La carambola de la reforma laboral ha venido bien a Podemos. Gracias al error o fallo informático del diputado del PP Alberto Casero, los morados han podido lanzar varios mensajes que refuerzan sus intereses. Uno de ellos es la severa advertencia a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, a quien exhortan para que no se salga del bloque de la investidura.
Desde que Trabajo comenzó la negociación con los grupos parlamentarios para lograr el respaldo de la Cámara al decreto, en Podemos se instaló la sensación de que Díaz no estaba cuidando lo suficiente a la mayoría que alumbró el Gobierno de Pedro Sánchez y que incluye a ERC y a EH Bildu, los dos partidos que este jueves se negaron a prestar sus votos para la reforma laboral.
El cuartel general morado insiste en que no hay vía o alternativa posible a la suma de la izquierda y los regionalistas, nacionalistas e independentistas. Por eso, una de las lecturas que hacen importantes sectores de la formación es que el susto que se llevó Díaz debe servirle como toque de atención. Eso sí, su convicción personal es que ella se limita a hacer pactos y ese es el motivo por el que no comparte haber descuidado el bloque de investidura ni que este vaya a sufrir.
Los deberes de Iglesias
Eso sí, tras la "histriónica" votación del jueves, el eterno referente de Podemos, Pablo Iglesias, se lanzó en tromba a 'tirar de las orejas' a Díaz: "De no ser por el error, hoy la derecha podría haber asestado un golpe durísimo a Yolanda y a Unidas Podemos. Toca rehacer y cuidar el bloque plurinacional". Así, Iglesias puso deberes a su sucesora.
Lo cierto es que la vicepresidenta segunda vive una tensión difícil de solucionar. Por un lado, según algunas fuentes moradas, su perfil presidenciable salió reforzado ante los votantes más moderados que valoran la gestión y que han visto cómo la titular de Trabajo ha antepuesto el acuerdo con la patronal a contar con el 'sí' de la izquierda radical independentista en la convalidación. Y eso, creen estas fuentes, la da un plus.
En Podemos, no obstante, también hay quien asume que la reforma laboral es una suerte de dolor de cabeza que golpea más a Díaz que a ellos. Y todo porque la vicepresidenta segunda del Gobierno ha personalizado su proyecto estrella. El sentir de otros sectores morados es que ya que es la reforma de Díaz, el golpe de pactarla con empresarios y convalidarla con más partidos de derecha que de izquierda, es más fuerte para ella que para el espacio de Unidas Podemos.
Aunque, en verdad, eso preocupa cero ahora en las filas de Ione Belarra, ya que consideran que el espectáculo mediático del error del PP ha ensombrecido los marcos comunicativos negativos que podían haber copado portadas y titulares de los medios de comunicación: "Nos ha venido bien el lío porque ya no se habla de con quién se ha pactado, sino de cómo ha salido: por una chapuza del PP. Aún así, el resultado demuestra que el PSOE no ha sabido llegar la negociación", precisan fuentes de peso en Podemos.
Fuentes de Podemos: "Nos ha venido bien el lío porque ya no se habla de con quién se ha pactado, sino de cómo ha salido"
En cualquier caso, los de Ione Belarra temían que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, usara el 'no' del Congreso a la reforma laboral para castigar aún más a su adversaria en Moncloa. Los morados creen que Sánchez hubiera señalado a Díaz por el fracaso pese a que ella misma se refirió así a su decreto por no haber logrado el respaldo de la izquierda soberanista.
Pero, por otro lado, la "geometría variable" a la que recurrió el Ejecutivo ha herido las relaciones entre los socios de la investidura. Es más, entre Unidas Podemos y ERC están especialmente tensas pese a que los republicanos reiteran que no hay nada personal contra de Yolanda Díaz. Y eso que algunas fuentes moradas dejaron caer en el Congreso que la cerrazón de ERC con la reforma estaba motivada por cálculos electorales y competencia con la propia Díaz.
La titular de Trabajo enfrenta, además, otro problema. Y es que la base sobre la que pretende armar su futura plataforma es la izquierda a la izquierda del PSOE, ese espacio "pequeño y marginal" como ella misma dice, del que reniega y que critica que la reforma laboral no haya ido más allá. Eso, coinciden estas fuentes moradas, dificultará a Díaz el arranque de su proceso de escucha.