En el cuartel general del PP, en la madrileña calle Génova, Pablo Casado y su equipo están convencidos de que España Vaciada es un “invento” del PSOE para restarles diputados a ellos y a Vox, y evitar así la derrota de Pedro Sánchez. Pero cuando se revisan anteriores resultados, provincia a provincia, se comprueba que los socialistas podrían acabar siendo “los más perjudicados” de la extensión del fenómeno Teruel Existe (TE), si el partido del Gobierno sigue “a la baja” en los sondeos, coinciden para Vozpópuli fuentes demoscópicas, del PP y federaciones del PSOE.
Para empezar, las siguientes elecciones generales van a estar fuertemente polarizadas por la pulsión continuidad ó cambio/Sánchez ó Casado, y muy marcadas por la situación económica y el eje izquierda/derecha, no tanto por tal o cual reivindicación territorial, señala Narciso Michavila, de la firma de sondeos GAD3. Esta es una clave importante a la hora de analizar las posibilidades de España Vaciada, coinciden con él otros consultados.
A eso hay que añadir que en nuestro país lo que se celebran realmente son “52 elecciones”, una por provincia/circunscripción y, si algo ha quedado claro después de 44 años de procesos electorales es que la Ley d’Hont de reparto de escaños no penaliza ideologías, favorece o penaliza tendencias al alza o a la baja de los actores políticos.
Teruel Existe llevaba como movimiento social muchos años haciendo ruido y no se presentó a las urnas el 28 de abril de 2019, pero ganó sorprendentemente el 10 de Noviembre en una repetición electoral en la cual no se dio, ni de lejos, la competición PSOE/PP que se había dado seis meses antes. Los populares perdieron estrepitosamente los primeros comicios post Rajoy de abril: 66 escaños, el peor resultado de su historia. No andaba, pues, Casado en disposición de competir con Sánchez en esa segunda vuelta el 10N y aún así consiguió el milagro de remontar hasta 88 diputados -90 si se añaden los dos de Navarra Suma, la marca popular en esa comunidad foral-.
Guitarte no robó al PP el escaño ni votos a Vox el 10N de 2019; ‘Teruel existe’ ganó gracias a 19.671 votos que salieron de mezclar 12.000 ‘huérfanos’ de Albert Rivera, 5.000 ex de Podemos, y unos 3.000 del PSOE y movimientos Aragonesistas de izquierda
Curiosamente, Tomás Guitarte no robó al PP ni votos ni el diputado por Teruel aquel 10N. Casado lo mantuvo pese a que bajó mil papeletas, pasó de 18.566 (23,78%) a 17.520 (23,63); pocas frente a los casi 7.000 votos que se dejó Pedro Sánchez (de 25.629 a 18.934), que esa noche perdería en toda España la friolera de 700.000 y tres diputados, en contra de las expectativas que tenía puestas en la repetición de los comicios. Y Vox, que tampoco lograría escaño por la provincia aragonesa en noviembre, sí subió mil votos, hasta los 9.346, frente a los 8.336 de seis meses antes; probablemente desencantados del PP que, a su vez, lo compensó con una cifra similar de voto refugio procedente de Ciudadanos.
No, Teruel Existe no ganó gracias al PP ni a Vox. Lo hizo gracias a la curiosa amalgama que formaron, en esa segunda vuelta con más baja participación y sin tensión, ojo, los 12.000 sufragios que perdió Albert Rivera y las 5.000 papeletas que se dejó Pablo Iglesias; a ello hay que sumar 3.000 ex votantes de Sánchez y de movimientos protesta regionalistas; de hecho, Guitarte fue militante y candidato de Chunta Aragonesista en los años 90.
Así aglutinó TE aquellos 19.671 votos que le dieron tan histórico triunfo el 10N de 2019. El Gobierno aragonés del socialista Javier Lambán lo sabe y eso ha hecho que le ponga como enemigo electoral en su punto de mira, por más que sea socio de investidura de Sánchez. Ha encargado a la consejera de Presidencia y líder del PSOE en Teruel, Mayte Pérez, no sólo un marcaje a los de Guitarte sino liderar las políticas contra la despoblación y los desequilibrios territoriales en Aragón.
Lambán, enemigo declarado
Porque Lambán no solo teme que Tomás Guitarte consolide su escaño por Teruel en las siguientes generales, dado el papel de interlocutor privilegiado que le ha dado La Moncloa, teme sobre todo que en Zaragoza, una provincia grande que reparte siete diputados, España vaciada le acabe quitando al PSOE su tercer escaño con la tendencia socialista a la baja en todo el país.
Y es que, si se analizan los resultados, España vaciada solo puede lograr diputado zaragozano quitando el actual tercero a los socialistas -el PSOE sumó en esa provincia 158.326 votos-, o al PP su segundo (119.909 papeletas), porque mucho tendrían que caer Vox (92.353) o Podemos (57.875) para darle el único suyo a un movimiento localista en unas generales polarizadas.
Algo parecido podría ocurrir en Badajoz, que reparte seis diputados, y donde el PSOE de Guillermo Fernández Vara logró gracias a la Ley d’Hont, con solo 142.312 papeletas, los mismos tres escaños que suman por separado con más votos PP (92.742 y dos diputados) y Vox (64.016 y un diputado). En un probable escenario de tensión y con Sánchez en horas más bajas que en 2019, es muy probable que la nueva plataforma quitase el tercer escaño a los socialistas.
