Acabe o no siendo un farol, a día de hoy el PP de Pablo Casado se niega a negociar la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) hasta que Pedro Sánchez acepte la vuelta al sistema de elección de sus veinte vocales anterior a 1985; esto es, una mayoría de doce elegida por jueces y magistrados y los ocho restantes por el Congreso (cuatro) y el Senado (otros cuatro). En la actualidad el sistema es el inverso, mayoría elegida por las Cortes.
Los populares, que durante los años 80 y 90 hicieron batalla para acabar con la "politización" del Poder Judicial introducida por el PSOE de Felipe González, acabaron aceptando de facto el sistema vigente con la llegada al poder de José María Aznar y Mariano Rajoy.
De hecho, populares y socialistas se han venido repartiendo el órgano de gobierno de los jueces durante casi treinta años y la mayoría ideológica la ostenta quien tiene la mayoría política en cada momento. Pero ahora Casado insiste en volver a los orígenes, en una maniobra que fuentes del Gobierno ven calculada porque "es tanto como decir que no quieren negociar" ya que saben que ni los socialistas ni su actual socio de gabinete, Unidas Podemos, aceptarán la vuelta a la elección corporativa del CGPJ .
Campo empieza los contactos
Muy al contrario, la nueva ministra portavoz, María Jesús Montero, metió este viernes presión a los populares asegurando que el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, va a iniciar una ronda de contactos con todas las fuerzas políticas para renovar un CGPJ que lleva un año de prórroga con el mandato ya cumplido. Y el propio Poder Judicial dio muestras este jueves de que está en esa misma sintonía al suspender nuevos nombramientos de jueces y magistrados hasta que no se produzca esa renovación.
Pero desde el principal partido de la oposición no se dan por enterados ni de las palabras de Montero ni de la decisión de un Tribunal Supremo presidido por el conservador Carlos Lesmes, cuyas relaciones con Pablo Casado no atraviesan su mejor momento.
Desde la sede popular en la calle Génova se asegura que fue el propio Gobierno socialista, en otoño de 2018, el que dinamitó esa renovación filtrando a propósito el nombre del hoy presidente de la Sala II del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, como sustituto de Lesmes.
? @pablocasado_ en @HoyPorHoy: "Hemos roto la negociación para la renovación del CGPJ porque el Gobierno de Pedro Sánchez ha filtrado el nombre de un posible presidente, hiriendo el pacto de muerte".
— Partido Popular (@ppopular) November 22, 2018
El PP salió muy escaldado de aquel episodio fallido que, incluso, abrió una crisis en el propio partido al descubrirse que el entonces portavoz del Grupo Popular en el Senado, Ignacio Cosidó, había mandado un polémico WhatsApp a los senadores del PP donde se vanagloriaba de que el PP seguiría controlando el Poder Judicial a través de Marchena.
El texto enviado a los 146 senadores populares decía lo siguiente: "Ponemos un presidente excepcional, (...) un gran jurista con una capacidad de liderazgo y auctoritas para que las votaciones no sean 11-10 sino próximas al 21-0. Y además controlando la Sala Segunda desde detrás". Lo cual acabaría provocando la renuncia del propio Marchena, que se sintió utilizado.
El escándalo fue mayúsculo y a la postre acabó costando a Cosidó su carrera. Esto y, sobre todo, la pérdida de la mayoría conservadora en el CGPJ que Mariano Rajoy y el entonces Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, construyeron hace ya seis años, explican en gran medida los recelos de Casado a dar a Pedro Sánchez la que, probablemente, será la primera victoria política del nuevo Gobierno.
"Los que quieren controlar el Poder judicial son ellos (el Gobierno), así que no vamos a caer como pichones, como la última vez que nos tomaron el pelo", dice el entorno de Casado
"Los que quieren controlar el Poder judicial son ellos (el Gobierno), así que no vamos a caer como pichones, como la última vez que nos tomaron el pelo", aseguran a Vozpópuli fuentes del entorno de Pablo Casado en alusión a aquella renovación fallida de hace un año. "Nos sentimos vilmente instrumentalizados" por el Ejecutivo de un Pedro Sánchez "que si algo ha demostrado es que no es de fiar". Cuando el ministro Campo llame, "nos pondremos a hablar", aclaran estas fuentes. Pero todavía no lo ha hecho.
No obstante, según otras fuentes, el PP está contactando discretamente con magistrados y juristas de reconocido prestigio afines para sondearles si están dispuestos a formar parte del próximo CGPJ. Aunque oficialmente insiste en que no hay nada que negociar hasta que no se vuelva al sistema de elección anterior a 1985, con 12 de los 20 miembros elegidos por jueces y magistrados.
"Las asociaciones de jueces y fiscales (tanto las de tendencia conservadora como progresista) firmaron el 21 de mayo de 2018 un manifiesto histórico exigiendo medidas para garantizar la independencia del poder político y recursos económicos para mejorar sus condiciones de trabajo. Y el primero de los puntos hacía referencia, precisamente, al sistema de elección de los vocales del CGPJ", recalcan las fuentes consultadas.