La última reunión entre el PSOE y Junts en Suiza con presencia del mediador, celebrada este lunes en la capital del país, Zúrich, no ha servido para disipar las dudas que hay en Moncloa y en Ferraz con uno de sus socios más inestables e imprevisibles. Aunque "hay avances" en cuestiones como la senda de déficit, que en una ocasión, y que estuvo a punto de hacerlo en una segunda si antes el Gobierno no la hubiera retirado del orden de votaciones, "en lo importante", es decir en garantizar la aplicación de la amnistía a Carles Puigdemont y en transferencias completas ambos partidos siguen "muy alejados". Y eso hace que los catalanes sigan sin dar el 'sí quiero' a todas las carpetas que Moncloa querría cerrar ya para respirar con mayor alivio.
En el PSOE son optimistas con contar finalmente con el apoyo de los junteros a la senda de déficit e incluso, posteriormente, a los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Un optimismo que rebajan desde la formación separatista, aunque admiten que se han producido "algunos pasos hacia delante" gracias a una serie de concesiones por parte de los emisarios de Sánchez. Las delegaciones de los dos partidos, que se han reunido en dos ocasiones en menos de un mes, se volverán a citar dentro de dos o tres semanas para intentar cerrar el acuerdo que permita llevar de nuevo a votación el techo de gasto, paso previo para la aprobación de las cuentas públicas. Desde Junts, que no han querido dar mucho detalle de lo que se trató en Zúrich, sí reconocen que se encontraron con un PSOE "más desesperado y débil" que "es capaz de aceptar cualquier petición nuestra".
Ambos partidos, que como en la reunión del mes de septiembre tampoco han informado a la prensa del que se produjo este lunes, insisten en la "prudencia" y en la "discreción" para que las conversaciones "lleguen a buen puerto". Para el Gobierno, lo más importante a día de hoy, es salvar la senda de déficit y los Presupuestos. Unas prioridades que no concuerdan con las de Junts. Los de Carles Puigdemont insisten en garantizar la aplicación de la amnistía a su jefe y en lograr el concierto económico para Cataluña. Dos peticiones cuya concesión que se antoja difícil para el Ejecutivo. En lo que se refiere a la amnistía en Moncloa insisten con que "ya hemos hecho todo lo que podíamos hacer, ahora es cosa de los jueces". Respecto a lo segundo, a lo del concierto económico, el PSOE no quiere avanzar más pantallas conscientes del rechazo que el denominado trato singular ya ha provocado en la mayoría de autonomías.
De lo que no se habló explícitamente en Zúrich fue del posible apoyo de Junts a una moción de censura del PP. Una opción que apuntó este martes en una entrevista Laura Borràs, presidenta de la formación separatista, y que luego trató de matizar con una publicación en sus redes sociales. Aunque los socialistas, nerviosos por las diferentes informaciones sobre la corrupción que acecha a Moncloa, trataron de sonsacar más información a sus socios sobre su opinión a lo que se está conociendo, Junts decidió no soltar prenda. Si bien sus pocas palabras, explican en el PSOE, son "suficientes" para "saber que no apoyarán ninguna moción de censura".
Zapatero, presente en Zúrich
Uno de los asistentes a la reunión de este lunes en Suiza, que en lugar de Ginebra fue en Zúrich, fue el expresidente del Gobierno y ex secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, según confirman a Vozpópuli fuentes presentes en el encuentro. Acudió junto al secretario de Organización, Santos Cerdán, y el equipo de este. Zapatero es quien lleva la voz cantante en las negociaciones con Carles Puigdemont desde hace unas semanas por expreso deseo de Pedro Sánchez. Concretamente, desde que el Ejecutivo vio peligrar de verdad el apoyo de los junteros a la coalición.