Ocho años antes, en 2011, ya se produjo en Cantabria un corrimiento atípico de los diputados -cinco- que reparte esa circunscripción, aunque entonces no existían ni Ciudadanos ni Podemos ni Vox, por la inesperada entrada en escena del PRC de Miguel Ángel Revilla. Con un PSOE en caída libre y sin José Luis Rodríguez Zapatero cabeza de cartel, el hoy presidente de la región se empeñó personalmente en presentarse al Congreso y aunque no obtendría el ansiado escaño -le votaron 44.010-, hundió a los socialistas alterando el histórico equilibrio en unas nacionales tres para el primero/dos para el segundo.
Las 88.624 papeletas que sacó un Alfredo Pérez Rubalcaba entonces ya muy a la baja proporcionaron al PSOE un solo diputado frente a los cuatro que sumó un Mariano Rajoy al alza con 183.244 papeletas… ¡cuatro veces más diputados con poco más del doble de voto!
En Andalucía, 700 kilómetros al sur de Cantabria, si Jaén merece más se presenta a las generales y teniendo en cuenta los resultados en una provincia históricamente granero de voto socialista -PSOE 141.737 votos, 3 diputados; PP 82.055, uno; Vox 71.950- mucho dirigente del hoy partido gobernante pronostica que, aunque también robe voto a Casado y a Santiago Abascal, “lo más probable es que nosotros perdamos el tercer escaño”.
‘España vaciada’ tiene su principal reto en Castilla y León, el feudo del PP, donde quiere presentarse primero a las elecciones autonómicas para comprobar si hay ‘agua’ en la piscina electoral
Una de las cuestiones que más hace torcer el gesto a buen número de los consultados es la conclusión en dos recientes sondeos, uno de Electomanía que le da a España Vaciada ocho diputados y otro de Sociométrica augurando que podría pasar de la nada a quince diputados nacionales, ocho nada menos que en Castilla y León -uno por provincia-, un bastión histórico del PP y en general del bipartidismo PP/PSOE desde hace cuatro décadas.
“Y con sólo mil entrevistas en toda España, es decir, 20 en cada provincia afectada”, ironiza una fuente popular para restar credibilidad a unos pronósticos que, de ser ciertos, harían perder al PP o al PSOE hasta su tradicional escaño por Soria. Solo hay dos diputados en Liza, y socialistas y populares se los adjudican desde hace cuarenta años sin abrir las urnas; es decir, que Sánchez o Casado tendrían que quedar por detrás de ¡Soria Ya! , algo que a muchos en ambos partidos mayoritarios se les antoja “política-ficción” en unas elecciones generales.
El caso de Zamora es diferente, porque adjudica tres parlamentarios, No dos. En noviembre de hace dos años ganó el PP con 33.495 votos, seguido muy de cerca por el PSOE (32.747). Vox se hizo con el tercer diputado tras el desastre de Ciudadanos y subió de los 12.887 obtenidos el 28A a 17.036 seis meses después. Zamora Vaciada todavía no ha decidido si se presenta, pero sí lo hace, esa ratio de Abascal será la que tendrá que batir. Tarea nada fácil en una provincia afín a la derecha en las últimas décadas, salvo la capital, que tiene alcalde de Izquierda Unida, Francisco Guarido, gobernando con mayoría absoluta.
Tampoco es fácil que Por Ávila -escisión del PP local- pueda quitarle a Vox el diputado a Cortes que obtuvo en 2019 con 17.313 votos. Entre otras razones, porque quedan en esa provincia 6.119 huérfanos de Albert Rivera que siguieron votando naranja el 10N y que, en unas elecciones ideológicas, lo previsible es que se decanten por PP (32.527), PSOE (24.474) o incluso Vox, antes que sumarse a cualquier opción localista.
Por eso, para comprobar si hay agua en la piscina, España vaciada quiere presentarse a los comicios autonómicos en Castilla y León, y Andalucía en 2022, según desvelaba recientemente en El Español su portavoz, Antonio Saz. Eso es lo que quiere averiguar una de sus plataformas integrantes, la Unión de Comarcas palentinas, la provincia natal de Pablo Casado, que aporta tres diputados al Congreso y ahora está en un 2/1 para el PP. De lograr representación, sería quitándole el segundo escaño a los populares por la misma razón que quitaría el tercero a los socialistas en Jaén.
En Castilla-La Mancha, de momento sólo ‘Cuenca ahora’ parece amenazar la hegemonía del bipartidismo PSOE/PP desde hace 40 años; “hemos sabido crear identidad”, señalan desde el Gobierno de García Page para explicar su singularidad
Llegados a este punto, la pregunta es: ¿Y por qué no ocurre lo mismo en Castilla-La Mancha, territorio igual de extenso y despoblado? Fuentes del Gobierno del socialista Emiliano García-Page explican que no se atisban movimientos de este tipo porque, creen, no tendrían espacio.
El PSOE, dicen, gobernante en esa comunidad 34 de los 38 años de autonomía -todos excepto los del Ejecutivo presidido por María Dolores de Cospedal- se ha encargado de “crear identidad” desde los tiempos de José Bono y José María Barreda; “algo que el PP no lo ha hecho en Castilla y León, aún siendo hegemónico, y ahora le podría pasar factura”.
”Nosotros, además de las capitales, hemos mimado mucho en nuestras políticas y en nuestros discursos a las llamadas agrociudades como Talavera de la Reina (Toledo) o Puertollano (Ciudad Real), comarcas donde la despoblación y la crisis de 2008 hizo más daño y es más fácil que prenda un sentimiento de agravio”, señalan estas fuentes.
No obstante, en Cuenca, una de las zonas que más despoblación sufre, la plataforma Cuenca Ahora integrada en esa España vaciada aspira a lograr uno de sus tres diputados para llevar la voz de la provincia al Congreso de los Diputados; escaño que también quitaría a un PSOE que en noviembre de 2019 sacó dos con 40.670 votos por uno para el PP con 33.721. Vox no entró pero sí obtuvo 20.108 sufragios.