El empresario Jordi Soler, investigado en la trama del 3% sobre la supuesta financiación irregular de CDC, ha admitido ante el juez que fletó un avión en el que viajaron el Sìndic de Greuges (defensor del pueblo catalán), Rafael Ribó, su pareja e hija para acudir a la final de Champions de 2015 en Berlín.
Soler ha declarado este lunes como imputado ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, que también ha interrogado a su secretaria y a Ramón Camp, histórico diputado de CiU, estos últimos en calidad de testigos.
Según fuentes presentes en la declaración, Soler ha admitido que sufragó ese viaje -valorado en 39.000 euros- con dinero de sus empresas si bien ha asegurado que nunca tuvo ninguna relación contractual con la Sindicatura de Greuges.
La Fiscalía, que consideró que estos hechos podrían constituir un delito de cohecho pasivo impropio -que sanciona al cargo público que acepta un regalo entregado en consideración a su posición-, pidió al juez que remitiese las actuaciones al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña al estar Ribó aforado, algo que aún no ha hecho.
Durante su declaración -precisan las fuentes-, Ramon Camp ha hecho referencia a otro viaje previo que disfrutó con Ribó y que supuestamente también corrió a cargo de Soler: fue en 2009 en la vuelta de la final de Champions que aquel año disputaron en Roma el Barça y el Manchester United.
Meses después, según el relato de Camp, éste invitó a Soler y a Ribó con sus parejas a una cena en su segunda residencia.
Camp ha explicado que Ribó le dijo que tenía entradas para el partido pero que su acompañante finalmente no podía ir. "Tengo entradas pero no tengo transporte"
"Tengo entradas, pero no transporte"
El testigo ha explicado que en 2015 el empresario Soler había decidido volver a fletar un avión, a cargo de sus empresas, para la final de la Champions, que entonces jugaron el Barça y la Juventus, si bien en esta ocasión Camp le preguntó si podía ir Ribó con su pareja.
De acuerdo con las fuentes, Camp ha explicado que Ribó le dijo que tenía entradas para el partido pero que su acompañante finalmente no podía ir. "Tengo entradas pero no tengo transporte", fueron las palabras que, según ha transmitido al juez, le dijo el Sìndic.
Soler, por su parte, que ha subrayado que nunca contrató con el Sìndic, ha indicado que no conocía a Ribó, si bien aceptó que fuese con su familia en el avión a petición del que fuese diputado de CiU, que a última hora pidió expresamente que también fuese la hija del defensor del pueblo catalán, que ocupa ese cargo desde 2004.
14 personas viajaron en ese avión
La "parte Guardiola"
Finalmente, según ha contado Camp -que ha dicho que simplemente se limitó a preguntar a Soler-, 14 personas viajaron en ese avión.
Ocho iban de su parte y entre las otras seis figuraban Ribó, su pareja y su hija; Camp junto con su entonces pareja, Francesca Guardiola -hermana del que fuese entrenador del club blaugrana, Pep Guardiola-, así como un amigo del otro hermano del técnico, Pere Guardiola, quien trabajaba en empresas del grupo Soler, añaden las fuentes.
A estos últimos seis asistentes Soler se ha referido como la "parte Guardiola", han precisado las fuentes.