La vicepresidenta del Gobierno catalán, Joana Ortega, ha abierto este martes la puerta a aplazar la consulta soberanista del 9 de noviembre en el caso de que el Estado la vete, y ha precisado que se buscará una nueva fecha para que los catalanes se pronuncien sobre su futuro, aunque no ha concretado la fórmula.
En declaraciones a RAC1, Ortega ha insistido en que la consulta debe ajustarse a la legalidad para que el proceso sea "impecable", por lo que ha dejado la puerta abierta a aplazarla si el Estado recurre ante el Tribunal Constitucional el decreto de convocatoria de la consulta.
"Yo trabajo por este 9 de noviembre, y si no, habrá otro 9 de noviembre (...). No le puedo decir si será en febrero, pero un recurso no mata nada -el proceso soberanista-, lo aplaza, no mata el ansia de los catalanes de votar. (...) Se aplaza el proceso, pero el anhelo sigue vivo", ha explicado la número 2 del Govern.
No obstante, Ortega no ha concretado cuál sería la fórmula para que los catalanes puedan pronunciarse sobre su futuro político, o bien fijando una nueva fecha para la celebración de la consulta soberanista o bien en forma de elecciones plebiscitarias.
La vicepresidenta ha criticado de nuevo que el Estado esté "judicializando" un proceso "político" como el de Cataluña, y ha reiterado que desde el Ejecutivo catalán las cosas se están haciendo con "transparencia", "rigor", "pulcritud" y buscando el diálogo con Madrid para poder acordar la celebración de la consulta.
"El Gobierno hace del frentismo su forma de actuar, tienes una pared que te rebota y te impide cualquier tipo de negociación", ha lamentado la vicepresidenta.