El presidente de la Junta de Andalucía ha hecho un llamamiento al Gobierno central para frenar el impuesto especial a banca y empresas energéticas. Moreno Bonilla se ha mostrado muy preocupado por la posibilidad de que el impuesto temporal que Hacienda quiere hacer perenne espante grandes proyectos.
Es el caso del Valle del Hidrógeno Verde de Andalucía, proyecto de Cepsa que iba a convertirse en una de las primeras instalaciones europeas dedicadas a este nuevo nicho de la energía renovable que pivota en torno al hidrógeno. El Valle de Cepsa iba a comenzar a mover el suelo y las obras en 5 meses en Palos de la Frontera, Huelva.
"Están todos los pasos cumplidos", ha confesado Moreno Bonilla en alusión a la llegada del macroproyecto, afirma que su gobierno lleva 5 años trabajando para posibilitar que el gigante energético desarrolle la instalación en Huelva y Cádiz. Pero ahora, debido al impuesto, "se pone en riesgo uno de nuestros proyectos más ambiciosos", recalca el presidente. Moreno Bonilla recalcar que el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde iba a generar una inversión directa de Cepsa de 3.000 millones de euros y más de 10.000 empleos directos e indirectos en regiones necesitadas de una variable productiva.
Pérdida de competitividad
Repsol ya confirmó lo que puede pasar con Cepsa. La empresa que dirige Antonio Brufau va a llevar uno de sus proyectos en energías renovables a Portugal, donde construirá una electrolizadora de 4 MW junto al puerto de Sines. La semana pasada, la energética confirmó que mantiene en standby sus inversiones industriales en España, especialmente en Cataluña, País Vasco y Cartagena. Cepsa replicó el pasó de Repsol y expande un manto de incertidumbre en Huelva y Cádiz. Por ahora, no se sabe cómo afectarán los impuestos en el Valle, pero está claro que no le benefician.
Ante esto, Moreno Bonilla pide a la ministra andaluza de Hacienda, María Jesús Montero, que recapacite "y dé marcha atrás", ya que el impuesto hace perder la competitividad ganada por Andalucía en los últimos años, ha destacado. Principalmente, Moreno Bonilla alerta de la pérdida de ventajas con respecto a Portugal, a quien define como "nuestro gran competidor" por estar ofreciendo más facilidades para la implementación de proyectos energéticos.
El gobierno de Luis Montenegro se frota las manos, mientras que desde el sector, la Asociación de Productores Petrolíferos (AOP) advertía de que proyectos por un valor de un total de 16.000 millones de euros en España están en riesgo, en caso de que llegue a consolidarse el impuesto extraordinario. María Jesús Montero ya dijo el viernes en Sevilla que entendía estos gestos del sector energético como lógicas "amenazas" en el contexto de una negociación. Por ahora, Moncloa es cauta y pospone la resolución sobre estos impuestos hasta el próximo 30 de octubre.
Los impuestos extraordinarios, según datos de Hacienda, recaudaron más de 5.700 millones entre 2023 y 2024, cantidad que, desde Andalucía, Moreno Bonilla denosta: "un importe que en términos recaudatorios no es significativo; pero que en términos sociales y económicos suponen un enorme obstáculo y dinamita nuestra capacidad de inversión en términos energéticos". Desde la Junta lamentan que la "voracidad fiscal" de Moncloa pueda restar posibilidades de desarrollo en regiones como Huelva y Cádiz, sedientas de diversificación productiva, y que ven en la reconversión de la industria de las renovables una oportunidad.
Desde la Junta recuerdan que la reconversión energética que impone la Agenda 2030 y la integración de electricidad de origen verde en los nuevos proyectos industriales otorga una ventaja significativa a Andalucía respecto a otras regiones. La comunidad autónoma presume de ofrecer un abastecimiento en energías fotovoltaicas y eólicas. Moreno Bonilla habla de la oportunidad de "dar el gran salto" en el paradigma productivo. Según cálculos oficiales, Andalucía ha conseguido diversificar su mix energético, de hecho, el 60% de la red eléctrica proviene ya de fuentes renovables y se espera que en los próximos años se llegue a tener un 80% de forma estable, lo que entienden como ventaja competitiva de cara a la nueva reindustrialización..