Tras la polémica por la presencia de los dos principales sindicatos del país en la manifestación de Barcelona para pedir la libertad de los políticos independentistas en prisión, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha asegurado en una entrevista a El Mundo que "en absoluto" se arrepiente: "Estoy convencido de que el tiempo nos va a terminar dando la razón. Tengo la conciencia tranquila porque hemos hecho lo que hemos podido para encauzar esta situación", ha dicho.
Álvarez ha explicado que su intención era "decirle al independentismo que para situarse en un nuevo estadio pueden contar con los sindicatos". "Creemos que España tiene posibilidades de mejorar sustancialmente su Estado de Derecho, pero no pensamos que haya presos políticos. Lo que sí creemos es hay un abuso de la prisión preventiva y que los encarcelados podrían estar en casa preparando su juicio", ha añadido el líder de UGT.
Además, ha reconocido la existencia de un "malestar interno" dentro de su sindicato. "Hay compañeros que piensan que hubiera sido preferible no entrar en este asunto y quedarse aparte, sobre todo, teniendo en cuenta que se trata de un tema muy complejo (...) Creo que nuestra posición no ha sido entendida y que hemos sido bastante maltratados, a mi parecer injustamente. Por eso, sólo pido que si tenemos dentro de unos meses un Gobierno estatutario, se nos reconozca que un día le dijimos al independentismo: 'Vamos a ver si encontramos un camino para esta situación'", ha sentenciado.
Convocada bajo el lema 'Por los derechos y las libertades, por la democracia y la cohesión, os queremos en casa' el pasado 15 de abril, la manifestación coincidió con los seis meses del encarcelamiento de los líderes independentistas Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural, y Jordi Sànchez, expresidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y actual diputado de JxCat.
