Habrá un recuento de infarto en Álava el 10-N. Y la batalla se decidirá sólo por un puñado de votos. Todas las encuestas coinciden en señalar que el Partido Popular y Bildu se disputarán un escaño en el Congreso de los Diputados en la circunscripción alavesa. En las elecciones generales del 28-A los abertzales se impusieron a los populares por apenas 400 sufragios.
Casi todos los sondeos publicados, desde los realizados a nivel autonómico hasta el controvertido CIS de Tezanos, señalan que los resultados del 10-N en el País Vasco serán bastante similares, incluso iguales, a los del 28-A. Dos son las principales incógnitas: si el PNV sumará un escaño más en Vizcaya gracias a la irrupción de Más País y para quién será el cuarto escaño en Álava.
En las últimas generales, las del 28-A, en Álava el PNV fue el partido más votado, seguido muy de cerca por el PSOE y con Unidas Podemos en tercer lugar. Salvo sorpresa mayúscula, esas tres formaciones repetirán puestos. La duda es quién quedará en cuarto lugar y quién, por tanto, se llevará ese último escaño de la circunscripción alavesa.
La ajustada batalla de Álava
Esos mismos sondeos antes citados indican que Bildu se volverá a llevar el gato al agua a costa del PP vasco recién renovado. Sin embargo, los populares están seguros de que no será así. Alfonso Alonso y quienes lo rodean creen que la fragmentación de voto entre formaciones de centroderecha será menor que el 28-A y, por ello, recuperarán ese asiento en el Congreso de los Diputados.
Si las conversaciones entre PP y Ciudadanos para crear "Vascos Suman" hubieran llegado a buen puerto en lugar de desatar la guerra que desataron entre ambas formaciones, el resultado de las generales estaría cantado. Porque son los números los que cantan. En las anteriores generales la irrupción de Vox (5.587 votos) y el apoyo a Cs (7.039) provocaron que el PP (24.303) se quedase sin el escaño que ganó Bildu (24.687), con esa diferencia de tan solo 384 votos.
Caído Maroto, llega Mari Mar Blanco
Predicciones aparte, el PP vasco cosechó un sonoro fracaso el 28-A en Euskadi. El antiguo alcalde de Vitoria Javier Maroto sufrió en sus carnes esa derrota, porque él encabezaba la lista por Álava que perdió el escaño por algo menos de 400 sufragios. Tras la polémica de su cambio de domicilio para convertirse en senador, primero, y en portavoz del PP en el Senado, después, era inviable que él repitiera en la candidatura.
La búsqueda de candidato volvió a enfrentar al PP vasco y a la dirección nacional del partido. El núcleo dirigente que orbita en torno a Alonso quería como cabeza de lista al veterano Javier de Andrés y también se especuló con Iñaki Oyarzábal pero, en todo caso, su principal objetivo era que Madrid no colocase al candidato. Ocurrió lo contrario.
Porque Pablo Casado desoyó los consejos y decidió volver a imponer sus candidatos al PP vasco para las generales. Para Álava la elegida fue Mari Mar Blanco, hermana de Miguel Ángel Blanco, concejal del PP en Ermua asesinado por ETA en 1997. Así las cosas, será ella quien se dispute ese cuarto escaño con Bildu. Para la coalición abertzale que dirige Arnaldo Otegi, el resultado en Álava del 28-A supuso un hecho casi histórico y, por ello, intentarán repetirlo.
En las anteriores generales, Blanco no tuvo suerte. Iba de número 9 en la lista del PP por Madrid, pero su partido logró solo siete escaños en dicha circunscripción contra todo pronóstico. Ahora, los pronósticos son más sombríos pero tal vez el resultado sea distinto.
Vizcaya y Guipúzcoa, menos reñidos
Solo en Álava las predicciones son tan ajustadas. En las otras dos provincias vascas, Vizcaya y Guipúzcoa, las cosas parecen más claras, siempre según las encuestas. El reparto de escaños será muy similar al del 28-A. La gran duda estriba en si, tal y como predijo el Sociómetro del Gobierno vasco, el PNV logrará un escaño más en Vizcaya merced a la erosión de Más País a Podemos.