La mayoría de la sociedad vasca ha pasado la oscura página del terrorismo. Y los partidos también. Esta ha sido la primera campaña electoral de unas elecciones vascas en las que todo lo relacionado con ETA ha ocupado un lugar marginal, menos que testimonial, casi inexistente. En el debate entre los candidatos emitido en la cadena pública ni siquiera se mencionó a la banda terrorista. Ni una sola vez. Tampoco los candidatos se acordaron de sus víctimas. Y nadie habló de políticas públicas de memoria sobre el famoso relato de lo que pasó.
En la propaganda electoral remitida a los domicilios de los vascos todos hablan del coronavirus, pero ninguno menta a la organización terrorista que actuó durante más de 40 años en Euskadi y en toda España. Ni el PNV ni Bildu ni Podemos ni PSE ni PP+Cs ni Vox incluyen una sola referencia a ETA, a sus víctimas o al célebre relato en esos folletos. Pese a que durante la pasada legislatura se debatió mucho sobre Herenegun, el programa del Gobierno vasco para hablar sobre la historia del terrorismo en las escuelas, este tema no se ha escuchado en los quince días de campaña electoral.
La relevancia de la pandemia y de la crisis económica venidera, por un lado, y la sensación que cunde entre los partidos de que este tema no sirve para conseguir votos en estos momentos, por el otro, explican en alguna medida esta suerte de amnesia colectiva de los políticos que, en gran medida, es un reflejo de la amnesia de la propia sociedad de Euskadi.
"Pasar página"
Al historiador Antonio Rivera, catedrático en la Universidad del País Vasco y autor de varios libros sobre el relato de lo que fue ETA, no le sorprende lo que está pasando. No en vano, en una obra reciente ya denunciaba que la sociedad de esta comunidad autónoma busca “pasar página” y prefiere el olvido al recuerdo de lo que pasó con ETA. “La sociedad vasca actúa como otras sociedades al salir de un trauma, porque hay que tener en cuenta que en esta sociedad nadie quiere recordar dónde estaba cuando había terrorismo”.
En conversación con Vozpópuli, Rivera insiste en esas tesis y, sobre el caso concreto, expone que “es normal que los partidos no hablen de esto porque saben que no tienen nada que ganar en las elecciones, que este tema no funciona electoralmente ahora mismo”. No le asombra que se esté ocultando el asunto del relato porque “los nacionalistas nunca lo han hecho, en el PSE tampoco han hecho gran cosa en los últimos años y en el PP parece que iban a hacerlo pero alguien les debió decir que parasen justo antes de la campaña”. Eso sí, cree que la campaña ha sido floja en su totalidad, por lo que añade que “en realidad no se ha hablado de nada, es como si no hubiera habido campaña electoral”.
De la misma manera que algunos ciudadanos miraron hacia otro lado cuando ETA mataba, ahora que ha dejado de hacerlo quieren mirar hacia adelante. La cosa es no enfrentarse nunca directamente a los hechos
En esa misma línea argumental, el historiador Gaizka Fernández Soldevilla asegura a este diario que “no es raro que la actualidad política oculte debates de fondo, sean sobre memoria o de otro tipo, sobre todo cuando estamos inmersos en una situación de crisis como la actual. La agenda manda. Sin embargo, aquí se añaden las ansias de una parte de la sociedad de pasar página cuanto antes. De hacer como si aquí no hubiera pasado absolutamente nada. De la misma manera que algunos ciudadanos miraron hacia otro lado cuando ETA mataba, ahora que ha dejado de hacerlo quieren mirar hacia adelante. La cosa es no enfrentarse nunca directamente a los hechos”.
“No se trata de un fenómeno exclusivo del País Vasco -agrega-. Como explica Géraldine Schwarz en su libro ‘Los amnésicos’, la amnesia colectiva y la manipulación del pasado ocurrieron en diversos puntos de Europa tras la Segunda Guerra Mundial”. “Muchas sociedades y sus respectivos gobiernos quisieron pasar página y obviar el Holocausto o el colaboracionismo con el Tercer Reich. Pero, como ha demostrado esta autora, esa política de desmemoria ha tenido nefastas consecuencias, como el auge del negacionismo o la extrema derecha. La lección es sencilla: si no se lee la página de antes de pasarla, podemos volver a cometer los mismos errores del pasado. En Euskadi todavía tenemos la oportunidad de hacer las cosas bien”, apostilla este historiador.
"Mejor que no nos utilicen"
Solo el jueves, penúltimo día de campaña, a raíz del ataque a la tumba del socialista Fernando Buesa, asesinado por ETA veinte años atrás, el asunto de las víctimas del terrorismo cobró cierta relevancia, aunque momentánea, en estos días electorales. Quizás lo más paradójico es que, además, los partidos que más sufrieron el terrorismo están pagando en las urnas ese extendido deseo de pasar página, como explicaba recientemente en una entrevista con Vozpópuli el ex líder del PSE Nicolás Redondo Terreros.
La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, celebra que este tema no se escuche en campaña porque “es mejor que no lo usen para utilizarnos y que no hagan promesas que luego no van a cumplir”. “Este es un tema -aduce- que debería estar al margen de las campañas electorales”. Eso sí, la hermana de Gregorio Ordóñez sí señala que la amnesia de la sociedad vasca “demuestra su corrupción moral, porque es una sociedad enferma que no quiere hacer examen de conciencia ni pensar en que permitió la existencia de ETA, que es la banda terrorista que más tiempo duró en toda Europa”.