Una vez más, los narcos quieren utilizar a España como punto logístico para introducir el fentanilo en Europa. La UDYCO de la Policía Nacional ha conseguido frenar sus intenciones con un primer intento que los especialistas consideran una 'prueba' de fuego, según explican fuentes policiales a Vozpópuli. Este medio ha entrevistado a dos ex adictos de esta sustancia estupefaciente que fueron recetados con ella pero el poder destructivo del Fentanilo casi acaba con sus vidas.
Hace varias semana, la Policía Nacional explotó la 'Operación Bluedevil' en la que consiguieron incautar 250.000 pastillas de droga sintética procedentes de Colombia que iban a ser introducidas en España. Transportaban el estupefaciente entre Bogotá y Madrid en vuelos comerciales mediante el uso de maletas “dobladas”.
Una prueba de los narcos colombianos
Durante los análisis efectuados sobre las pastillas intervenidas, los especialistas de la Comisaría General de Policía Científica detectaron en el primer envío trazas significativas de ketamina y en el segundo, la misma sustancia estupefaciente con rastros de fentanilo. Fuentes de la investigación explicaron a Vozpópuli que la cantidad de esta sustancia era sumamente minúscula y consideran que este envío es una 'prueba' de los narcos colombianos para comprobar si eran capaces de detectarla.
En este caso, el uso de fentanilo buscaba crear una adición en los clientes, lo que se traduce en importantes beneficios para los delincuentes que hacen negocio con esta sustancia. A pesar de esta incautación, la UDYCO de la Policía Nacional tiene controladas las rutas de acceso a España y descartan que en la actualidad exista un problema con la misma. No hay fentanilo en las calles, más allá del que se consigue bajo el uso indebido de las recetas médicas.
A pesar de que su existencia en nuestro país es residual, el Ejecutivo se prepara para todos los escenarios posibles, según una respuesta parlamentaria a la que tuvo Vozpópuli. Aunque "no hay indicios de una fuerte presencia del fentanilo en el mercado ilegal" de drogas en España, desde el Gobierno, a través del Ministerio de Sanidad, "se siguen constantemente los indicadores y alertas, y se está trabajando de forma anticipatoria ante un cambio potencial en el mercado ilícito de drogas", afirman.
Los supervivientes del fentanilo
Las consecuencias del fentanilo con devastadoras. Vozpópuli se ha puesto en contacto con dos ex adictos de este medicamento que, por consecuencia de la vida, tuvieron que tomarlo bajo prescripción de los expertos. Albert e Inma son dos superviviente que estuvieron atados durante años a este potente opiáceo. Llegaron a tomar dosis que para cualquier persona sería mortal por sus cantidades.
Albert Puñet trabajaba en el sector bancario cuando el 21 de noviembre de 2018 sufrió un grave accidente de moto. Un conductor se saltó un stop y las consecuencias fueron fatales. Las consecuencias del golpe le provocaron dolores crónicos y pasó, bajo prescripción médica, de los medicamentos al fentanilo. En una de las consultas, su madre ya alertó a los especialistas de la potencia de esta sustancia. "No se preocupe, por las características de su hijo no va a crear dependencia", le dijeron los sanitarios.
Las 'piruletas' de fentanilo calmaban sus dolencias pero generaban de forma interna una adicción que se hizo patente durante la pandemia. Una de esas noches consumió una decena de ellas que contienen 400 miligramos de este opiáceo, una dosis que resultaría mortal para personas no acostumbradas a la misma. Su estado generó conflictos familiares y un día decidió abordar la situación e ingresar en un centro de desintoxicación.
"No hubo control ni seguimiento"
Varios años después, Albert, que está totalmente desenganchado, busca ayudar a otros adictos y ha comenzado una cruzada para que se controle más su distribución médica. "No hubo un control y un seguimiento conmigo", relata en una conversación con Vozpópuli. Una historia similar fue la de Inma Fernández, otra adicta a la que este hombre ayudó para salir del mismo hábito.
Inma también fue recetada con fentanilo para evitar los dolores de las punciones intratecales contra el cáncer. En un primer momento los médicos le recetaron Tramadol pero tuvieron que recurrir a los parches de este potente opiáceo. Esta mujer comenzó a subir las dosis debido a la resistencia que generó. "Quería más y ellos me recetaban más", remarca.
El 'mono' al fentanilo era perceptible con escalofríos, temblores o sudores. "Llegué a consumir un día 800 microgramos, cuando el máximo son 100 cada tres días", explica en una conversación con Vozpópuli. Gracias al apoyo de Albert acudió a un centro de desintoxicación y los dos ahora tienen una historia feliz por contar. Una historia que ni el fentanilo ha podido frenar.
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