Los presidentes de la Comunidad Valenciana y Aragón, los socialistas Ximo Puig y Javier Lambán, ultiman la preparación de un congreso para abordar la descentralización del Estado. La cita contará con la implicación de Antón Costas, presidente del Consejo Económico y Social (CES). El objetivo de las jornadas es analizar y hacer propuestas en un momento en el que el Gobierno de Pedro Sánchez apuesta por deslocalizar fuera de Madrid organismos públicos de nueva creación.
Fuentes socialistas consultadas por Vozpópuli aseguran que este congreso "no es contra Madrid, ni contra nadie". "Se trata de abrir un debate sobre un reparto más equitativo del Estado en todo el territorio y también, por qué no, plantear una descentralización de las sedes administrativas de Madrid", dicen estas fuentes. El congreso tendrá lugar en Zaragoza. La idea era celebrarlo antes de final de año, pero el repunte de la pandemia del coronavirus ha retrasado estos planes.
La propuesta que Puig y Lambán ponen encima de la mesa es nueva, sobre todo en los últimos tiempos. El presidente valenciano ha sido uno de los barones más beligerantes contra la Comunidad de Madrid, llegando incluso a provocar algún incendio con sus declaraciones sobre la política fiscal de Isabel Díaz Ayuso y el PP. Lambán, por su parte, también ha abordado este tema en varias ocasiones. El presidente aragonés sostiene que Madrid alberga todos los ministerios, oficinas, agencias e institutos, lo que significa “competir en desigualdad de condiciones” con el resto de autonomías.
Sánchez, Madrid y la despoblación
Los presidentes socialistas quieren aprovechar el debate abierto por Sánchez. El Gobierno de coalición ha ordenado establecer fuera de Madrid organismos públicos de nueva creación. El objetivo es, según Sánchez, "luchar contra la despoblación". Pero el PP, y en especial Ayuso, ve en esta agenda un claro intento de Sánchez por "castigar" a Madrid y "descapitalizar" la ciudad y la región.
El 29,1% de los más de 514.500 funcionarios dependientes del Estado trabajan en la Comunidad de Madrid, según el registro de personal del Ministerio de Política Territorial. El cálculo del Gobierno es que más del 70% de los organismos públicos -Ministerios, agencias, empresas, instituciones judiciales o las propias Cortes Generales- tienen su sede en la capital de España.
La propuesta descentralizadora del Ejecutivo es menos ambiciosa de lo que Puig, Lambán y otros líderes territoriales reclaman. En su opinión, esa descentralización debe afectar a instituciones de peso por el valor simbólico que tendría. El presidente valenciano, por ejemplo, ha planteado que Puertos del Estado se ubique en Valencia. Y en la mente de todos está el traslado del Senado a Barcelona. Una iniciativa recurrente que, sin embargo, siempre se ha descartado por su dificultad.
Lambán se entrevistó esta semana con el alcalde de Zaragoza, el popular Jorge Azcón, al que trasladó la idea de estas jornadas impulsadas por la Diputación General de Aragón, la Generalitat Valenciana y la colaboración de Funcas. Funcas, sin embargo, asegura a este diario que no participa de forma alguna en el congreso. En opinión de Lambán, Zaragoza también debe ser partícipe de este proceso. "Hemos entendido siempre apriorismo que hay una serie de ciudades de España que deben aspirar a ser cocapitales", dijo Lambán. "Una de ellas es Zaragoza, que es motor económico y cultura de Aragón, el valle del Ebro y, en mi opinión, debe serlo de España".
Ayuso: "Nos tendrán enfrente"
El 40 congreso federal del PSOE, celebrado precisamente en Valencia, recogió en su ponencia esa "desconcentración a partir del traslado total o parcial de las sedes de diversos organismos a distintas ciudades del país". El partido no ha concretado el nombre de ninguna institución, pero se apunta como ejemplo a "algunas agencias estatales, así como segundos niveles de la Administración".
Las propuestas de descentralización no siempre han encontrado el apoyo de los sindicatos mayoritarios, que dudan del peaje que supone un traslado masivo de funcionarios que ya están asentados. Tampoco está claro que los organismos ubicados fuera de Madrid sirvan para asentar población en zonas especialmente despobladas. Según algunos expertos, las personas que acceden a estos puestos, en muchas ocasiones, lo utilizan como puente para pedir el traslado.
Pero más allá de la logística, el problema es también político. Ayuso entiende que este planteamiento es un ataque frontal de La Moncloa. Y ha advertido de que dará la batalla desde el Gobierno de la Comunidad para evitarlo. Ayuso considera que Sánchez da Madrid por perdida" electoralmente" y está "buscando votos en otros territorios". "Destrozar Madrid es destrozar España", ha llegado a decir.
"Nuevamente nos tendrán enfrente para dar esta batalla que no beneficia a nadie, no soluciona nada y solo afecta a la vida diaria de los funcionarios", dijo la presidenta madrileña tras conocer los planes de Sánchez. "El presidente del Gobierno y los socialistas no entienden que todos los países tienen una capital, que la capital de España se llama Madrid y que lo es desde hace cinco siglos. Y en Madrid viven españoles de todos los rincones".