España

El juez destaca que el Rey conocía las irregularidades de Urdangarin como un indicio más contra la infanta

En el auto en el que cita para el próximo 27 de abril a Cristina de Borbón a declarar como imputada, el magistrado se muestra convencido de que el monarca comentó con su hija las actividades de su marido y que "consensuó" con ella que "velara" por el cumplimiento de sus "recomendaciones" para que interrumpiera sus actividades en el Instituto Nóos.

El auto del titular del Juzgado de Instrucción número 3 Palma de Mallorca, José Castro, con el que ha citado a declarar como imputada a la infanta Cristina, detalla los catorce indicios recopilados en los últimos meses contra la integrante de la Casa Real que le han llevado a tomar esta decisión. Destaca que en tres de ellos se haga mención expresa al rey Juan Carlos y al conocimiento que él tenía de las actividades irregulares de su yerno, Iñaki Urdangarin. De hecho, el magistrado considera que dicha circunstancia es un indicio más en contra de la infanta, ya que se muestra convencido de que el monarca comentó con su hija las actividades de su marido y consensuó con ella que se encargara de "velar" por el cumplimeintos de sus "recomendaciones" para que el duque de Palma interrumpiera sus actividades en el Instiuto Nóos. .

En concreto, la primera mención al soberano se produce en el cuarto indicio que esgrime el magistrado para imputar a la infanta y con el que intenta desmontar el argumento de que ni ella ni su secretario, el también imputado Carlos García Revenga, desconocían la verdadera razon por la que Urdangarín y su socio, Diego Torres, habían incluido sus nombres y sus cargos en el follete del Instituto Nóos con el que intentaban captar clientes. "Si S.M. El Rey [...] acabó por saberlo y de ahí su admonición, no se acaba de entender que su hija con un conocimiento mucho más directo y real y con el asesoramiento compartido de Don Luis Carlos García Revenga no llegara a enterarse y de propia iniciativa no hubiera decidido desvincularse formal y efectivamente de la asociación [Instituto Nóos]", destaca el magistrado. De hecho, el juez Castro considera "fuera de discusión" que tanto la infanta como su secretario "prestaron su consentimiento a que se usanran sus nombres, tratamiento y cargo" con el fin de conseguir contratos.

En el mismo indicio número cuarto, el auto destaca como una prueba más de que el monarca sabía todo lo que pasaba la actividad desplegada por su asesor jurídico, José Manuel Romero, para que el duque de Palma abandonara "determinados comportamientos". En este sentido, destaca que el conde de Fontao no hubiera actuado de esta manera si no hubiera contado con el visto bueno de don Juan Carlos. "Por qué razón iba don José Manuel Romero Moreno a asumir una carga y responsabilidad que no le correspondían respecto de personas tan estrechamente vinculadas a S:M: El Rey como eran su hija y yerno sin contar con su anuencia", destaca el juez en su escrito.

El falso "desinterés" de la infanta

Como quinto indicio, el magistrado considera que independiente de cuál fuera "el exacto contenido de la recomendación" que el monarca hizo llegar al rey, considera que en el mismo hubo "un reproche hacia las actividades de aquél en relación con la Asociación Instituto Nóos de Investigación Aplicada y una 'insinuación' de apartamiento de los órganos de gobierno de la misma o de cualquier otro entre que le sustituyera". Por ello, considera poco creible que ni la infanta ni su asesor no mostraran ningún interés por conocer por qué en un momento dado se les pidió que dimitieran de sus cargos en la ONG bajo sospecha. De hecho, considera que García Revenga debió comentar con Cristina de Borbón "las razones más pasubiles de la decisión real y su alcance de presente y de cara al futuro".

Un aparente "desinterés" sobre lo que ocurría en el Instituto Nóos que tampoco cree creible en el caso de la infanta, sobre todo por su condición de hija del rey y marido del principal implicado en la trama. Así, en el indicio número 6, el juez Castro concluye que "no se acaba de entender que S.M. El Rey no comentara con su hija lascríticas o recomendaciones que había hecho llegar o proyectaba hacer a su marido e incluso consensuara con ella su alcance y el compromiso, expreso o tácito, de que de alguna manera velara por su cumplimiento lo que le debería haber llevado a doña Cristina Federica de Borbón y Grecia a la conclusión de que las recomendaciones de su padre no se estaban siguiendo y cuestionar al respecto la actitud de su marido".

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