El órdago del presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, supone "el momento de mayor riesgo y tensión para la nación española", dijo José María Aznar durante la reunión, el miércoles de la semana pasada, del Patronato de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales, FAES, que él preside. A la cita, marcada casi de forma monográfica por lo que está pasando en Cataluña, faltó el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, que estuvo representado por María Dolores de Cospedal, vicepresidenta de FAES en su calidad de secretaria general del Partido Popular. Aunque a diferencia de otras ocasiones, no hubo encargos específicos del PP ni del Gobierno, el "think tank" popular dedicará el año 2013 a estudiar medidas que "permitan fortalecer la unidad de España", según indicaron a Vozpópuli fuentes asistentes a la reunión.
Asimismo FAES hará un seguimiento de la evolución hacia la consulta indepedentista en Escocia, de la que el gobierno de la Generalitat se quiere aprovechar para dar una pátina de legitimidad a su referéndum, según el acuerdo que Artur Mas ha firmado con los republicanos de ERC. Es por ello que han elegido el 2014, año en que tendrá lugar al consulta escocesa y en el que se celebra, además, el trescientos aniversario de la toma de Barcelona en la Guerra de Sucesión, fecha que se celebra todos los 11 de septiembre con la Diada.
Sobre cuáles son los posibles instrumentos legales para parar a Artur Mas poco se especificó, pero a juicio de los asistentes a la cita consultados por este medio se interpretó que la Fundación se reserva sus propuestas para los estudios que haga a lo largo del año. Otra cosa es que Gobierno y PP asuman las proposiciones de la Fundación, que siempre va un paso más allá de lo que le gusta al partido y a Rajoy, con medidas muchas veces controvertidas. El grueso de este trabajo corresponderá a Ignacio Astarloa, responsable en FAES del área de Constitución e Instituciones, ex secretario de Estado de Interior en la época de Ángel Acebes, diputado nacional por Madrid y miembro del sector crítico, sobre todo en lo que afecta a la lucha anti ETA y víctimas del terrorismo, aunque bien considerado internamente.
La fundación que preside Aznar ya ha realizado otros estudios sobre Cataluña, en concreto uno de expertos económicos para arrumbar el mito del expolio fiscal
Sin embargo, el propio Aznar dio algunas pistas por dónde pueden ir las propuestas si atendemos al disurso que pronunció el pasado 25 de octubre durante la entrega al escritor Nobel Mario Vargas Llosa del Premio FAES para la libertad. El ex presidente del Gobierno puso sobre la mesa una reforma que "nos permita tener un estado más ordenado, más eficiente, más justo". Sin aclarar si se refería a una reforma del texto constitucional en general o del modelo de Estado en particular, defendió que se deben reafirmar los principios de la España constitucional, la igualdad de los los españoles, la libertad de todos "y cada uno de nosotros frente a los chantajes, las imposiciones y las maniobras de exclusión", la supremacía de la ley "como baluarte frente al totalitarismo" y la solidaridad entre los españoles.
No es la primera vez que la Fundación que dirige Aznar tiene en su punto de mira la política catalana. Recientemente presentó en Barcelona el trabajo "El mito fiscal. Razones para un debate", destinado a desmontar la acusación del nacionalisnmo catalán sobre el denominado "expolio" que ejercería el resto de España sobre las cuentas e ingresos de los que viven en Cataluña. El coordinador del trabajo fue otro de los críticos, el diputado Gabriel Elorriaga, al que acompañaron los expertos Ángel de la Fuente, Juan José Rubio, Santiago Álvarez y Pascual Fernández. El informe fue presentado en Barcelona el 5 de noviembre, casi en el arranque de la campaña electoral, y en ese acto Elorriaga reprochó a CiU de hacer un "uso partidista y sesgado de las cifras, metodologías y resultados", de modo que se manipulaban las conclusiones finales.
Asimismo, en el pasado mes de octubre, en la nota editorial de la Fundación que acompañaba el número 36 de Cuadernos de Pensamiento Político, arremetía contra Artur Mas al que recriminaba que plantear como un derecho no tener más responsabilidad que la se siente como propia, "no tiene nada que ver con la política sino con la mera inmadurez moral (...) Es un comportamiento pueril sublimado en impostado hecho nacional, , escusa (sic) de envanecidos y motivo para el engaño. La nación que el nacionalismo pretende no se rebela contra España sino contra al evidencia de su propio fracaso gestor, contra la realidad y la manera occidental de estar en ella: el rendimiento de cuentas, al vida responsable, el Estado de Derecho".
