David Cameron vuelve al Gobierno de Reino Unido. El ex primer ministro británico, que perdió el referéndum del Brexit en 2016, ha sido nombrado este lunes como nuevo ministro de Exteriores, previa designación como lord, requisito para poder incorporarse al Ejecutivo. Así el conservador Rishi Sunak ha sustituido a James Cleverly, como parte de una "remodelación del Ejecutivo". Una decisión que ha sorprendido en Reino Unido, pues Cameron llevaba siete años retirado de la política, después de que dimitiera como primer ministro y diputado en 2016 tras la consulta sobre la salida de la Unión Europea, que terminó provocando el Brexit.
Cameron siempre ha sido un gran admirador de Margaret Thatcher, la "dama de hierro", y su neoliberalismo. La convencida defensa de la permanencia británica en la Unión Europea que llevaba por bandera y su convencimiento de que los ciudadanos le apoyarían le llevó a la convocatoria de un referéndum para votar sobre el brexit. Pero se equivocó y Reino Unido se fue de la Unión Europea. Desde entonces, el país no levanta cabeza. El ex primer ministro fue, inconscientemente, el origen de todos los males del actual Reino Unido. Y, probablemente, la esperanza de muchos de aquellos que quieren dejar de formar parte de algo.
Ha sido sorpresa su vuelta a la política, porque prometió dejarla por completo si el reférendum salía a favor del brexit. Pero más sorprendente ha sido el hecho de que haya vuelto para trabajar mano a mano con el que fuera la posición "brexitera" entonces, el que ahora es su nuevo jefe, Rishi Sunak. Después de dejar el poder en 2016, Cameron empezó a trabajar en el sector privado y durante años ha recibido cuantiosos ingresos por impartir conferencias para hablar precisamente del brexit.
Las polémicas no han sido algo ajeno en la carrera política y empresarial del nuevo ministro de Exteriores británico. Aparte de su mala jugada con la independencia de la UE, que llevó a Gran Bretaña a la crisis que hoy sacude al país, también ha sido criticado por ser presuntamente partidario de un mayor acercamiento a China.
En su función de 'lobista' para empresas se vio envuelto en un escándalo que en su momento parecía que iba a suponer el fin de su carrera: sus presiones sobre ministros para que la compañía que le pagaba, Greensill Capital, fuese incluida en el programa de préstamos gubernamentales de emergencia durante la pandemia de covid. Finalmente, la polémica provocó que se rehicieran las reglas sobre cabildeo en el Reino Unido, pero, pese a lo que en origen podía parecer, la crisis no acabó con la carrera política de Cameron y hoy en día es visto desde algunos sectores como una figura unificadora y popular entre los "tories".
David Cameron, un aristócrata que terminó hundiendo Reino Unido
Cameron nació en Londres el 9 de octubre de 1966, en una familia de rancio abolengo: sus antepasados estaban emparentados con el rey Guillermo IV (1765-1837) de Inglaterra, y sus raíces paternas proceden del condado escocés de Aberdeenshire.
Tras pasar por el elitista colegio de Eton, a las afueras de Londres, Cameron estudió Filosofía, Política y Economía en el Brasenose College de la Universidad inglesa de Oxford. Allí destacó por muchas cualidades, pero, sobre todo, por su capacidad para la oratoria, en defensa, casi siempre, del conservadurismo.
Después de graduarse en Oxford, donde no se privó de fiestas y borracheras, su padre le consiguió un trabajo como administrativo en una empresa de Hong Kong, donde estuvo apenas tres meses antes de volver a Londres para entrar en política.
David Cameron se casó en 1996 con Samantha Sheffield, de origen aristocrático, con la que tuvo cuatro hijos, Iván (que murió en 2009 a los seis años), Nancy (2004), Arthur (2006) y Florence (2010).
Cameron fue asesor especial del exministro británico de Economía Norman Lamont, bajo el mandato de John Major, antes de hacer su primer intento por llegar a la Cámara de los Comunes en 1997 por la circunscripción inglesa de Stafford, pero su aspiración quedó frustrada por la aplastante victoria de los laboristas.
Tuvo que esperar a los comicios generales de 2001 para entrar en el Parlamento, lo que hizo en representación de la circunscripción de Witney, en el condado inglés de Oxfordshire.
A partir de entonces, su carrera fue meteórica y, tras la victoria de los laboristas en las generales de 2005, fue elegido líder del partido en sustitución de Michael Howard.