El escándalo del caso Urdangarin está demasiado presente en la sociedad española.
Tras la intervención quirúrgica del pasado marzo en la clínica privada La Milagrosa, el cirujano que llevó a cabo la operación declaró que el paciente estaría entre dos y seis meses de baja. Se trataba de atacar una hernia aparecida en la zona lumbar de la columna, que afectaba a dos segmentos y que ejercía presión sobre la médula espinal o raíces nerviosas. El caso no revestía inicialmente demasiada gravedad ya que es una dolencia habitual en personas mayores de 65 años y que produce dolor y adormecimiento en las piernas. Era la cuarta vez en la que Don Juan Carlos pasaba por el quirófano en diez meses.
Sin embargo, la preocupación en el cuadro médico que asiste a Don Juan Carlos ha sustituido a la tranquilidad y la confianza de hace un mes. Es posible que se trate tan sólo de un período pasajero y que la recuperación retorne a su ritmo habitual próximamente. Mientras tanto, la agenda de la Zarzuela tiene programadas varias citas importantes del Rey en fechas no lejanas. La más importante, la cumbre iberoamericana, para mediados de octubre, que obliga a un desplazamiento a Panamá. De momento, nadie ha hablado de modificar el calendario previsto a la espera del discurrir de los acontecimientos.