El horizonte político de Juan Lobato ha cambiado, de la noche a la mañana, de forma radical. El secretario general del PSOE-M, tras meses de disputa con Ferraz, parecía haber alcanzado una paz que se desvaneció hace dos semanas, cuando se filtró que Pedro Sánchez había puesto encima de la mesa el nombre de Óscar López como su posible sustituto.
A escasos días de arrancar el Congreso Federal del PSOE en Sevilla, donde Sánchez revalidará su liderazgo sin competencia alguna, Lobato tiene un 'papelón' encima de la mesa. En la tarde noche del domingo, el diario ABC desvelaba que Moncloa había hecho llegar al portavoz socialista en la Asamblea un correo electrónico con la confesión de Alberto González Amador, pareja de Díaz Ayuso, ante la Fiscalía.
El Gobierno, presuntamente, deslizó a Lobato que lo usase en el Pleno de la Asamblea para atacar a Ayuso. Éste, a tenor de sus declaraciones, se negó, utilizando políticamente el asunto cuando ya había sido publicado en medios de comunicación (Cadena Ser y El Plural).
ABC relata que Lobato comentó los mensajes con Pilar Sánchez Acera, jefa de gabinete de Óscar López cuando este lo era, a su vez, de Pedro Sánchez. Sánchez Acera, además, asesora a Lobato desde hace tres años como secretario general de los socialistas madrileños para afrontar las estrategias a seguir en los diferentes plenos.
Al saber el contenido de los mismos, y para evitar incurrir en algún tipo de delito, acudió a una notaría para dejar registro de las mismas. Sin embargo, las fechas bailan en el relato. Mientras que las informaciones sobre González Amador llegaron a mediados de marzo, no fue hasta hace unas semanas cuando, según ABC, Lobato lo selló todo ante notario.
A lo largo del día de ayer, Lobato fue dando las pertinentes explicaciones, tanto en la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces como en las varias entrevistas que concedió. Pero las incongruencias empezaron a aparecer. ¿Por qué esperó seis meses para ir al notario? ¿De quién se protegía, de las presiones de Moncloa o de un posible delito por revelación de secretos? ¿Por qué la nota que le llegó no tenía marca de agua y la de los medios que se hicieron eco sí?
Según confirmó él mismo, acudió a espaldas de Ferraz, sin ponerlo en comunicación de nadie, ni tan siquiera de la propia Pilar Sánchez Acera, parte activa de dicha conversación. Unas capturas que Juan Lobato hizo para protegerse a sí mismo, aunque tiene qué explicar de quién exactamente.
Para empezar, si no hubiera realizado dichos pantallazos, se habrían perdido, pues Vozpópuli ha podido confirmar que Sánchez Acera tiene activado el borrado de mensajes tras siete días en WhatsApp.
El Tribunal Supremo lo ha citado como testigo
Estas respuestas se las deberá dar al juez el próximo viernes 29 de noviembre. El instructor del procedimiento, Ángel Hurtado, le ha convocado a tenor de la información desvelada por el diario ABC acerca de que habría recibido indicaciones de Moncloa para filtrar información sobre la causa contra la pareja de Isabel Díaz Ayuso.
En su providencia, el instructor explica que acuerda la citación del dirigente regional a la vista de la información publicada y ante la relación que tiene la misma con los hechos que se investigan en esta causa. Al respecto, precisa que a esa comparecencia debe acudir con la copia del acta de manifestaciones notariales que, según dicha información, realizó tras recibir las indicaciones.
El movimiento del alto tribunal se produce después de que el citado diario informara de que la jefa de gabinete de Óscar López envió la confesión de Alberto González Amador para que lo sacara a relucir en la Asamblea de Madrid. Siempre según esta información, Lobato se negó y llevó estos mensajes ante notario.
Eso sí, no lo hizo en marzo, sino hace apenas unas semanas, cuando la causa contra el fiscal general echaba a andar en el Supremo. El juez ha pedido su acta.
La UCO señala al fiscal general por "participación preeminente"
La UCO ha apuntado a la "participación preeminente" del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, en la presunta revelación de correos de la investigación contra la pareja de Isabel Díaz Ayuso. El informe, que ya se ha aportado a las diligencias abiertas en el Tribunal Supremo, desgrana el contenido de las evidencias incautadas en el registro practicado en el despacho de la fiscal jefa provincial de Madrid, Pilar Rodríguez.