¿Cuánto hay de juego al despiste y cuánto de avances reales? ¿Hasta qué punto hay o no sintonía en las negociaciones? PPy Ciudadanos se reunieron este lunes por primera vez para negociar un pacto con el que acudir juntos a la investidura del martes 30 de agosto. Pero, por el momento, la estrategia de ambos no puede ser más disímil. Mientras los populares se muestran optimistas sobre el desarrollo de las conversaciones -este martes el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez-Maillo, ha asegurado que ya se han consensuado medio centenar de medidas-, el partido de Albert Rivera avisa al PP de que no puede llegar a acuerdos con otras formaciones que sean incompatibles con el que ambos negocian.
El vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, ha dicho que pese a que hay avances, aún no están "consolidados"
Con este panorama, y a justo una semana de que se celebre la primera sesión de investidura, las dos formaciones se reparten roles: optimistas los populares, cautos y algo pesimistas los naranjas. Sin ir más lejos, este martes, segundo día de reuniones, el vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, ha dicho que pese a que hay avances, aún no están "consolidados" y ha añadido que "si al final no hay acuerdo total" no servirán los consensos parciales. Además, Villegas ha señalado que "o se firma un acuerdo el fin de semana o no habrá acuerdo". Un tono un tanto desafiante que contrasta con el "tremendo optimismo" de Maillo, explicitado en lo que ellos consideran un rápido y fructífero acuerdo sobre muchas de las cuestiones sobre la mesa.
Las discrepancias vividas en la primera jornada de negociación a cuenta de los millones de la amnistía de Montoro y la dosis extra de presión insuflada por Inés Arrimadas en el tema de la corrupción (talón de Aquiles de la formación de Mariano Rajoy) no vienen precisamente a añadir claridad a unas negociaciones marcadas por el despiste, la premura y el fuego cruzado con otras formaciones, en especial el PSOE de Pedro Sánchez, convidado de piedra y gran ausente -aunque presente en las declaraciones- de esta semana crucial para resolver el enigma de si habrá o no Gobierno en España después de dos elecciones generales.
Lo más espinoso, para el final
Un poco como los malos estudiantes, PP y Ciudadanos reconocen que están dejando los temas más espinosos, sobre los cuales a priori el consenso entre ambos parece más complicado, para los últimos días de negociación. Maillo ha admitido que, aunque ningún escollo es "insalvable", los asuntos que generan más discrepancia se están dejando de lado o posponiendo para las últimas jornadas, cuando quizá la falta de tiempo material obligue a ambas partes a acercar posturas a la desesperada.