Las trágicas consecuencias de la DANA que ha asolado Valencia y que de momento -según las últimas estimaciones oficiales- ha arrojado un balance de 213 fallecidos ha desatado las fricciones entre diferentes entes de la administración pública. Las más sonadas las han protagonizado Gobierno central y autonómico, con cruces de acusaciones sobre las responsabilidades de la gestión. Pero también entre Moncloa y Zarzuela. Fuentes consultadas por Vozpópuli indican que, más allá de la diferencia sobre cómo abordaron la tensión en su visita oficial a Paiporta, el despliegue militar ha suscitado roces entre ambos.
El foco está puesto en el envío de un pequeño contingente de élite al servicio de la Corona. Se trata de la Guardia Real, que habitualmente presta labores de seguridad y apoyo a la Casa Real. Los militares que forman parte de este cuerpo están altamente cualificados y superan una serie de requisitos de acceso marcados por el elevado nivel de exigencia, tanto en destrezas como en pruebas físicas.
El origen de estas fricciones se remonta al pasado jueves, fecha en la que el presidente autonómico, Carlos Mazón, elevó la voz para pedir la presencia de nuevas unidades de las Fuerzas Armadas, más allá de los efectivos de la UME que llevaban operando durante las últimas jornadas. Por entonces, Moncloa ya deslizaba que no se había redoblado el músculo militar porque la Comunidad Autónoma no lo había solicitado.
¿Hasta qué punto llegarían las nuevas capacidades? El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, debía responder a esta cuestión en comparecencia ante los medios. Pero Felipe VI se adelantó. Eran alrededor de las 18.30 de la tarde cuando Zarzuela anunció el envío de un pequeño contingente de medio centenar de efectivos de la Guardia Real preparados para incorporarse a las labores de Valencia. Una bocanada de aire fresco para la población valenciana, que reclamaba más manos y criticaba la escasez de medios en los municipios más afectados.
Pero hasta el momento el Gobierno sólo tenía asignado un despliegue de la UME. Pasadas las siete de la tarde, Zarzuela apuntó que cualquier duda sobre la participación militar -incluida la Guardia Real-, debía ser respondida por el Gobierno. Y es que unos minutos más tarde apareció Víctor Ángel Torres ante los medios, hablando de las capacidades que se asignarían a Valencia.
El ministro de Política Territorial habló de una nueva oleada de 500 efectivos de la UME que a primera hora de la mañana siguiente ya estaría en Valencia. Sin embargo no hizo ninguna mención a otros efectivos de las Fuerzas Armadas. Tampoco a la Guardia Real, como Zarzuela había comunicado unos momentos antes.
Escalada militar
Fuentes políticas consultadas por Vozpópuli remiten al despacho extraordinario que Pedro Sánchez y Felipe VI mantuvieron el viernes, sin presencia de medios y donde abordaron la situación que afectaba a Valencia, así como la respuesta que debía brindarse ante la magnitud de la tragedia; entre otros, con el despliegue de las Fuerzas Armadas.
Ese mismo día el Gobierno anunció el despliegue de nuevas capacidades militares, más allá de la UME, hasta escalar hasta las cifras actuales. Según los cálculos del Ministerio de Defensa, desde este lunes por la tarde hay cerca de 7.800 efectivos militares desplegados en Valencia, procedentes de la UME, Ejército de Tierra, Ejército del Aire y del Espacio y Armada. Pero también hay un número reducido de otros cuerpos u organismos, como lo son el IGESAN (Inspección General de Sanidad de la Defensa), con cinco efectivos. También de la Guardia Real, que en el último recuento sumaban 57 efectivos.
Hasta la fecha, no obstante, no se ha visto ninguna imagen de efectivos de la Guardia Real trabajando sobre el terreno; el pequeño contingente anunciado desde la Casa Real y que ya participa en las labores ante la tragedia de la DANA.
Paiporta
Felipe VI y Pedro Sánchez han compartido más escenas durante la coordinación en Valencia. Este domingo, el rey, acompañado de la reina Letizia y del presidente del Gobierno, se trasladó hasta Paiporta, donde fueron recibidos por una muchedumbre enardecida, que reclamaba más medios para aliviar las consecuencias de las tormentas.
Sánchez abandonó la escena a bordo de su coche oficial, pero los reyes permanecieron en el municipio atendiendo a los vecinos afectados. Poco después se reencontraron en el Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) de la Comunidad Valenciana, desde donde se coordinan las labores de emergencia ante la tragedia, que por el momento se ha cobrado la vida de 217 personas.
Pedro Sánchez achacó los incidentes de Paiporta a una “minoría violenta” previamente coordinada; el rey señaló la necesidad de “entender el enfado y la frustración de muchas personas por lo mal que lo están pasando”.