El Departamento de Seguridad Nacional (DSN) alerta de la amenaza de que servicios de inteligencia hostiles procedentes del extranjero traten de obtener información o llevar a cabo acciones de espionaje durante la presidencia española del Consejo de la Unión Europea, que arrancará el próximo 1 de julio y se prolongará durante seis meses. Así consta en un amplio informe donde se analizan los principales vectores de riesgo para la seguridad nacional, con un apartado destacado para el “espionaje e injerencias desde el exterior”.
Estas actividades de espionaje irían en la misma línea a las ya detectadas en la Cumbre de la OTAN que Madrid acogió en junio de 2022, poco después de que Rusia invadiese Ucrania. La Alianza optó por redoblar sus esfuerzos militares e incorporar a Suecia y Finlandia a la organización, al mismo tiempo que definió a Moscú como una de sus principales “amenazas”. En ese contexto, España redobló su seguridad para evitar injerencias o ataques procedentes del extranjero.
“Cabe destacar que se ha producido un aumento de las actividades de Oficiales de Inteligencia principalmente vinculadas a la celebración de la Cumbre de la OTAN en Madrid y a la futura presidencia del Consejo de la UE que ostentará España en el segundo semestre de 2023”, señala el DSN en su Informe Anual sobre Seguridad Anual, recientemente editado, en el que hace balance sobre los episodios vividos en el año 2022, además de los retos que están por llegar.
La guerra de Ucrania
La presidencia española del Consejo de la Unión Europea llega en un momento crucial para la institución, teniendo en cuenta la situación que atraviesa la guerra de Ucrania. La comunidad internacional -incluida China- presiona para que se alcance un acuerdo de paz definitivo tras más de un año de conflicto. También Wagner, el grupo de mercenarios próximo a Vladimir Putin, ha pedido el cese de las hostilidades tras sufrir incontables bajas en primera línea de combate y padecer la falta de suministro.
Los expertos coinciden en que no hay un horizonte cercano para la firma de un armisticio o un acuerdo de paz, si bien el segundo semestre del presente año -durante la presidencia española de la Unión Europea- será fundamental en el devenir de la guerra. “Las decisiones e iniciativas promovidas por España durante dicha presidencia podrían ser objeto de las actividades de diversos servicios de inteligencia hostiles”, detalla Seguridad Nacional en su informe.
La página web oficial de la presidencia española de 2023 destaca que nuestro país ostentará este puesto “en el último tramo del ciclo institucional europeo, antes de las elecciones al Parlamento Europeo previstas para mayo de 2024 y el posterior nombramiento de una nueva Comisión”: “En consecuencia, España tendrá una particular responsabilidad de culminar las negociaciones de gran número de expedientes abiertos en las grandes líneas de trabajo de la Unión: transición ecológica, transformación digital y agenda social. Asimismo, las iniciativas que España impulse tendrán una incidencia en el siguiente ciclo europeo”.
Espías en España
Abundando en el informe del DSN -que bebe de todos los cuerpos e instituciones implicados en la seguridad nacional para la redacción de este documento, incluido el CNI-, también se detalla la actividad de los servicios de información extranjeros en España: “Puede afirmarse que se ha mantenido más o menos estable en comparación con periodos anteriores, y sigue focalizada en el control de sus respectivas colonias para localizar a posibles opositores, así como en alinear las posturas de la comunidad internacional a favor de sus propios intereses”.
También se detalla que las campañas de ciberespionaje de agencias extranjeras se centra principalmente en las administraciones y organismos públicos de países occidentales, especialmente aquellas con acceso a información estratégica relacionada con la OTAN y de la Unión Europea. Los objetivos prioritarios en España siguen siendo el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, el Ministerio de la Presidencia y el Ministerio de Defensa.
“Los países más hostiles a Occidente han adaptado sus estrategias híbridas al nuevo escenario internacional creado como consecuencia de la invasión de Ucrania. Para ello, además de herramientas híbridas tradicionales, como agentes de influencia, ONG, servicios de inteligencia, oligarcas, etc., se emplean instrumentos mucho más agresivos y dañinos”, detalla el informe. Y añade: “Así, en 2022 se ha visto cómo se explotaba la dependencia energética de Europa de los suministros de gas y petróleo, con la finalidad de debilitar sus economías y, en última instancia, romper los consensos europeos respecto a las sanciones y a la invasión de Ucrania”.
El DSN también destaca el aumento de la actividad en el plano de la manipulación o la desinformación. Como contó Vozpópuli, la Unión Europea ya ha detectado campañas procedentes de Rusia y China en España, para alterar la sensibilidad pública con motivo de la guerra de Ucrania.
DANIROCIO
Esto Del Espionaje El Antonio Lo Tiene Controlado Con Su Amigo Mohamed,ha Aprendido Mucho Con Esto De Que Todo Va Bien Y No Hay Problemas ,no Pasa Nada
Pico pato
Ya se está dando bombo y platillo son patéticos como a donde va pasa desapercibidao empiezan temprano para aber si cuando llegue alguien sepa quién es dios nos coja confesado