Son fechas propicias para salir, celebrar con la pandilla, recuperar viejas amistades, reunirse con la familia… Y siempre, o casi siempre, con una mesa como centro de reunión. Hemos seleccionado tres restaurantes muy distintos y los tres con el toque de la más rabiosa novedad.
Empecemos por Calisto, que recibe al comensal en un amplio y elegante comedor como escenario de fondo. Carlos Griffo inauguró el restaurante Quinqué junto a su socio, Miguel Ángel García, con gran éxito en Madrid hace pocos años: un recoleto y sencillo comedor de especialidades tradicionales bien ultimadas enclavado en la zona de Chamartín.
Ahora Griffo se lanza a su aventura en solitario y, para este novedoso local, ha creado una carta también de base tradicional, más orientada al norte de España y en la que se permite toques más creativos y refinados. La oferta sorprende ya que mezcla especialidades muy sencillas con otras de la gran cocina clásica: del talo de chistorra al cardo con cocochas y beurre blanc (absolutamente delicioso) o el solomillo Wellington.
Excelente producto y gran cocina, con muchos platos pensados para compartir. Entre los postres, no olvides un cremoso arroz con leche. Autenticidad y escuela bien ensamblados. Posee una agradable terraza cubierta. Quinqué sigue abierto y goza de excelente salud.
De los torreznos a la ‘ropa vieja’
La primera Raquetista de Madrid, un local con barra y un minúsculo comedor, dió la fama a los hermanos Javier y Paco Aparicio, el primero en la cocina y el segundo en la sala. Sus torreznos se hicieron famosos en la capital, pero su buen hacer conseguía llenos diarios. Luego llegarían otras aperturas como Cachivache Taberna, Salino…Y ahora vuelve un nuevo Raquetista, aunque acercándose a la cocina sudamericana. (¡pero sus callos, torreznos o ensaladilla rusa siguen estando en carta!).
Enclavado en el barrio de Salamanca, el chef incluye en su carta tostones con ropa vieja cubana, carimañolas cartageneras (imprescindibles) o sam de cochinillo ibérico y barbacoa de guayaba. De postre el Key lime pie, homenaje a Joe´s Stone Crab, un restaurante muy famoso de Miami, donde lo sirven. Como siempre en Javier, una cocina fresca y directa, de sabores puros y sin florituras innecesarias. El nuevo local cuenta con una larga barra y amplia terraza. Carta de vinos de 70 referencias. Destaca la magnífica relación calidad- precio (40 €). Horario non- stop desde los desayunos a tomar un picoteo en la barra como aperitivo, una copa, almorzar o cenar.
Georgia a la mesa
¿Te apetece algo exótico?, ¿diferente a todo?. Visita el nuevo restaurante Nunuka, un pequeño bistrot de confortable decoración, donde descubrir la interesante gastronomía de Georgia y sus platos más tradicionales. Mediterráneo y Oriente Medio en armonía para una culinaria especiada, de tonos picantes (si se desea) y con gran personalidad. Un homenaje de su propietaria, Nino Kiltava- conocida como Nunuka-, a su país de origen y la cocina de su casa familiar.
Imprescindible el delicioso Khachapuri- pan horneado al momento con un relleno de tres quesos y yema de huevo- que ultiman en la mesa, o el Khinkali, masa cocida rellena de carne picada y caldo, queso ricotta… Suculento y fresco Qababi de ternera con salsa picante, salsa de café y menta. Entre los postres, un delicado hojaldre de crema servido recién hecho. Una atractiva carta con ricas especialidades y vinos de aquella tierra como no podía ser menos: se cree que Georgia fue cuna de la primera vid o Vitis Vinífera. Amabilísimo equipo y buena relación calidad- precio (35- 40 €).
Tres restaurantes muy especiales, los tres de calidad garantizada porque los hemos visitado, perfectos para tus celebraciones navideñas... o para estrenar el 2023 con alguna novedad a mesa y mantel.
Nota: Ninguno de los restaurantes mencionados se han seleccionado por algún motivo comercial, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística. Los precios son meramente orientativos.