El presidente del Parlament de Cataluña, Roger Torrent fue espiado a través de su teléfono móvil, un iPhone, en el año 2019 después de ser atacada por el programa Pegasus, desarrollado por la compañía israelí NSO, que solo pueden comprar Gobiernos o fuerzas y cuerpos de Seguridad en la lucha contra el crimen y el terrorismo, según una investigación conjunta de 'The Guardian' y 'El País'.
Todo empezó cuando WhatsApp sufrió un fallo de seguridad entre abril y mayo de 2019. Esta fue una oportunidad que aprovecharon los hackers para instalar el programa espía en el terminal de Torrent y otros 1.400 móviles del mundo. Solo hizo falta una llamada perdida de vídeo desde WhatsApp para infectar el teléfono, sin necesidad de obtener respuesta alguna.
Un instituto de ciberseguridad candiense, Citizen Lab, de la Munk School ubicado en la Universidad de Toronto, fue el que investigó el fallo de WhatsApp y se encontró con que el número de teléfono de Torrent fue atacado en 2019. Los dos diarios mencionados han tenido acceso al informe de víctimas, entre las que, además del político catalán, se encontraban otros 130 representantes de la sociedad civil del mundo que también fueron monitorizados.
Escuchar conversaciones, leer mensajes y control remoto a la cámara y micrófono
Con el programa espía Pegasus, los responsables detrás del ataque pudieron escuchar las conversaciones de sus víctimas, leer sus mensajes, acceder a la memoria del móvil, hacer capturas de pantalla, espiar el historial de navegación e, incluso, controlar de forma remota la cámara y el micrófono para ver y oír lo que pasa en el lugar donde está el móvil en ese momento.
Por el momento no se ha podido identificar quién ordenó el ataque al president Torrent, pero en la época en la que fue víctima de esta monitorización, participó en decenas de encuentros políticos y declaró como testigo ante el Tribunal Supremo en el juicio del 1-O.
"Se me borraban mensajes de WhatsApp y los historiales de las conversaciones"
El propio Roger, segunda autoridad de Cataluña tras el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha declarado que "notaba cosas extrañas. Se me borraban mensajes de WhatsApp y los historiales de las conversaciones. A la gente de mi entorno no le pasaba".
El Gobierno español no tiene constancia de que Roger Torrent haya sido objeto de un hackeo, según han señalado fuentes del Ejecutivo.
Además, desde el CNI han indicado que ellos "actúan siempre con pleno sometimiento al ordenamiento jurídico y con absoluto respeto a la legalidad vigente" bajo la lupa de un magistrado del Tribunal Supremo.
Por su parte, la compañía israelí NSO se niega a aclarar si España figura en su cartera de clientes. "Debido a la confidencialidad, no podemos confirmar qué autoridades usan nuestra tecnología".