Madrid

Uno de los mayores clanes de la droga de la Cañada Real se libra de la cárcel

El clan de los Gebarre de la Cañada Real llegó a protagonizar un documental que fue proyectado en Cannes o el Festival de San Sebastián

  • Una furgoneta de la Policía Nacional en el sector seis de la Cañada Real Galiana -

El clan de los Gebarre de la Cañada Real se libra de la cárcel. Un juzgado madrileño ha absuelto a varios de los miembros de esta familia que tenían más de 300 plantas de marihuana y estaban conectados de forma ilegal a la red eléctrica. "No existen indicios de que tomaran parte del cultivo", refleja el auto al que ha tenido acceso Vozpópuli. La Policía Nacional y la Guardia Civil habían estado varios meses tras los pasos de este clan a raíz de una operación por el robo de catalizadores.

Los Gabarre llegaron incluso a desfilar por las alfombras rojas de los festivales de cine nacionales e internacionales. Protagonizaron el documental 'La última primavera' de la directora Isabel Lamberti. Un largometraje que mostraba el día a día de la Cañada Real desde un punto de vista crítico con las administraciones.

Este proyecto fue presentado en el Festival de San Sebastián y también participó en una de las secciones del de Cannes. Un éxito cinematográfico que tuvo un sabor agridulce para este clan ya que de forma paralela estaba siendo investigado por la Policía Nacional y la Guardia Civil.

El robo de catalizadores

La investigación comenzó el 6 de julio de 2018 en el Juzgado de Instrucción número 5 de Zaragoza. El magistrado ordenó instalar una baliza en uno de los coches que era propiedad de este clan de la Cañada Real porque sospechaban de su implicación en el robo de catalizadores. El vehículo fue localizado por la Policía Nacional en varias ocasiones en una parcela del poblado madrileño.

La parcela 166 era el epicentro de la trama. Los agentes de la Policía Nacional, con autorización judicial, accedieron al domicilio el 10 de octubre de 2018. Se estaba llevando a cabo una investigación por el robo de catalizadores y además de encontrar diversas piezas de vehículos y material sustraído localizaron una pequeña planta de marihuana de algo más de 300 unidades. También estaban conectados de forma irregular a la red eléctrica y aprehendieron 3.500 euros en efectivo.

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Dos menores en la Cañada Real durante los resgistros y detencionesEuropa Press

Sin embargo, la plantación de la droga fue localizada, en términos jurídicos, en la parcela contigua que era la 164. Un detalle que no quiso pasar por alto el juez ya que lo ha considerado fundamental para que este clan de la Cañada Real se libre de la cárcel.

Habían cubierto las paredes con aislamiento e ideado un complejo sistema de iluminación, climatización, riego, fertilización, aire acondicionado y ventiladores para favorecer el desarrollo de la plantación de marihuana. Estaban repartidas por diferentes estancias en función de su grado de crecimiento en una nave de la Cañada Real Galiana de Madrid. 

El registro de la Cañada Real

El Ministerio Fiscal solicitaba a sus cinco presuntos autores delitos contra la salud pública y delito de defraudación de fluido eléctrico. La Fiscalía pidió para los investigados más de dos años de prisión, multas de 5.000 euros para cada acusado y responsabilidad personal subsidiaria por el enganche ilegal de suministro eléctrico. 

El Grupo II de Delincuencia Organizada, especializado en prevención y persecución de grupos criminales de Madrid, detectaron un modus operandi de robos de catalizadores no solo en Zaragoza y la capital, sino en Huesca, Palencia o Badajoz entre otros enclaves. De esta operación se identificó a los acusados, que tenían un amplio historial delictivo.

La defensa del clan recayó sobre la dirección letrada del abogado penalista Juan Gonzalo Ospina, quien consideraba que la motivación empleada por el órgano instructor no era adecuada. Solicitaba la absolución de su cliente, el principal acusado que formaba parte del clan de los Gebarre de la Cañada Real.

Así, la principal línea de defensa consistía en que la plantación fue localizada en la "cada de al lado", según esgrimió la Policía Científica en la recogida de pruebas. En el registro se explicaba que: “se pasa a otra vivienda que tenía, además de su propia salida, una comunicación interna. Ello obstante para acceder a la misma fue necesario forzar una nueva puerta”, recoge la sentencia. 

Tienen más causas

Con todas estas diligencias, el Juzgado de los Penal número 1 de Madrid emitió una sentencia el pasado 23 de octubre en el que absolvió a todos los implicados. "No ha quedado del todo acreditado si realmente, al momento de la entrada y registro, alguno de los acusados se encontraba en la zona en la que estaban las plantas de marihuana, pero incluso en ese caso sería difícil considerarlo como un indicio suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia que les asiste”, expresa el magistrado Jorge Manuel Pastor Panadero.

Este juez recuerda en la sentencia que en ningún momento los acusados habían sido previamente investigados por un posible delito contra la salud pública. "No considerando suficiente que resida en la vivienda contigua el principal acusado, aquella en la que se encontraron las plantaciones", esgrime.

Esta es la primera batalla judicial ganada por el clan de la Cañada Real. Sin embargo, tienen abiertas otras causas. Hace pocos meses otros miembros de esta familia fueron detenidos en Toledo por diferentes robos. Llegaron a estar en prisión provisional pero quedaron en libertad.

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