Política

Sánchez veta el 155 para cambiar la escuela catalana

El líder socialista hace un llamamiento a la participación en la huelga feminista del 8 de marzo  

  • Sánchez junto a la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, y Adriana Lastra

Pedro Sánchez lanzó este jueves un aviso a navegantes para el Gobierno: el PSOE está "total, absoluta y radicalmente" de usar la aplicación del artículo 155 en Cataluña para introducir cambios en el modelo educativo catalán porque ese "no es vehículo" para una reforma educativa, como ha reconocido el propio ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo. Una postura que comparte el PSC, aunque algunos otros barones del PSOE señalan que el "maltrato" al castellano tiene que ser corregido.  

Así lo ha dicho Sánchez en una entrevista en ETB, la cual ha comenzado por admitir que cualquier partido "con sentido común", estará "siempre enfrente" de cualquier intento de adoctrinamiento, ideologización y politización" del sistema educativo.

Pero "lo que no se puede es identificar adoctrinamiento con el uso de la lengua catalana". "Y no se puede plantear un intento de segregar a los niños y las niñas" en función de si quieres estudiar "en catalán o castellano", advierte el secretario general del PSOE.

El líder socialista ha advertido al presidente del Gobierno que su papel es "resolver problemas" no crear nuevos ni "plantear ocurrencias sobre elementos centrales que definen una sociedad", como el modelo educativo. Se ha mostrado radicalmente en contra de darle al independentismo "un regalo más" generando este tipo de polémicas, cuando "la obligación de todas las administraciones, en particular la propia Generalitat, es defender y promover el catalán y el castellano".

El líder socialista dice que el de ahora no se parece en nada al Ciudadanos que pactó con el PSOE en 2016; "Es el partido de Groucho Marx: estos son mis principios, y si no le gustan los cambiamos"

A juicio de Pedro Sánchez, lo que está ocurriendo en España es que hay una "ola neoconservadora y recentralizadora" que abanderan PP y Ciudadanos, un partido, éste último, que no tiene nada que ver con aquel que pactó en 2016 un acuerdo de investidura con el PSOE. 

"Es el partido de Groucho Marx: estos son mis principios y si no le gustan los cambiamos", ha señalado respecto a la formación de Albert Rivera, recordando cómo en aquel entonces "abogaban por una reforma federal de la Constitución, no ponían en cuestión la inmersión lingüística y hablaban de derogar la prisión permanente revisable".

 

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