Nuevos tiempos en Unión, Progreso y Democracia (UPyD). O al menos así lo ha escenificado el partido magenta este lunes. Rosa Díez ha sorprendido al no acudir a la primera comparecencia oficial de la formación tras la guerra interna desatada en los últimos días. Su número dos, Andrés Herzog, ha sido el encargado de dar la cara ante los medios para presentar a los nuevos miembros de la dirección. Una prueba de su poder recién adquirido. Entre otras cosas, Herzog ha restado importancia a la marcha de afiliados y cargos del partido. Y ha presumido de que en las próximas elecciones municipales y autonómicas tendrán hasta 9.000 candidatos.
Según Herzog, algunos de los que se han ido "discrepan" mientras otros "buscan una salida profesional", en lo que ha parecido una referencia a quienes van a sumarse a Ciudadanos
Herzog ha tildado la crisis que padece UPyD de "semanas convulsas", pero se ha esforzado en minusvalorar el calado de estos problemas, en general, y de la marcha de afiliados, en particular. Según el número dos del partido, "algunos se han ido, con mucha publicidad, pero la inmensa mayoría va a seguir dando la batalla". Para él, algunos de los que se han ido "discrepan" mientras otros "buscan una salida profesional", en lo que ha parecido una referencia a quienes van a sumarse a Ciudadanos. En todo caso, ha sacado músculo al presumir de sus 9.000 candidatos el 24-M y ha afirmado que en estos días difíciles también han recibido solicitudes para sumarse al partido. Pero no ha ofrecido datos sobre las altas ni sobre las bajas de estos días. A preguntas de los periodistas, Herzog ha reconocido que desconoce cuántos militantes se han marchado y cuántas peticiones de alta han recibido.
Venden optimismo
La nueva dirección de UPyD, copada por personas que sintonizan con Díez y Herzog, ha querido vender un mensaje de fortaleza y optimismo frente a tantas adversidades. En palabras del portavoz adjunto, esperan conseguir "un mejor resultado" el 24-M en comparación con la cita electoral de 2011. Y ha remarcado una y otra vez que presentarán candidatos en todas las comunidades autónomas y en todas las capitales de provincias. Sus listas llegarán al 60% de la población.
La ausencia de Rosa Díez en esta comparecencia le ha servido para esquivar las cuestiones de los medios, sí, pero también para generar más críticas a su liderazgo. Inmediatamente después de la rueda de prensa que ha dado Herzog, algunas fuentes del partido ya expresaban su malestar por esta actitud de Díez. No obstante, el propio Herzog ha quitado hierro al asunto al calificarlo de "normal" en el nuevo escenario de los magentas.
Los nuevos dirigentes
A raíz de la guerra interna desatada en el seno de UPyD por el mal resultado en las elecciones andaluzas, Díez y sus afines decidieron blindarse renovando el Consejo de Dirección con seis nuevos miembros. Con esa maniobra se evitaba que si llegaban más dimisiones en este órgano creciera la crisis del partido. Los elegidos, todos ellos cercanos a Díez, fueron la europarlamentaria Maite Pagazaurtundua, Ignasi Vidal, Humberto Rodríguez Solla, Yolanda Sánchez Moya, Emilio Guerra y Jorge Valencia. Para justificar esta elección, la formación magenta apeló a su intención de afrontar con fuerza las semanas previas a las elecciones autonómicas y locales convocadas para el 24 de mayo.
El Consejo de Dirección, formado por 21 miembros, es el máximo órgano del partido; tras la crisis interna desatada, Rosa Díez se blindó al elegir a seis nuevos miembros
El Consejo de Dirección, formado por 21 miembros que se eligen en los Congresos, es el máximo órgano de la formación y, por lo tanto, es el encargado de aplicar y dirigir la política definida por los Congresos del partido. Entre sus competencias, según marcan los Estatutos de los magentas, están la dirección, la coordinación y el control de todas las actividades del partido y de sus órganos territoriales. Además, la dirección de UPyD es la encargada de definir la estrategia general del partido y de decidir la política de alianzas con otras formaciones. También debe remitir un informe anual al Consejo Político de la formación, que es el órgano encargado de supervisar la dirección.
Aunque no haya hecho declaraciones durante el acto de presentación de los nuevos dirigentes del partido, Rosa Díez continúa su ofensiva contra los críticos que intentan torpedear su liderazgo. Esta noche del lunes acude a la televisión para explicar a los españoles el rumbo de la formación. Lo hará en una entrevista en prime time con Pedro Piqueras. Y el martes también concederá una entrevista en Radio Nacional. A buen seguro que la fundadora de UPyD tendrá que referirse en ambos casos a la progresiva huida de afiliados que amenaza el futuro de los magentas.
Penúltimo ejemplo en Baleares
En UPyD se vive una auténtica desbandada en los últimos días. El penúltimo ejemplo tuvo lugar el domingo. El hasta entonces candidato de UPyD a la Presidencia del Govern balear, Juan Antonio Horrach, anunció su renuncia a encabezar la lista y su abandono del partido porque "es un suicidio seguir" con la estrategia de una dirección que mantiene "un discurso estupefaciente" que conduce al "desastre electoral". Horrach, que también era portavoz de la formación magenta en las islas, se dio de baja como militante ante su absoluto desacuerdo con la negativa de la dirección de Rosa Díez de aliarse con Ciudadanos pese a compartir "el mismo espacio ideológico".
Tras los malos resultados de UPyD en Andalucía y la "estrategia de comunicación desastrosa" seguida después, el ya excandidato balear decidió replantearse su situación: "No puedo ser la cara y representar un proyecto a la deriva", afirmó a Efe."Vamos al matadero. El partido está muerto", recalcó Horrach al respecto de las expectativas electorales de los magentas. Una opinión que compartes algunos militantes y simpatizantes de UPyD en diversos territorios que en los últimos días han dejado el partido, en muchos casos rumbo a Ciudadanos.