"Este tema sí que lo necesito para el martes por la tarde, porque el abogado, para el interrogatorio, le interesa saber la información". Los pinchazos realizados a los presuntos cabecillas de la red de tráfico de datos destapada en la Operación Pitiusa revelan que la información que presuntamente pidió a una integrante de la misma el abogado Javier Ll.B., socio del bufete catalán Cuatrecasas, se consiguió en menos de una semana gracias a la participación de dos policías locales de una pequeña localidad barcelonesa y de un mosso d'Esquadra. La persona con la que contactó el letrado, la detective Sara Dionisio García, llegó a apremiar al agente que hacía de intermediario para que le facilite la mayor información posible sobre un vehículo porque quien se lo reclama "es Cuatrecasas", como se recoge en una de las conversaciones grabadas.
"Como es Cuatrecasas, si tu puedes tiramos para adelante con lo de la Nissan", le pidió la detective a su informante
La Policía, que durante meses tuvo intervenidos los teléfonos de los principales implicados de una trama que se extendía por toda España, se topó con el abogado de Cuatrecasas el 8 de septiembre del año pasado. Ese día la detective le telefoneó en respuesta a una llamada suya. En esa conversación, como adelantó ayer Vozpópuli, el letrado le pidió supuestamente la información detallada de la tara de una furgoneta propiedad de una persona contra la que prepara un juicio. El letrado le apremió con el argumento de que la vista la tenía el miércoles siguiente. Los pinchazos permitieron saber que la detective se puso rápidamente en marcha y que tres días después de la llamada ya tenía parte de la información.
Así se recoge en una conversación telefónica que sobre las nueve y cuarto de la noche del 11 de septiembre mantuvieron la propia Sara Dionisio con Sergio Corcoles, un policía local de Santa Maria de Palautordera (Barcelona) cuya intensa actividad supuestamente ilegal fue el origen de la investigación. En dicho diálogo, y tras hablar de los datos de otros vehículos que le había pedido para otro cliente, la detective le pidió que agilizase la información sobre la furgoneta que le había reclamado Javier Ll. El policía, que supuestamente ya le había pasado varios datos sobre la misma a través de un mensaje telefónico, le contestó: "Yo lo que tengo es eso de la [furgoneta] IVECO... que ya miraré a ver si está rebajada de kilos. A lo mejor ya le interesa al abogado saberlo... una Nissan del 2003". Según el informe policial que analiza dicha conversación, Corcoles había conseguido esos primeros datos a través de otro agente municipal con el que trabajaba en la localidad barcelonesa.
"Removiendo Madrid y Santander"
Al día siguiente, Sara Dionisio volvió a hablar con su agente informante. Faltan pocos minutos para las tres de la tarde, y el policía local le facilitó muchos más datos: "Te confirmo: tiene tarjeta de transportes y la tiene activa por lo menos hace 13 años. Es un vehículo que es de matrícula [aquí le da los cuatro números y tres letras]. Es matriculada el año 2003. La tara es 2050 kilos. Entramos en la fecha de lo que le interesa al abogado. Removiendo en Madrid y Santander, en todos sitios a ver que me pueden sacar, este tío tiene dos vehículos más a su nombres. Es una moto Bultaco y una Vespa. He tenido que hacer la consulta de vehículos a ver cuáles constaban de baja. Lo único que creo que falta es este vehículo Nissan. A lo mejor con esto el abogado ya tiene más que suficiente. Tú pregúntale. Con esto tiene bastante que dejo de hacer consultas".
"Voy a llamar a un coleguita, en los mossos de Hospitalet, a ver si me lo puede mirar", explicó a un amigo un policía implicado
Sin embargo, Sara le insistió para que siguiera recabando información: "Sergio, como es Cuatrecasas, si tu puedes tiramos para adelante con lo de la Nissan. Con este abogado posiblemente hasta las cuatro y media no podré hablar. En la medida de lo posible seguimos tirando para el tema...". Ante su insistencia, dos horas y cuarto después el policía local envió un sms a un número móvil en el que le pedía "las matrículas vinculadas por impuestos de circulación a F.M.A., el transportista contra el que pleiteaba el socio del bufete catalán. Según los investigadores, quien recibió ese mensaje de móvil era un policía autonómico catalán destinado en la comisaría de Hospitalet. "Voy a llamar a un coleguita que entra de tarde ahí, en los mossos de Hospitalet, haber si me lo puede mirar", había asegurado poco antes por teléfono el agente local a otro implicado en la trama.
En su declaración como imputado ante la Policía, el socio del bufete Cuatrecasas reconoció sus contactos con la detective. Cuando los policías le interrogaron, en concreto, por la conversación telefónica en la que supuestamente pidió la información confidencial del vehículo para un juicio, el letrado se refugió en que no recordaba dicho diálogo ni qué datos le había facilitado. Al leerle los agentes el contenido literal de la grabación, Javier Ll. confirmó haber recibido un email de Sara Dionisio en el que le pedía "alrededor de 400 ó 500 euros" por "los servicios", aunque aseguró que no se los había llegado a pagar. El abogado afirmó que, no obstante, no utilizó lo datos en el juicio porque no los necesitó, y negó ser "consciente" de la forma ilícita como habían sido obtenidos.