La batalla en el PSOE andaluz ha comenzado. La oposición interna a Susana Díaz, que agrupa a algunos de sus excolaboradores ahora defenestrados y al grupo que apoyó a Pedro Sánchez en las primarias de 2017, ha empezado a moverse. La mayor parte de ese grupo, muy heterogéneo, ha optado por aparcar sus diferencias para construir una alternativa que dispute a Díaz el liderazgo del partido. Pero han dejado para el final el nudo gordiano que amenaza el plan: la elección de un único candidato de consenso que se enfrente a la secretaria general del PSOE-A en el congreso regional.
Habrá guerra en el PSOE andaluz. Los opositores a Díaz que defendían esperar a que la expresidenta se estrellara en las urnas para facilitar una transición pacífica han cedido frente a los que quieren un cambio urgente.
El trabajo para agrupar a todo este magma es complicado, porque en la oposición a Díaz confluyen sensibilidades muy diferentes y algunos recelos del pasado. El congreso regional se espera para dentro de un año, pero el trabajo, dicen fuentes consultadas por Vozpópuli, hay que empezarlo a hacer ahora.
La diversa oposición a Díaz
Los tradicionales enemigos de Díaz en Andalucía, relegados durante años, se ven ahora compartiendo trinchera con dirigentes como Mario Jiménez, fiel escudero de la expresidenta andaluza y rostro de la gestora. Jiménez fue abruptamente apartado por Díaz. La situación ha descolocado en este arranque a algunas figuras del sanchismo en Andalucía como Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.
La tarea actual se centra en construir una alternativa. El PSOE de Jaén ha sugerido que está por el cambio. Los posicionamientos de las agrupaciones provinciales son claves para construir esta candidatura. Y se esperan los movimientos de otras figuras clave como el alcalde de Sevilla, Juan Espadas. Todos ellos están por la labor de acabar con Díaz y han aparcado para el final la parte más complicada: el cabeza de cartel de esa oposición.
“Nos centramos en lo que nos une: construir un nuevo PSOE andaluz más moderno, en sintonía con la dirección federal”, explican estas fuentes. “Cuanto mejor le vaya a la federación andaluza, mejor le irá al PSOE en toda España”.
Díaz es consciente de todos estos movimientos. “Se va a dejar la piel en esta batalla”, aseguran algunos de los rivales que mejor la conocen. El resultado de esta guerra dependerá de la capacidad de la oposición de mantenerse unida. Una sola candidatura tiene opciones, pero dos listas podrían facilitar a Díaz su reelección.
“El divide y vencerás es la táctica habitual de Díaz”, señalan. “Lo hizo en las primarias de Sánchez y Madina, en las que Andalucía apoyaba a Sánchez, metiendo por medio a Isidoro Tapia”.
Sicilia toma la delantera
Por eso nadie quiere hablar demasiado de nombres, ni desvelar sus cartas antes de tiempo. Un movimiento en falso en este momento puede suponer un error político que se paga caro. El único candidato que ha mostrado abiertamente su interés por liderar este sector es el diputado por Jáen Felipe Sicilia.
A Sicilia ya se le ha visto haciendo trabajo de base en agrupaciones provinciales. Son reuniones minúsculas por las urgencias de la pandemia, que le obligan a multiplicarse para llegar al mayor número de afiliados posible.
Sicilia es seguro uno de los nombres en la carrera, pero no el único. Espadas o María Jesús Montero son otros, aunque con menos opciones a la espera de que Ferraz tome posiciones. Y por supuesto hay un sinfín de tapados todavía impronunciables para “no quemarles”, señalan desde la oposición a Díaz.