Como si de una película de Hollywood se tratase, la comitiva del presidente de los Estados Unidos ha recorrido los poco más de 22 kilómetros que separan la Base Aérea de Torrejón de Ardoz de la Embajada norteamericana situada en la calle Serrano.
A su paso por María de Molina, procedente de la autovía A-2, los viandantes asistían atónitos a una escena más propia de Washington D. C., en la que decenas de vehículos negros blindados con luces rojas y azules abrían paso a la limusina del presidente Obama.
Minutos antes había aterrizado en el Air Force One, donde el rey Felipe VI y la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría le esperaban a pie de pista para darle la bienvenida.
