Los jóvenes cada vez quieren un móvil antes y empiezan a manejarse en el mundo de las redes sociales desde edades muy tempranas. Las familias e incluso los gobiernos que quieren parar a tiempo esta situación para anticiparse a posibles problemas en el futuro, acaban desempeñando un papel mínimo que les impide tomar cartas reales en el asunto. La protección de los menores frente a una globalización tan descontrolada e infinita, es una guerra complicada en el mundo de hoy, dónde existen demasiadas posibilidades para esos adolescentes que buscan estímulos rápidos, y no hay nada más inmediato que "Internet".
Aquí podrás encontrar algunas de las principales conclusiones del estudio “Oversharing: Adictos a compartirlo todo. Consecuencias psicológicas de la adicción a las redes sociales en España”, elaborado por el Seguro de Salud de Línea Directa a partir de los resultados de 1.700 encuestas realizadas en toda España en las que se ha medido el tiempo de uso real del teléfono y de las redes sociales de los encuestados. También se han utilizado instrumentos psicométricos validados y utilizados a nivel mundial en el ámbito de la psicología y salud mental.
El informe se ha elaborado conjuntamente con la experta en Inteligencia Emocional, Ruth Castillo-Gualda, y el especialista en Intervención de la Ansiedad y el Estrés, Juan Ramos-Cejudo, ambos profesores de la Facultad de Salud de la Universidad Camilo José Cela (UCJC) con el objetivo de conocer a fondo el fenómeno del oversharing, cómo se comportan los españoles en las redes sociales, cómo afecta su uso en la salud mental de las personas y proponer consejos de prevención que ayuden a los usuarios, desde la preadolescencia, a no caer en la adicción a estas plataformas.
El mal uso de las redes sociales afecta directamente al bienestar emocional
En algunos países se quiere incluso prohibir el uso de las redes sociales entre los preadolescentes. La razón principal: la adicción que generan estas plataformas y el fenómeno del "oversharing", o compartir sin control aspectos de la vida privada en la Red. En España, la adicción a estas plataformas se relaciona con el 55% de los síntomas de ansiedad, el 52% de los de depresión y el 48% de los comportamientos agresivos con los demás.
Las personas con menos capacidad para manejar sus emociones correctamente se vuelven más adictas a las redes sociales y más vulnerables al oversharing. De hecho, sentir nervios y la agresividad contra alguien son dos emociones que influyen en el 30% de la adicción a estas plataformas.
Así también se desprende del informe la idea de que las pantallas son una estrategia dañina, y las personas usan las redes sociales como una estrategia poco efectiva a la hora de manejar las emociones: el tiempo de uso influye en un 20% de los síntomas de ansiedad, depresión e ira, sintiendo estas emociones de forma más presente que otras generaciones.
Los jóvenes acuden más a las redes sociales para aliviar sus problemas de salud emocional. La Generación Z no sólo pasa más tiempo en pantallas, demostrando una mayor adicción a las plataformas, si no que además el 41% de sus usuarios (frente al 23% de la media) reconoce haber recurrido a las redes sociales para aliviar sentimientos de culpa, ansiedad, impotencia o depresión.
El oversharing en España: la generación Z, la más vulnerable
La creciente dependencia a las redes sociales como herramienta de validación social y conexión emocional impulsa a numerosas personas a pasar mucho tiempo compartiendo detalles de su vida personal buscando reconocimiento y pertenencia. En concreto, pasamos casi el mismo tiempo durmiendo que frente a las pantallas, porque vivimos pegados a los smartphones: los españoles pasan de media 6 horas al día en sus teléfonos móvil.
Los jóvenes son un colectivo vulnerable cuando hablamos de adicción a las redes sociales y salud mental, la Generación Z pasa, de media, más de 7 horas en sus dispositivos y 1 de cada 4 pasa más de 8 horas en los smartphones y el 42% de los jóvenes admite haber pasado más tiempo del previsto en plataformas como Instagram o TikTok.
Además, esa adicción a estar enganchados todo el día, lleva a los usuarios a compartir más información de lo habitual, sin ser conscientes de que esa sobreexposición tiene consecuencias negativas en su salud mental. Esto ha traído consigo una exposición demasiado detallada de la vida personal de los usuarios. Además, los jóvenes reciben más comentarios ofensivos en las plataformas que el resto de las personas de la Red. El 55% de los usuarios más jóvenes (frente al 30% media) han recibido en algún momento ese tipo de comentarios en sus publicaciones.
De hecho, 6,5 millones de usuarios españoles de redes sociales reconocen compartir aspectos íntimos de su vida y el 16% de la población española asegura compartir fotos en sus RRSS de manera frecuente o muy frecuente.
Por CCAA, Extremadura (20%), Aragón, Comunidad de Madrid, Galicia y Cataluña (19%) son las comunidades autónomas donde hay mayor porcentaje de población que publica de manera frecuente y muy frecuentemente fotografías en sus redes sociales. En el lado contrario se sitúan Navarra (8%), Asturias (9%) y Comunidad Valenciana (10%).
Idealización en las redes y exposición de una "vida perfecta"
La presión por proyectar una imagen idealizada de la vida en estas plataformas lleva también a que los usuarios se comporten como verdaderos influencers. El 51% tiene su perfil público, y 2,7 millones de personas cuentan con más de 2.000 seguidores. Además, las personas en la red se muestran perfectas y con una vida ideal. Casi 4 de cada 10 usuarios utilizan filtros para eliminar imperfecciones y un 64% de las personas muestra solo felicidad en sus publicaciones, creando una imagen idealizada de sus vidas. Las personas que pasan más tiempo posteando una vida perfecta en la red son quienes se enfrentan a mayores problemas de salud mental.
Este comportamiento de mostrar sólo una parte de nuestras vidas puede impactar negativamente a la salud mental de los usuarios dado que tendemos a compararnos con los demás y esto genera frustraciones que, a veces, son difíciles de canalizar.
Consejos para prevenir la adicción a las redes sociales
Es importante concienciar en torno a un uso saludable de la tecnología y educar a la población sobre los riesgos asociados a la adicción digital para instaurar unos hábitos de vida saludable desde edades tempranas.
En este sentido, establecer límites de tiempos de uso de las redes sociales, evitar la dependencia desde la infancia fomentando un uso responsable de pantallas, desactivar las notificaciones o priorizar el contacto directo frente a los amigos virtuales son algunos consejos de prevención que se deben poner en práctica desde que los preadolescentes adquieren su primer dispositivo y perfil en una red social.