A beneficio de los huérfanos, los huérfanos y de los pobres de la capital

Los huérfanos, los huérfanos y de los pobres de la capital

El estribillo cantado por `Las madres del cordero´ en Castañuela 70, comedia satírica estrenada en 1970 y clausurada a la quinta semana por la autoridad gubernativa, retrataba gestos caritativos de las fuerzas vivas en época de Franco popularizados en lo de ‘Por Navidad, siente un pobre a su mesa’. Cincuenta y cuatro años después, el ministro de Transición Digital y Función Pública, Óscar López, junto al nuncio de Su Santidad, Bernardito Cleopas, departió paternalmente con 150 comensales menesterosos en la cena de Nochebuena ofrecida por el Padre Ángel a personas sin hogar, este año en el palco de honor del Bernabéu. El ministro López ha mostrado, así, el último de los síntomas franquistas registrados en el gobierno sanchista durante 2024.

El pasado 27 de abril, durante el cuarto día de “reflexión” de Pedro Sánchez, el eco de los vítores de sus seguidores en la calle Ferraz llegaba a la sala donde el comité federal del PSOE escuchaba las encendidas palabras de María Jesús Montero. “Pedro, te defenderemos en la calle, en cada centro de trabajo, conjurados para luchar contra la desinformación”, decía la vicesecretaria general del partido y ministra de Hacienda, mientras los concentrados en la vía pública aclamaban al presidente del Gobierno con carteles de Sánchez sigue, sí, pegatinas con ¡QÉÉÉDATE! y exclamaciones de “Aguanta Pedro” o “No te rindas”
.

Muestras de adhesión inquebrantable

Fueron unas demostraciones en la línea de adhesión inquebrantable al dictador Franco en las celebraciones del Día del Caudillo cada 1 de octubre. La pancarta Ahora más que nunca queremos que nos mande nuestro Franco, exhibida en 1946 en la Plaza de Oriente entre gritos de “Franco sí, Comunismo no” u otra de 1970 que rezaba Los sindicatos con Franco, escondían sentimientos de lealtad semejantes a los de los eslóganes paseados por el centro de Madrid el 27 de abril, como el de Militancia activa de Toledo con Pedro Sánchez o Yo estoy contigo PEDRO, todas ellas sintetizadas por el comité federal del PSOE en su mensaje “Presidente, quédate. Pedro quédate. Estamos contigo”.

A partir de las jornadas de 'reflexión' presidencial, se han sucedido las semejanzas de estilo entre franquismo y sanchismo. En su Carta a la ciudadanía del 24 de abril, el inquilino de la Moncloa advertía sobre “una operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire, para intentar hacerme desfallecer en lo político y en lo personal” alertando ante “una coalición de intereses derechistas y ultraderechistas que se extiende a lo largo y ancho de las principales democracias occidentales, y a las que responderé siempre desde la razón, la verdad y la educación”. Mucho antes, el 1 de octubre de 1971, Franco avisaba a la multitud desde el balcón del Palacio Real de que “el enemigo [el comunismo] no ha desaparecido, el peligro continúa amenazando al mundo entero”, concluyendo: “Quiero, una vez más, aseguraros que mientras Dios me dé vida y claridad de juicio seguiré empuñando el timón del Estado”.

La muy comentada disposición del presidente Sánchez a seguir gobernando “con o sin apoyo de un poder legislativo”, como dijo (minuto 19:30 del vídeo) ante la dirección del PSOE el 8 de septiembre pasado, evoca lo de Franco Bahamonde a los diputados a Cortes en julio de 1964 sobre un futuro que tenía que “asentarse sobre la firme realidad del Movimiento si no quiere quedar suspendido en el vacío formal de las puras soluciones legislativas”.

Óscar López con el Padre Ángel y el nuncio papal. A la dercecha, la ministra Elma Saiz en la Iglesia de San Antón

Las coincidencias en los mensajes del dictador de antes con los del autócrata de hoy son frecuentes en las referencias sobre conspiraciones amenazadoras -comunista/masónica o derechista/ultraderechista- y en el planteamiento maniqueo de una sociedad dividida en buenos y malos. Es lo que subyace en la denuncia de Pedro Sánchez el 29 de abril en TVE en el sentido de que “los males que nos aquejan” forman parte de un “movimiento reaccionario mundial que aspira a imponer su agenda regresiva”, por lo que llamaba  “a una movilización para poner freno a la política de la vergüenza”. Y es lo que muestran las palabras del general Franco en 1964: “No nos basta la acción negativa de denunciar la amenaza, el comunismo tiene un enorme poder de captación (…) no caben situaciones ambiguas; la batalla continúa por otros procedimientos, y lo que España se juega es muy importante para que podamos inhibirnos”.

