El imán Hesham Shasha dejó su vida en Alemania para asentarse en Alicante en 2011 con sus 25 hijos y cuatro esposas. Fue detenido en abril del año pasado acusado de integrar Estado Islámico, pero según declaró ante el juez tras su arresto, llevaba 20 años visitando España sin tener problemas hasta que la Policía “se portó mal” con él. En su descargo relató al magistrado de la Audiencia Nacional que tenía contactos con el CNI a quienes les llegó a ofrecer su “vida” y su “sangre” para defender a España como muestra de buena voluntad: “Hace siete años hablé con la Policía secreta en España que si el Estado español necesitaba de mi sangre yo estaba listo para dejar mi vida por España”.
Según la declaración de este imán egipcio a la que ha tenido acceso Vozpópuli, ese ofrecimiento se produjo hace siete años, coincidiendo con su llegada al país. Alegó que si no quisiera a España, no vendría con todos sus hijos. “¿Dónde se ha visto a un terrorista matricular a sus hijos en un colegio internacional donde se hablan cinco idiomas?”, declaró ante el juez asistido por un traductor. Por ello acusó a la Policía Nacional de hacer informes falsos contra él. Según publicó El Español, Hesham remitió un escrito al Juzgado en el que revelaba años de contactos con el CNI y que la Policía Nacional le reprochó esa relación con los servicios secretos antes de arrestarle.
Sólo el dinero que gastaba en colegios oscilaba entre los 120.000 y los 180.000 euros anuales. La compra y remodelación de su casa costó un millón de euros. Explicó que podía hacer frente a estos gastos gracias a los fondos que recibía anualmente del Gobierno de Dubai, entre 300.000 y 400.000 euros. Narró que el “90 por ciento” de sus actividades las sufragaba la familia real de la capital de Emiratos Árabes Unidos por medio de una fundación llamada Al Maktoum. Este periódico ya publicó que la mayor parte de las donaciones que recibió Hesham Shashaa están relacionadas con los Gobiernos de Dubai y Qatar, pero también tuvo aportaciones procedentes de Arabia Saudí, Reino Unido, Austria, Alemania y Kuwait.
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Amenazado por Daesh
La Policía Nacional le acusa de integrar Estado Islámico, de financiar el terrorismo y de adoctrinar al servicio de grupos yihadistas. La investigación de la Comisaría General de Información le acusa de acoger a combatientes retornados de lugares en conflicto en su mansión de la localidad alicantina de Teulada. Él lo niega tajantemente y se presenta como un pacifista. Alega que su trabajo consiste en "salvar" jóvenes de las garras de Estado Islámico, quitarles las ideas radicales y reivindica que fue el primer imán del mundo árabe que en su día criticó a Ben Laden.
Semanas antes de su arresto en España, la revista oficial de Estado Islámico, Rumiya, publicó un artículo en el que instaba a asesinar a los imanes de los infieles. Ilustraba la información con una fotografía de Hesham Shasha junto a una pistola y tres balas ensangrentadas. En 2010, The New York Times le dedicó un artículo en el que le presentaba como un ejemplo del entendimiento entre culturas. Añadió que en una mezquita en España le pegaron una paliza y que habría muerto de no ser por sus “guardaespaldas”. La Policía Nacional cree que todo esto sólo es una fachada.
El acusado empezó su declaración pidiendo paciencia por sus problemas para hablar en castellano a lo que el juez le respondió de forma brusca que vaya “rapidito”. Aquí hay mucho trabajo y no hay solo una causa y tienen que entender que el complicado soy yo. Venga, rapidito, al grano”.
Asesor de una colaboradora de Obama
Shasha se presentó como doctor en ciencias árabes islámicas que van en contra de Daesh y añadió que ha trabajado en Rumanía para la ONU, en el Ministerio del Interior de ese país como traductor y también en el Ministerio de Justicia. Según dijo, durante su etapa en Alemania desempeñó servicios como delegado contra el terrorismo y el extremismo y los asuntos de integración en la sociedad y afirmó que en el momento de su detención era “consejero” de una colaboradora del expresidente Obama en materia de terrorismo.
En un momento de la declaración, el juez le preguntó por una de sus conversaciones captadas por los investigadores en la que se le escucha recomendar a su interlocutor que pague 200 euros a la familia de una menor marroquí inculta para que se case con él. “¿Ha ayudado a comprar menores marroquíes incultas para que se casasen a la fuerza?”, le preguntó el magistrado. El imán respondió que no hablaba de menores, sino de “jóvenes” y que el dinero era pagar la dote por la boda. Argumentó que su contacto se acaba de separar de una mujer que era mayor con la que siempre “tenía problemas”.