La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha dado positivo en covid, según ha anunciado ella misma en Twitter. La también titular de Trabajo se encuentra "bien" y presenta síntomas leves. Por eso, ha decidido aplazar su agenda pública prevista para los próximos, aunque asegura que seguirá trabajando desde el confinamiento.
La lideresa morada había cancelado este martes su participación en un coloquio "por motivos de salud", según confirmaba su entorno a Vozpópuli. La también titular de Trabajo tenía previsto hablar a las 16.45 sobre políticas de empleo en el Foro de Liderazgo Turístico EXCELTUR que se celebra en Ifema.
No es la primera vez que la lideresa in pectore de los morados cancela su agenda por salud. El pasado 26 de mayo, inmersa en plenas negociaciones para prorrogar los ERTE, tuvo que paralizar su actividad por indicación médica. "Hay días en los que nuestro cuerpo nos exige parar y que nos cuidemos para poder seguir", zanjó entonces en Twitter.
Este lunes, Díaz recibió la tercera dosis de la vacuna contra el covid-19. Y poco después participó en el acto Baleares es futuro: el nuevo turismo que liderará la pospandemia promovido por el Govern de les Illes Balears en Madrid. La vicepresidenta se trasladó al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Y este mismo martes, ha participado en la reunión del Consejo de Ministros en Moncloa.
El suspense sobre su presencia en la campaña de CyL
Además, Díaz sigue manteniendo el suspense sobre su participación en la campaña de las elecciones en Castilla y León. Es más, Podemos sigue a la espera de que confirme la fecha en la que bajará al barro electoral. Y eso que hay morados que asumen que la vicepresidenta segunda tiene un "marrón" ante el próximo 13 de febrero porque el candidato, Pablo Fernández, la metió en contienda cuando dijo que su candidatura era el primer paso de su frente amplio.
Lo cierto es que desde el equipo de la vicepresidenta insinuaban que la disputa electoral por la comunidad más grande de España es uno de los últimos asuntos que preocupan a la también titular de Trabajo, centrada en apuntalar los apoyos parlamentarios a la reforma laboral y en seguir construyendo su imagen de líder de moda desde foros como el que el pasado viernes la juntó con el economista francés Thomas Piketty.