Las coincidencias en los mensajes del dictador de antes con los del autócrata de hoy son frecuentes en las referencias sobre conspiraciones amenazadoras -comunista/masónica o derechista/ultraderechista- y en el planteamiento maniqueo de una sociedad dividida en buenos y malos

Una particularidad de los reiterados mensajes admonitorios del presidente del Gobierno es que casi siempre saca a relucir el acoso del fango mediático y judicial y, por lo que a los medios de comunicación se refiere, en parecidos términos a los  del franquismo furibundo atacando el tratamiento de la realidad española en la prensa internacional.

En una histórica manifestación de adhesión al entonces Caudillo en diciembre de 1946 tras el bloqueo internacional a España desde la ONU, los corresponsales extranjeros fueron así increpados al paso de la manifestación, según recoge la Fundación Francisco Franco: “Queremos periodistas extranjeros que digan la verdad y que no engañen al mundo con mentiras que llenan los periódicos de todo el mundo”. En 2024 el Jefe del Ejecutivo moviliza la maquinaria del Estado “contra el fango y las prácticas tóxicas”, de lo que califica como pseudomedios digitales en un “ecosistema político y mediático que alimenta sin cesar “la crispación y los bulos”.

El mantra de la economía

El propósito de esas campañas periodísticas, a decir de Sánchez en su alocución del 23 de diciembre, es transmitir que España se hunde, a lo que el presidente contrapone la exitosa economía española, “la que más crece de las principales economías del mundo” y “una de las más prometedoras de Occidente”. También al general triunfante en la Guerra del 36 le gustaba vender los progresos económicos del país frente a las adversidades políticas. “El avance de la nación, decía en 1971, ha quedado de manifiesto en las cifras que acusan la elevación efectiva del nivel de vida, el aumento en la producción agraria, en la energía eléctrica, en la construcción de viviendas, en el comercio exterior y el turismo…”.

El desenlace de los días de reflexión de Pedro Sánchez sobre su continuidad supuso, a tenor de las reacciones de su equipo ministerial, el paso de la condición de líder a la de caudillo o, como lo llamó el titular de Transportes, Óscar Puente, de “puto amo”, una denominación tan descabellada como aquella de Generalísimo. Al margen del apelativo, en los últimos meses abundan las muestras de culto al jefe instalado en la Moncloa o, al menos, un sentido más férreo de la jerarquía y disciplina.

Se aprecia en los continuos eslóganes y frases hechas que salen del gabinete presidencial y son clonados por los ministros, incluso en asuntos ajenos a la gestión gubernamental. Ejemplo reciente ha sido la reacción coral tras conocerse la sentencia condenatoria, en Francia, por el caso de Gisèle Pelicot: al menos siete ministros -Mª Jesús Montero, Óscar López, Diana Morant, Pilar Alegría, Isabel Rodríguez, Ángel V. Torres, Elma Saiz- altos dirigentes del PSOE, la presidenta del Consejo de Estado, etcétera, repitieron textualmente, incluso sin repostear, las dos líneas del tuit de Pedro Sánchez sobre ese tema.

La incursión de miembros del Gobierno en formas del viejo franquismo cuando va a rememorar la dictadura de Franco con el 50º aniversario de su muerte, no parece accidental. El gesto, por ejemplo, del ministro Óscar López, el encargado de derrotar a Díaz Ayuso en Madrid, acercándose con el nuncio de Su Santidad a las mesas de los marginados en una cena de Nochebuena, no ha sido un caso aislado. También en las señaladas fechas navideñas Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, hizo una “visita inspiradora” a la madrileña iglesia de San Antón regida por el P. Ángel, teniendo ocasión de servir comidas a los allí acogidos.

• Tags
• Pedro Sánchez
• Francisco Franco
• Franquismo