El vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, ha exigido una "solución" para los políticos encarcelados por el procés como condición para que su partido, ERC, se abstenga en una investidura de Pedro Sánchez.
Aragones se ha expresado en estos términos en una entrevista concedida a La Vanguardia en la que ha dejado en el aire convertir al líder del PSOE en presidente del Gobierno antes de que acabe 2019. "Es más importante un pacto con buenos contenidos y poner las paredes maestras para la resolución del conflicto que un acuerdo rápido que no lo haga", ha dicho.
Aragonés ha adelantado que su formación decidirá "al final de la negociación" si se mueven del no inicial a Sánchez, aunque puntualiza que "todavía estamos lejos de un acuerdo".
Crispación por las negociaciones con ERC
En el seno del PSOE no están gustando las conversaciones con los independentistas. Líderes regionales como Javier Lambán o Emiliano GArcía-Page han mostrado su malestar con que ERC sea la llave de la investidura de Pedro Sánchez.
La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ya arremetió contra estas posturas el pasado sábado, cuando advirtió que aquellos que se sorprenden de que hablen con los republicanos tendrían que "hacerselo mirar".
Peores resultados
Las negociaciones que el PSOE está manteniendo con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) restarían votos a los de Sánchez ante unas eventuales terceras elecciones.
Es lo que se deduce de una encuenta publicada por La Razón en la que el partido que ocupa el Gobierno de España en funciones llegaría a perder hasta 350.000 votos.
A pesar del descalabro en cuanto a papeletas de los de Sánchez, el mismo sondeo refleja que el PSOE sólo perdería entre 2 y 4 escaños, situándose en una horquilla de 116-188 representantes.